VALÈNCIA. La exitosa moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy tendrá repercusiones concretas también en la situación política de la Comunitat Valenciana. El eco del terremoto acaecido en Madrid resuena ya con fuerza en el panorama autonómico y los principales estrategas de las distintas formaciones políticas se apresuraban este mismo viernes a analizar cómo puede influir el golpe de timón conseguido por el líder del PSOE y nuevo presidente del Gobierno.
En un primer momento, la situación invita a pensar en el clima de demolición que vive el PP, algo muy peligroso para sus distintas organizaciones territoriales debido al destacado carácter estatal y centralista de este partido, lo que provoca que la caída de todo un jefe del Ejecutivo como Mariano Rajoy tras la condena por corrupción al partido, tenga una repercusión terrible para la marca que, además, se acuse de forma individual en cada región.
Ahora bien, teniendo en cuenta que pasarán seis meses -o más- hasta que Sánchez convoque elecciones generales, la formación popular tiene un tiempo precioso para tratar de recuperarse del fuerte golpe recibido. En el ámbito nacional -que influye fuertemente en el autonómico-, el PP se convierte ahora en el principal partido de la oposición con lo que empieza a disputarle directamente a Ciudadanos un espacio en el que hasta ahora vivía plácidamente, dado que podía criticar al Gobierno y apoyarle al mismo tiempo cuando lo considerara mientras que el PP acusaba el desgaste de tomar las decisiones.
Los populares, con 134 escaños, poseen un banquillo de diputados experimentados y conocedores de la gestión gubernamental, además de tener el colmillo tan afilado como el que más a la hora de hacer oposición, lo que puede quitarle la 'exclusiva' a Ciudadanos en algunos asuntos. Mientras, el partido que lidera Albert Rivera, ya sin tener los votos siempre decisivos para la fuerza gobernante, puede verse relegado a un segundo plano salvo en algunos momentos concretos en los que pueda ser necesario su concurso.
Así, ya 'liberado' del peso de gobernar, el PP tendrá -aunque suene extraño- mayor margen de maniobra. De hecho, podría acometer un congreso extraordinario para sustituir a Rajoy con una nueva dirección preparada para asumir los retos que se acercan y que pudiera pelear con mayores garantías frente al goteo de sentencias judiciales que se avecinan en este mismo 2018. De lo contrario, esta primera estocada conllevaría una infección que incluso podría ser mortal para el partido de la gaviota.
Toda esta reflexión estatal antes de llegar a la situación valenciana no es baladí dado que, precisamente, estas dos fuerzas -PP y Cs- son las que más acusan -junto a Podem- las crisis o los éxitos de su marca nacional. No obstante, la líder regional de los populares valencianos, Isabel Bonig, también puede exprimir algunas particularidades en la Comunitat para proteger sus opciones de cara a 2019.
Hasta ahora, la presidenta del PPCV se ha visto recibiendo continuos zarandeos a cuenta de la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy. Defender los Presupuestos, por ejemplo, ha sido en ocasiones una tarea ingrata, de la misma manera que tampoco era sencillo justificar el retraso en la reforma del sistema de financiación así como otros muchos asuntos que dependen de Madrid. Por arte de birlibirloque, todos esos problemas aparecerán mañana en casa de los socialistas: Bonig tendrá la ocasión de pedir explicaciones sobre todos ellos a Puig y Oltra, que este viernes celebraban el éxito de la moción de censura conseguido por Sánchez y el desalojo de Rajoy.
En este sentido, la líder del PPCV, al haber sido más atacada con estas cuestiones que Ciudadanos, puede construir un relato más potente si, como es probable, Sánchez prefiere no adentrarse con sus exiguos 84 diputados en retos complicados de abordar que afectan a los valencianos. Por fin, Bonig recibirá un cargamento de munición en buen estado para tratar de competir en igualdad de condiciones, sobre todo, con el partido de Rivera.
Por otro lado, flaco favor ha hecho la dirección estatal de Ciudadanos a sus estructuras autonómicas en este proceso de moción de censura. A la formación naranja, la otra gran perdedora en este proceso, parecen haberle cerrado la fiesta justo cuando alguien ha pedido otra ronda o, al menos, alguien les ha señalado que la barra libre había terminado y ahora toca empezar a abonar las consumiciones.
Los errores cometidos -o los aciertos de los rivales- en esta semana han provocado la pérdida de la oportunidad de participar en la caída de Rajoy o, al menos, conseguir la convocatoria electoral. Ahora, podría incluso producirse una alianza de conveniencia en el Parlamento para rebajar la crispación y evitar convocar comicios hasta que los parámetros de Cs en las encuestas desciendan, algo que puede ocurrir con la pérdida de protagonismo de Rivera en la cámara y el crecimiento de atracción de Sánchez -o incluso de la renovación del PP- en el foco mediático.
Unas circunstancias que también pueden afectar -y mucho- al partido en la Comunitat Valenciana, dado que si Cs flaquea en España el descenso de sus posibilidades en las autonomías puede ser correlativo salvo donde posea referentes muy fuertes y haya logrado crear una estructura sólida o allá donde sus votos sean decisivos para la gobernabilidad.