VALÈNCIA. La intercesión del presidente de Divalterra, el diputado socialista Ramiro Rivera, y del director jurídico, José Luis Vera, en favor del candidato que quedó en segundo lugar en el proceso de selección de la jefatura de Recursos Humanos hizo saltar desde el principio una pregunta con difícil respuesta: ¿quién es José Fambuena, el aspirante 'perdedor'? En la familia socialista, en la que no consta adscripción directa en forma de cargo o militancia, resulta complicado que alguien afirme que lo conoce. Sin embargo, no es difícil apreciar una vinculación a los socialistas con las referencias más directas, que son las relativas a su trayectoria en la Administración, donde uno de sus ascensos en el Hospital General se produjo de forma irregular, de acuerdo con la Intervención de la Generalitat.
Funcionario del subgrupo A2, pasó varios años en la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana. De acuerdo con un escrito del subdelegado entre 2004 y 2011, Luis Felipe Martínez –gracias al cual pudo continuar en el proceso de selección de jefe de RRHH en Divalterra–, Fambuena ha desempeñado "siempre" alguna jefatura en el órgano administrativo desde 1989 hasta 2017 que ha supuesto la dirección de equipos. El escrito de Martínez no concretaba cuáles fueron esas jefaturas.
Tal y como figura en las diversas publicaciones del Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), en junio de 2017 la exconsellera de Sanidad Carmen Montón lo nombró por el sistema de libre designación (de forma directa) jefe del Área de Recursos Humanos del Hospital General de Valencia. En la resolución constaba que fue en base a la propuesta formulada por la comisión de valoración de la convocatoria y que podía ser destituido por Montón discrecionalmente.
Ya en octubre de 2018, la actual responsable de Sanidad, Ana Barceló, lo nombró también de forma directa director de RRHH después de que fuera el único candidato. En la publicación se establecía que reunía los requisitos de mérito y capacidad "suficientes y adecuados para el correcto desempeño del puesto". Pero durante ese ejercicio, la Intervención de la Generalitat consideró irregulares varios asuntos relacionados con él. De un lado, el reparto autorizado por parte del gerente del hospital, Enrique Ortega, de 23.713 euros entre un directivo y dos empleados del centro en concepto de complementos salariales, entre ellos Fambuena.
Como publicó Valencia Plaza, el caso más llamativo por la forma en la que se tramitaron los pagos fue el suyo. Hasta que ascendió a director del departamento, percibió un total de 5.217,72 euros "por resolución del Director Gerente" en concepto de "Complemento desempeño de funciones". Según destacó el auditor, se trataba de un abono irregular porque Fambuena es funcionario de carrera y este complemento está reservado por convenio para el personal laboral.
La Intervención instó a que todos los que percibieron estas cantidades, incluyendo él, las devolvieran. Lo cual no consta si ha ocurrido o no puesto que en la auditoría del ejercicio siguiente, 2019, únicamente se mencionaba que ese año también se abonaron retribuciones de forma irregular.
De otro lado, según la Intervención Fambuena no cumplía los requisitos para su nombramiento como director de RRHH porque la plaza estaba convocada para el grupo de titulación A1 cuando él es A2, por lo que su nombramiento no se ajustó a la convocatoria. Como consecuencia de ello, desde su ascenso estuvo cobrando también una retribución por encima de la que le correspondía. De acuerdo con la citada auditoría, cuando aún era jefe de RRHH, actualizó la plantilla orgánica del Hospital General para establecer unos cambios que implicaban que todos los puestos de directivos del 'grupo A' pasaban a ser A1 y los del 'grupo B' pasaban a ser A2, "excepto la de Director de RRHH -qué ocupaba irregularmente-, que no se modifica y queda en una situación irregular con la denominación anterior 'A'".
Ya a finales de 2019 y con la renovación de equipo ante la llegada de la nueva gerente, Fambuena fue relevado de la dirección de RRHH. Actualmente, y desde finales de 2020, se encuentra en la Conselleria de Sanidad que dirige la socialista Ana Barceló, en el departamento de Salud Pública y, concretamente, en el Servicio de Gestión de Drogodependencias. Así lo confirman fuentes oficiales y una respuesta al sindicato CSIF, que preguntó acerca de su lugar de trabajo.
En enero del año pasado, pocos meses antes del proceso de selección para la dirección de Recursos Humanos de Divalterra, una diputada del PSPV lo trató de incorporar a su departamento. Pidió al Hospital General que se le otorgara una comisión de servicios, pero la respuesta fue que no resultaba procedente autorizarla dado que no contaba con plaza en propiedad en el Consorcio del hospital. Ya en julio fue cuando optó a la dirección de Recursos Humanos de Divalterra, proceso en el que quedó en segundo lugar cuando se resolvió en diciembre. Tras la presentación de alegaciones en las últimas fases y después de recibir una respuesta que, al parecer, no era satisfactoria, recurrió en enero de 2021 ante el presidente de la empresa. Momento en el que comenzó toda la polémica que dura hasta ahora y no parece que vaya a finalizar pronto.
A raíz de su impugnación, el máximo cargo de la firma, Ramiro Rivera, ordenó paralizar el proceso en dos ocasiones –una de ellas apoyado en un informe de José Luis Vera– y no contratar a la ganadora, Eugenia Fernández. El gerente desobedeció al creer que se hizo correctamente y ella se incorporó a su puesto el 18 de enero. La publicación por parte de este periódico de lo sucedido incrementó las tensiones internas. La Agencia Antifraude abrió una investigación tras una denuncia procedente del tribunal, que posteriormente se ratificó en su decisión –apoyado por la entidad, que también defiende que se realizó correctamente–, mientras Vera concluyó en dos informes que había que anularlo todo.
Estos documentos todavía están pendientes de volver a votarse en el Consejo de Administración de Divalterra después de que el último intento de que hubiera mayoría en el órgano a favor de las tesis del director jurídico no salió bien y el pronunciamiento se pospuso. Tras lo cual la crisis de vio agudizada por varias dimisiones de representantes, algunos de los cuales ya han sido sustituidos.