Mazón abre el balcón de Correos a "todos" mientras sigue meditando qué hacer con el edificio

VALÈNCIA. Hacer de la necesidad, virtud. Este es el refrán que podría aplicarse a la decisión adoptada por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, respecto al uso del edificio de Correos -bautizado como Palau de les Comunicacions por el anterior gobierno- en las próximas semanas.

Así, tal y como adelantó Levante-EMV, el jefe del Consell ha decidido que sorteará 50 entradas dobles diarias para que un centenar de personas puedan disfrutar de la mascletà en los balcones y ventanas del emblemático recinto ubicado en la plaza del Ayuntamiento de València. Los interesados podrán inscribirse en la página web 'mascletaperatots.gva.es' entre el 19 y 23 de febrero para entrar en el bombo de cara al sorteo que tendrá lugar el día 26. Los agraciados tendrán la posibilidad de asistir al disparo que se les asigne entre el 1 y el 18 de marzo.

De esta manera, Mazón salva un primer dilema respecto al uso de un edificio comprado por el Govern del Botànic presidido por el socialista Ximo Puig con un coste de 23,9 millones de euros. Una adquisición que fue criticada por la oposición, especialmente cuando se utilizó durante las Fallas para presenciar las mascletás.

"Por fin este palacio no va a ser un coto de los privilegiados invitados por la Generalitat, sino que va a ser un espacio participativo, abierto al público y para todos. Todo el mundo tiene derecho a visitar este palacio que antes era para caviar y champán de los amigos del Consell", manifestó este jueves el presidente de la Generalitat. En la otra orilla, desde el PSPV señalaban que el anterior gobierno invitaba a agrupaciones municipales -de distinto signo político, puntualizaron-, comisiones falleras y todo tipo de organizaciones y asociaciones. 

En cualquier caso, con esta decisión Mazón logra esquivar -al menos inicialmente- el primer problema relacionado con un edificio cuya adquisición y uso fue criticado por el PP desde la oposición: qué hacer en Fallas con el recinto. El presidente, al apostar por un proceso de insaculación para poder disfrutar del acceso a las mascletás, se desmarca de cualquier tipo de elección subjetiva respecto a los asistentes y también refuerza su imagen distintiva respecto al anterior ejecutivo. Dicho de otra manera o interpretado de una manera más populista: Mazón abre el balcón a la 'gente' y no a unos colectivos, personas o grupos determinados.

Ahora bien, el siguiente problema, tal y como informó este diario, es el más relevante y complejo: qué hacer a largo plazo con el simbólico edificio. Presidencia, con Puig al mando, encargó en su día un plan de usos con el objetivo de convertir las instalaciones en un centro europeo de las regiones que además contara con exposiciones de carácter innovador y también sirviera como un recinto para labores y actos relacionados con la comunicación. Eso sí, este proyecto requería en torno a 20 millones de euros de inversión debido a las dificultades de adecuar el edificio a las diferentes funcionalidades, por lo que el plan se quedó en un cajón a la espera de ser activado, en todo caso, si el PSPV volvía a ganar las elecciones.

El PP, no obstante, también hizo sus planes. La alcaldesa de València, María José Catalá, prometió en campaña que el edificio albergaría un museo fallero basado en el sistema 4D y la inteligencia artificial. Una vez ganadas las elecciones, la cesión del inmueble por parte de la Generalitat al Ayuntamiento no se ha hecho efectiva y existen dudas de que ésta vaya a producirse. No es que el museo fallero esté descartado, es que todavía no se ha definido el uso global que puede tener el edificio ni, por tanto, cuáles son las actuaciones que deben acometerse.

Más allá de estos problemas, que son admitidos en el entorno de Presidencia de la Generalitat, las fuentes consultadas aseguran que Mazón no pisará -más allá de alguna posible excepción- el edificio de Correos estas Fallas precisamente para dejar clara su distancia con la manera de gestionarlo por Puig durante las fiestas. 

Por su parte, en el PSPV, conocedores del edificio que en su día gestionaron, recuerdan que el aforo del recinto permite que puedan ver la mascletà algo más de 200 personas, el doble de las que ha invitado Mazón, y se preguntan si la mitad del recinto va a estar vacío durante esos días, si se va a ocupar por otros invitados o si quizá se activará un segundo sorteo para "buscar otro impacto mediático".