FOTOGALERÍA: El Cabanyal (Fotos: Eva Máñez)
FOTOGALERÍA: El Cabanyal (Fotos: Eva Máñez)
La Conselleria de Obras Públicas pone en marcha un plan de 36,4 millones para solventar 120 años de abandono, indiferencia y amenazas; la voluntad es lograr rehabilitar el barrio para que deje de ser “una barrera”
VALENCIA. Lo recordó este jueves la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración, María José Salvador. Hace 120 años el conjunto del Cabanyal, Canyamelar y Cap de França, que entonces era municipio independiente con el nombre de Poble Nou de la Mar, fue anexionado a la ciudad de Valencia. En todo este tiempo, el conjunto Cabanyal—Canyamelar se ha convertido en el eje de diferentes polémicas, las más agrias las vividas en los últimos años, con el plan que impulsó la entonces alcaldesa de Valencia Rita Barberá. Durante estos 120 años el barrio ha sido tratado como “una barrera” para la ciudad y no como parte de ella, tal y como dijo el secretario autonómico el secretario autonómico del departamento, José Vicente Boira, parafraseando una frase de la tesis doctoral del arquitecto Luis Francisco Herrero sobre el Cabanyal.
La espada de Damocles de la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez ha estado desde prácticamente siempre sobre la mesa, se convirtió en un losa y una amenaza permanente, hasta el punto que muchos en el propio barrio llegaron a considerarla como la única salida posible. La paralización del proyecto por parte del Ministerio de Cultura en 2010 abrió paso a lo que Boira denominó como “años de ruina”, en los que el barrio se encontró en medio de la nada, sin plan urbanístico ni nada que se le pareciera.
Pero eso ha cambiado y este 2017 será “por fin” el año en el que el Cabanyal deje de ser visto como un ente extraño para la ciudad, en el que se le integre respetando su fisionomía y su personalidad. La Generalitat, por medio de la Conselleria de Obras Públicas ha impulsado un proyecto encaminado a regenerar toda la zona. Para ello ha reformulado y reorientado el Plan de Inversiones Productivas (PIP) y el programa del Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU). En total se destinarán 36,43 millones de euros, de los cuales más de un 66% serán aportación de la Conselleria. En el caso del PIP, Obras Públicas lleva el peso económico, y aportará 22,14 millones que gestionará el Ayuntamiento de València; en el del Arru se invertirán 14,29, y habrá aportaciones del Ministerio de Fomento (4,3 millones), del Ayuntamiento (2,5), particulares (6,1) y, obviamente, la Conselleria, (1,2 millones).
1. ¿Por qué empieza tan tarde? A la supuesta dilación de tiempo que ha costado poner en marcha la rehabilitación del barrio, se refirieron expresamente Salvador y Boira. Este explicó a título personal que sus vecinos del Cabanyal le preguntaban cuándo iban a empezar las obras. Cambiar de rumbo el barco y reorientar los planes urbanísticos ha llevado su tiempo. Ha habido entre medias un prolijo y complejo proceso burocrático que es el que explica un retraso inevitable e indeseado por la propia Conselleria. Se trataba de hacerlo bien; lo antes posible, sí, pero bien.
2. ¿De dónde sale el dinero? Tras un años de despachos, la Conselleria ha conseguido recuperar el dinero previsto por la anterior Generalitat en su PIP para prolongar Blasco Ibáñez, o lo que es lo mismo, para derribar el barrio. Es el que va a destinar a la reurbanización de las calles, en un acto de justicia poética. Por su parte, el ARRU, que los anteriores gobiernos (municipal y autonómico) jamás desarrollaron, se pondrán en marcha ahora y se destinarán sus fondos a la rehabilitación de viviendas en el barrio. "Estaba paralizado, igual que en otros municipios. Activarlo lleva tiempo y era necesario que la Generalitat aportara dinero", explicó la consellera este jueves.
