VALÈNCIA. Ya han pasado varias semanas desde que se presentara a la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de València el proyecto para la rehabilitación del Casino del Americano, el palacete del siglo XIX que permanece en ruinas en el barrio de Benicalap desde hace décadas. La administración municipal impulsa su recuperación para ubicar allí una escuela de agricultura urbana.
El consistorio adjudicó a mediados del año pasado la redacción del proyecto para llevar a cabo esta intervención, que se antoja de calado. Los trabajos han registrado una decoración lujosa original en el interior del edificio y el proyecto también contempla que se vaya a recuperar en el exterior la pajarera del Casino -uno de los elementos icónicos del enclave- y la ubicación de una decena de huertos.
Pero además de todo ello, entre la documentación presentada por los expertos contratados para este proyecto se incluye un elemento nuevo que se pretende implantar en el jardín del recinto. Se trata de un nuevo edificio de dos alturas y que en un futuro contendría espacios considerados auxiliares y complementarios a la edificación original, como almacenes o vestuarios.
Han sido varias las ocasiones que el proyecto se ha introducido en el orden del día de las reuniones semanales que mantiene la Comisión de Patrimonio del consistorio, pero hasta el momento ha quedado sobre la mesa. Esto es, que no se ha tomado una decisión definitiva al respecto, ni favorable ni desfavorable. Fuentes próximas a la Comisión consultadas por este diario explicaron que esta demora podría tener que ver precisamente con este nuevo bloque auxiliar y con posibles reparos sobre alguna de sus características.
En la concejalía de Urbanismo, por su parte, admiten que el proyecto se ha quedado sin informar en múltiples ocasiones o por falta de tiempo o por la ausencia de sus redactores. Asimismo, insisten en el departamento de Urbanismo en que se sigue trabajando en los servicios municipales sobre algunas cuestiones técnicas, por ejemplo, sobre los materiales que se van a emplear para las caballerizas. Con todo apuntaron que se está ya ultimando la propuesta definitiva.
La historia del palacete viene de lejos. Construido en 1869 bajo el nombre de "Casino de Megía" por orden de un militar granadino, el edificio es una reproducción de la arquitectura cubana indiana de la época. Joaquín Megía -así se llamaba el propietario- había sido destinado a Cuba y a su llegada quiso construir esta finca de recreo en honor a su esposa. En 1941, la estirpe de Joaquín vendió la propiedad al industrial valenciano Plácido Navarro Pérez. Su familia fue la última que habitó el espacio. En los 80, se convirtió en escuela privada, y más tarde se hizo discoteca: Saudi Park se llamaba.
Ahora, el Ayuntamiento tramita su rehabilitación. La administración municipal ejecutó la expropiación del palacete en 2011 a cambio de 3,5 millones de euros. Se pensó como sede para la Universitat Popular, pero la crisis económica y la falta de fondos en las arcas públicas motivaron su desuso hasta día de hoy. Durante este tiempo, la parcela ha sufrido numerosos ataques, pintadas, expolios y saqueos, e incluso ha sido escenario de fiestas no autorizadas.
El abandono llegó a tal punto que el consistorio tuvo que acometer obras de consolidación en 2016 por un coste de 41.000 euros. La intención actual del consistorio es ubicar en este enclave una escuela de agricultura urbana, con sala de exposiciones, un secadero de semillas, varias aulas, o una tienda, entre otros espacios.