VALÈNCIA. El grupo Volkswagen, a través de su filial para el negocio de baterías PowerCo, pisa el acelerador para la contratación de nuevo personal para su gigafactoría de celdas de baterías en Sagunt. Así, a partir de la próxima semana, la compañía abrirá un nuevo proceso para recibir solicitudes y ampliar su plantilla en España. Una nueva contratación que se suma a las incorporaciones que desde enero ha ido realizando para poner en marcha la maquinaria e iniciar su actividad.
Así lo avanzó el director general de PowerCo Spain, Thomas Dahlem, en una intervención en el eMobility World Congress, en donde explicó que la plataforma de contratación, puesta en marcha por la oficina de la empresa para sus actividades en España, ofrecerá “más posibilidades” para el envío de solicitudes a partir de los próximos días.
Hasta ahora, la selección de personal se ha centrado en la búsqueda de perfiles con un nivel profesional medio como expertos en entornos digitales, supervisor de producción, experto en cultural empresarial, desarrollador de proyectos o experto en movilidad. También, se ha requerido de manager assitant, project manager para gestionar las ayudas del PERTE, así como expertos en digitalización, entre otros.
Y es que, de acuerdo con los planes que la compañía presentó a la Generalitat Valenciana, en la primera fase de puesta en marcha de la factoría se estima una media anual de 8.900 puestos de trabajo directos y 10.200 indirectos durante el periodo 2023-2026. No obstante, en la fase de producción -ya en 2026- se prevé la creación de casi 4.200 puestos de trabajo, de los que el 92% será personal de producción y el 8% de dirección y administración. El empleo indirecto estimado es de unos 27.000 puestos de trabajo, mientras que el inducido alcanza los 11.000, según las estimaciones de Volkswagen.
Asimismo, en su intervención, Dahlem avanzó que durante la construcción de la gigafactoría en Sagunto, que inició las obras la semana pasada, se levantarán cuatro bloques para la producción de celdas, en fases de dos en dos. La empresa quiere convertir a España en el lugar donde se desarrollen las nuevas generaciones de tecnologías dentro de un sector automovilístico español que es la segunda industria más importante de Europa con 2,1 millones de vehículos de producción, el 9% del empleo y una contribución de 19.000 millones de euros.
La futura fábrica de celdas de baterías ocupará una parcela de 130 hectáreas en el polo logístico de Parc Sagunt II, aunque sumando a sus proveedores alcanzará las 200 hectáreas, lo que equivale a unos 400 campos de fútbol. El proyecto cuenta con una inversión de 4.500 millones y se prevé que esté en funcionamiento en 2026.
Las instalaciones valencianas tendrán una capacidad de producción anual de 40 GWh al año, aunque con posibilidad de aumentarla un 50% hasta los 60 GWh. "Tenemos espacio y margen para ello", ha indicado en relación a la construcción de cuatro bloques de factorías estandarizadas que producirán la cantidad de baterías que necesita el grupo, con las que abastecerá a las fábricas de vehículos de Seat de Martorell y Pamplona.
Además, junto a la factoría se ha proyectado una planta de suministro de energía renovable y un centro de Formación Profesional, orientado a la capacitación de jóvenes para la futura gigafactoría. En un principio, la Generalitat Valenciana anunció la compra de una parcela en Parc Sagunt I para ubicar este espacio, pero finalmente se ubicará junto a la fábrica de la multinacional para atender mejor sus necesidades.
De esta forma, este complejo formativo, que será un gran campus en torno a las baterías, se situará "muy próximo" a la gigafactoría y sobre terrenos de Parc Sagunt II, en lugar de en la parcela de cerca de 16.000 metros cuadrados que iba a ocupar en uno de los pocos suelos que quedaban pendientes de la primera fase del parque, según han precisado fuentes de la Generalitat.
En aquella ocasión, la superficie y características del suelo se eligió en base a las necesidades detectadas para este espacio, de acuerdo con un informe elaborado por la Conselleria de Educación y remitido a la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana. Por tanto, desde la Generalitat aseguran que, a priori, la nueva ubicación mantendrá las mismas dimensiones. La intención de la Generalitat es que el Campus Battery esté en funcionamiento en el curso 2024-2025, según apuntó este jueves el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
El futuro centro de formación se proyectó para recibir a cerca de 400 alumnos de especialidades centradas en la mecatrónica, química, automatización industrial y seguridad ambiental, con un claustro formado por 12 docentes. "Vamos a levantar un centro de Formación Profesional denominado 'Campus Battery', cuyo diseño curricular incluye las familias de electricidad y electrónica; instalación y mantenimiento; y química", avanzó Puig en enero en Alemania, en donde encabezó una misión para reforzar las relaciones con la cúpula directiva de Volkswagen y de PowerCo, filial del grupo para el negocio de baterías.
De acuerdo con su diseño, el edificio albergará tres espacios diferenciados. Por una parte, existirá un área de formación para las titulaciones en los sectores de robótica y automatización, así como del sector químico. Por otro lado, habrá un área dedicada al clúster de baterías, que contará con los espacios comunes, administrativos, así como las formaciones complementarias del proyecto relacionadas con másteres, microformaciones o jornadas técnicas y a la carta. La última de las zonas del complejo se reservará para la academia de baterías.
De esta forma, la idea es que cuente con siete laboratorios para el desarrollo de las diferentes materias tanto para análisis químico y fisicoquímico, como microbiología, para ensayos físicos o análisis instrumental. También se han proyectado dos aulas de informática, tres salas polivalentes y seis zonas para talleres relacionados con la química industrial, los sistemas automáticos, la educación ambiental o el mecanizado, además de una biblioteca y diferentes despachos para los profesores y equipo de dirección.
Este espacio forma parte del convenio que suscribió en julio el Consell con la multinacional alemana, y en el que se fijó que la Generalitat invertirá 15 millones en su construcción. De hecho, los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2023 incluían la primera anualidad de 500.000 euros para las obras del edificio. De cara a los siguientes ejercicios, la estimación que hace la Administración Valenciana en sus cuentas es de nueve millones para 2024 y de cinco millones para 2025.
Por otro lado, y en el marco del congreso, este jueves también se celebraba una jornada sobre baterías en la que las empresas urgían a Europa a cerrar un marco regulatorio para este sector que favorezca la inversión y la relocalización industrial ante la puesta en marcha de iniciativas como la gigafactoría.
En este sentido, David Salvo, CEO de Power Electronics, señaló que la gestión de las renovables a nivel europeo ha sido "para salir corriendo y no volver" porque mientras en otras regiones se ha incentivado su funcionamiento, en Europa se ha gestionado "mal" y empresas punteras han tenido que cerrar.
Y, en el actual contexto de aceleración energética y necesidad de almacenamiento, remarcó que mientras en regiones como China se subvenciona hasta el 50% de proyectos como una gigafactoría, en el continente europeo no pasa lo mismo, por lo que se compite con diferentes reglas del juego que penalizan a la industria. "Si no hay un marco regulatorio que proteja, los empresarios nos arriesgaremos y muchos desaparecerán", advirtió.
Pero, además, tal y como comentó Leire Zubizarreta, investigadora del Instituto Tecnológico de la Energía, (ITE) la agilidad e inmediatez en la toma de decisiones también es crucial para acelerar esa transformación y descarbonización. "Hay preocupación en las empresas porque la tecnología avanza muy rápido y se tiene que dar una respuesta ágil a nuevo contexto. De lo contrario, no podremos competir con otros continentes que ya nos llevan ventaja", subrayó.