VALÈNCIA. La Conselleria de Vivienda ha iniciado los trabajos para modificar la actual normativa autonómica que regula el diseño y la calidad de las viviendas. Así, el departamento que dirige Rubén Martínez Dalmau trabaja en un nuevo decreto que actualice esta regulación vigente desde 2009, con el objetivo de adecuar criterios y responder a las nuevas necesidades y demandas de la ciudadanía en cuanto al equipamiento de los inmuebles.
En concreto, esta norma, de competencia autonómica, regula las condiciones que tiene que reunir una vivienda para que se considere como tal y pueda ser habitada. Así, recoge cuestiones relacionadas con el equipamiento y la superficie mínima que debe tener un espacio. Por ejemplo, fija la superficie mínima que debe tener un dormitorio o qué dimensiones debe incluir una cocina.
Sin embargo, tras 12 años de vigencia, la Conselleria se ha propuesto examinar esta normativa para dar respuesta a las nuevas necesidades de los ciudadanos, muchas de las cuales se han evidenciado como consecuencia de la pandemia. "La actual regulación respondía a lógicas previas a la crisis inmobiliaria y sanitaria y está muy orientada a la promoción de vivienda, dejando de lado la rehabilitación del parque existente", explica a este diario el director general de Calidad, Rehabilitación y Eficiencia Energética, Alberto Rubio.
A su juicio, la política de vivienda se debe orientar directamente hacia la mejora de la calidad de vida de las personas y, de manera especial, a aquellos colectivos más vulnerables. Por ello, considera que cualquier planteamiento normativo "no puede obviar situaciones como la pobreza energética y la emergencia habitacional".
Asimismo, ve de urgente necesidad incidir en la rehabilitación masiva del parque edificado, para lo que considera crucial revisar la normativa de habitabilidad en la edificación existente. Además, Rubio puntualiza que la covid ha evidenciado unos límites en las viviendas, tal y como estaban concebidas, y se ha detectado una cierta insatisfacción de los usuarios.
Por tanto, el nuevo texto incluirá y abordará criterios acordes a los nuevos tiempos. Así, se quiere introducir el concepto de 'biohabitabilidad', con la introducción de nuevos modelos de convivencia como el cohousing. También, limitar el uso de ciertos productos y disposiciones de elementos considerados lesivos para las personas, como la colocación de un enchufe al lado de la cama por la radiación que emite y su afección al sueño.
"Es difícil combinar en la actual norma el encaje de piso de estudiantes o el modelo de cohousing porque no está definido y no se incluye la posibilidad de que una cocina sea compartida, por ejemplo", indica Rubio. "La vivienda no es un elemento aislado y pertenece a un sistema complejo de convivencia, a nivel urbano y ecológico. Esto entronca con la idea de defender hábitat como condensador de ese carácter ampliado de la vivienda", subraya.
Asimismo, se pretende atender la urgente necesidad de rehabilitación del parque de vivienda bajo nuevos parámetros para así "garantizar a todas las personas, especialmente a las más vulnerables, una dignidad en sus viviendas". "Se trata de satisfacer las nuevas demandas", recalca.
Y es que, según una encuesta del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE) sobre el impacto del confinamiento por la covid-19 en la vida doméstica, la mitad de las casas, cerca de un millón de hogares, no cuenta con estancias aisladas y ventiladas para alojar a una persona enferma. Además, se ponía de manifiesto que ahora se valora más aspectos como la iluminación natural, la ventilación, el aislamiento térmico o la conectividad con las nuevas tecnologías.
Aunque el trabajo todavía es embrionario, ya se ha constituido una comisión de revisión de la normativa de 2009 como foro de debate para articular las líneas maestras. Estará formada por miembros del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE) y de la propia Conselleria, pero conforme avancen los trabajos se buscará la participación y el consenso con expertos y los agentes del sector. El objetivo es tener este año 2021 una propuesta firme y haber iniciado su proceso de tramitación.