VALÈNCIA (EP). Una nueva investigación de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) ha descubierto que el sobrepeso es una carga adicional para la salud del cerebro y puede agravar la enfermedad de Alzheimer.
Este estudio pionero de neuroimagen multimodal, publicado en la revista científica 'Journal of Alzheimer's Disease Reports', reveló que la obesidad puede contribuir a la vulnerabilidad del tejido neural, mientras que mantener un peso saludable en la demencia leve de la enfermedad de Alzheimer podría ayudar a preservar la estructura cerebral. Los resultados también ponen de manifiesto el impacto que el sobrepeso en la mediana edad podría tener en la salud del cerebro en la tercera edad.
"Se cree que más de 50 millones de personas padecen la enfermedad de Alzheimer y, a pesar de décadas de estudios pioneros y de un enorme esfuerzo de investigación a nivel mundial, todavía no tenemos una cura para esta cruel enfermedad", reflexiona la autora principal del estudio, la profesora Annalena Venneri.
La prevención desempeña un papel muy importante en la lucha contra la enfermedad. Este estudio no demuestra que la obesidad cause el Alzheimer, pero lo que sí muestra es que el sobrepeso es una carga adicional para la salud del cerebro y puede agravar la enfermedad".
"Las enfermedades que causan demencia, como el Alzheimer y la demencia vascular, se esconden en el fondo durante muchos años, por lo que esperar hasta los 60 años para perder peso es demasiado tarde. Tenemos que empezar a pensar en la salud del cerebro y en prevenir estas enfermedades mucho antes". Es vital educar a los niños y adolescentes sobre la carga que el sobrepeso tiene en las multimorbilidades, incluidas las enfermedades neurodegenerativas", añade la científica.
En su trabajo, los investigadores examinaron los escáneres cerebrales por resonancia magnética de 47 pacientes con diagnóstico clínico de demencia leve de la enfermedad de Alzheimer, 68 pacientes con deterioro cognitivo leve y 57 individuos cognitivamente sanos. El novedoso estudio utilizó tres técnicas computacionales complementarias para observar la anatomía del cerebro, el flujo sanguíneo y también las fibras del cerebro.
El equipo comparó múltiples imágenes cerebrales y midió las diferencias en las concentraciones locales de los tejidos cerebrales para evaluar el volumen de la materia gris (que degenera durante la aparición del Alzheimer), la integridad de la materia blanca, el flujo sanguíneo cerebral y la obesidad.
En los pacientes con demencia leve, se encontró una asociación positiva entre la obesidad y el volumen de materia gris alrededor de la unión temporoparietal derecha. Esto sugiere que la obesidad podría contribuir a la vulnerabilidad neuronal en individuos cognitivamente sanos y en aquellos con deterioro cognitivo leve.
El estudio también descubrió que mantener un peso saludable en la demencia leve de la enfermedad de Alzheimer podría ayudar a preservar la estructura cerebral en presencia de la pérdida de peso relacionada con la edad y la enfermedad.
"La pérdida de peso suele ser uno de los primeros síntomas en las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer, ya que las personas se olvidan de comer o empiezan a picar alimentos fáciles de agarrar, como galletas o patatas fritas, en lugar de comidas más nutritivas. Descubrimos que mantener un peso saludable podría ayudar a preservar la estructura del cerebro en personas que ya sufren una demencia leve de la enfermedad de Alzheimer. A diferencia de otras enfermedades, como las cardiovasculares o la diabetes, la gente no suele pensar en la importancia de la nutrición en relación con las afecciones neurológicas, pero estos resultados demuestran que puede ayudar a preservar la estructura cerebral", concluye otro de los autores de la investigación, Matteo De Marco.