3. ¿Cómo se distribuirá? La mayor parte de la inversión (15,9 millones de euros) se dedicará a la reurbanización. Para la rehabilitación de viviendas se dedicarán 12,6 millones. Por su parte, se destinarán 3,4 millones a la regeneración urbana y la incorporación de nuevos equipamientos para el barrio, como un centro social en la plaza Llorenç de Flor que dependerá de la Conselleria de Igualtat.
4. ¿En qué se traducirá? La reurbanización afectará a más de 100.000 metros cuadrados del barrio. Se intervendrá en 22 calles y tres plazas, con trabajos de asfaltado, alcantarillado… La mayoría de las vías (14) están en el Cabanyal, pero también cuatro en el Canyamelar y cuatro calles compartidas entre estas dos zonas. Entre las calles en las que se trabajarán se hallan La Reina, Doctor Lluch, Barraca, Escalante, José Benlliure, Sant Pere, Àngels, Lluís Despuig o la avenida del Mediterráneo.
5. ¿A quién beneficiará? Además de la creación directa de puestos de trabajos vinculados a la construcción, la rehabilitación de las viviendas del barrio supondrá que 600 familias mejoren su bienestar. En total se rehabilitarán 130 edificios privados. En detalle, 56 están en Canyamelar; 48 en el Cabanyal y 25 en Cap de França. Igualmente se rehabilitarán seis edificios para vivienda pública y los vecinos contarán con cinco nuevos equipamientos.
6. ¿Qué hitos destacarán? Un plan así incluye hitos y lugares que supondrán beneficios para todos los valencianos, no sólo los del barrio, porque se recuperarán para su uso "edificios singulares" como La Lonja de Pescadores o se impulsarán proyectos como el Museo Marítimo, o un archivo histórico en el antiguo matadero. Se efectuará la conexión con el Grao, se rehabilitará el mercado y se recuperarán los tinglados 4 y 5.
7. ¿Cómo ha sido la colaboración con el Ayuntamiento? A la vista de lo dicho este jueves, muy buena. Salvador quiso hacer mención expresa al “trabajo y esfuerzo" del consistorio, y en especial al concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià. Como ejemplo, además del desempeño para conseguir los fondos europeos, explicó que el ayuntamiento ha reforzado el servicio de licencias y ha facilitado la tramitación de las que se solicitaban para actuar en el barrio.
8. ¿Cuándo se podrán ver resultados? Prácticamente ya. Este mismo año. Salvador se refirió a que se encontraban en "la antesala de las obras". En meses se podrán ver los primeros trabajos. En este sentido, Salvador anunció que se espera licitar en el primer trimestre de 2017 el desmontaje de los tinglados 4 y 5.
9. ¿Cómo se garantiza la continuidad de las inversiones? Los fondos europeos conseguidos por el Ayuntamiento de València permitirán que 2017 no sea sólo un precedente, sino que haya un encadenamiento de los trabajos. De hecho el proyecto Edusi en el barrio del Cabanyal-Canyamelar se iniciará también a lo largo de 2017. Ya está incluido en los presupuestos del consistorio. Este año se invertirán cuatro millones, aportados a partes iguales por la administración local y por la Unión Europea. En total serán 30 millones de euros que se invertirán en el barrio hasta 2021, que unir a estos 36,4 millones.
10. ¿Qué es lo que se ha ‘perdido’? Cabría incluso hablar de qué es lo que se ha ganado. Tal y como destacó Boira, cuando se produjo el doble cambio de gobierno en la Generalitat y el Ayuntamiento, en mayo de 2015, en el Cabanyal-Canyamelar "se iban a derribar 676 casas y 85 edificios", se iba a incrementar el número de solares (en la actualidad hay 318) y se iba a acometer la apertura del Bulevar San Pedro "destruyendo 136 casas sin rehabilitar ninguna". La prolongación de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar a través de este barrio prevista por el PP iba a “destruir 1.650 viviendas”, recordaron ambos. La grúa tendrá trabajo en 2017, pero será otro muy diferente del que estaba previsto.
FOTOGALERÍA: El Cabanyal (Fotos: Eva Máñez)