Hoy es 3 de octubre
VALÈNCIA. Casi 200 muertos en una semana por coronavirus han obligado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a prohibir el tardeo y decretar el confinamiento de 29 municipios. Este mismo martes, cuando Puig y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunciaban las nuevas restricciones tras una reunión del consejo interdepartamental, las cifras de contagios y fallecimientos batían récord incrementando la preocupación sobre el constante crecimiento en las últimas semanas.
Y es que la Comunitat Valenciana registraba 3.930 nuevos casos de coronavirus desde la última actualización y 85 fallecimientos en 24 horas, lo que suponen las cifras más altas de contagios y víctimas mortales desde el inicio de la pandemia. El pasado 29 de diciembre, en vísperas de la Nochevieja, la autonomía ya registró 3.590 nuevos positivos de coronavirus, la que hasta la fecha era la cifra más elevada de la crisis sanitaria, y 60 fallecidos, el segundo número más alto de muertes hasta ese día, después del 3 de abril, cuando se registraron 68 defunciones.
Toque de queda a las 22 horas, cierre de bares a las 17 o locales comerciales con aforos del 30%, las nuevas restricciones anunciadas por Puig llegan tras el paso de todas las fiestas navideñas, ya que entrarán en vigor el próximo 7 de enero hasta el 31 de enero. Sin embargo, el president de la Generalitat descartaba que las nuevas restricciones sean consecuencias de una falta de previsión ante la Navidad sino que se ha adoptado, tras "una evaluación continúa y un análisis riguroso".
"No se trata una superabundancia de restricciones sino de que se cumplan", recalcaba. "Estamos en un punto de inflexión y es cosa de todos que mejore o empeore por ello hay que resistir a la fatiga emocional, ser solidarios, pensar en los demás, cumplir al máximo las normas sin tregua ni relajaciones", insistía, aludiendo a la responsabilidad ciudadana.
En todo caso, la situación es preocupante tras un aumento de la incidencia de un 17% en dos semanas, un crecimiento de la hospitalización del 52% y con 196 muertos en una semana. Barceló también explicaba que la situación de la pandemia muestra una tendencia "al crecimiento en el número casos y se sitúa a niveles muy altos" y de hecho la mayor parte de los indicadores de evaluación del nivel de transmisión presentan "valores altos".
Así, el porcentaje trazabilidad de los casos, que en su mayoría siguen estando controlados, alcanza un valor del 67,54%, mientras que la tasa de positividad es "alto y no ha dejado de incrementarse en el mes de diciembre hasta situarse en el 29,57% actual frente 18,08% en el que estaba el pasado 16 diciembre".
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, concretaba en la comparecencia algunas de las medidas que se incluirán en el próximo decreto, de aplicación en toda la Comunitat Valenciana. Así, no se permiten los eventos o actividades con concentración de personas: espectáculos públicos, actividades recreativas y socioculturales, exhibición de animales y celebraciones populares --los teatros están excluidos-.
En los locales comerciales, el aforo se reduce del 50 al 30%, incluyendo la capacidad de aparcamientos para clientes. De esta reducción se exceptúan los de comercio esencial, dedicados a alimentación, farmacias, ortopedias, ópticas, servicios veterinarios o peluquería, que mantendrán el 50% del aforo.
En el caso de la restauración y hostelería, ha concretado que la actividad concluye a las 17.00 horas sin que la clientela pueda seguir fuera de ese horario, con un máximo de cuatro comensales en las mesas, con horario de inicio según la licencia o autorización y una vez cese la limitación nocturna y sin que se pueda fumar en terrazas.
En el caso de los establecimientos hoteleros, sí que pueden dar servicio de restauración de cena a quienes estén alojados "exclusivamente", mientras que en los de las áreas de servicio o vías de comunicación para transportistas no hay sujección a franja horaria.
Los municipios afectados por el cierre perimentral, con incidencia "crítica" y durante 14 días, son, en la provincia de Castellón: Borriol, Atzeneta del Maestrat, Soneja y Jérica; en Alicante: Alcoi, Castalla y Polop y en Valencia: Llíria, Massanassa, Ayora, Utiel, Sedaví, Sollana, Guadassuar, Oliva, Daimús, Xàtiva, Ontinyent, Sinarcas, Quatretonda, Canals, Benigàmin, Cheste, Moixent, Anna y Bonrepós i Mirambel.
Sanidad ha confirmado a primera hora de la tarde que a estos últimos se suman los municipios de Alfafar, Llocnou de la Coronay Benetússer, que serán confinados junto a Sedaví y Massanasa "por la vinculación de la trama urbanística entre ellos".
Las medidas particulares que se aplican sobre estas localidades, además del cierre perimetral son: el cierre cautelar de todos los centros sociales, tanto públicos como privados. Esto incluye casinos, clubs y locales similares. También cierran los bares, la hostelería y los locales de ocio, a no ser que se preste servicio a domicilio. Del mismo modo, quedan clausurados los gimnasios y los jardines. En cuanto a velatorios, bodas y demás encuentros, estos solo podrán albergar a 15 personas si el evento se celebra al aire libre y a 10 si es en un espacio cerrado.
Ahora bien, más allá de cuáles han sido finalmente las medidas adoptadas, conviene apuntar que en el transcurso de la Interdepartamental para la prevención y actuación frente a la covid-19, los representantes de Compromís en el Consell pusieron sobre la mesa la necesidad de aprobar restricciones más duras ante las alarmantes cifras de contagios y fallecimientos que ha registrado la Comunidad Valenciana en los últimos días. Sin ir más lejos, este martes se batió el récord absoluto desde que estalló la pandemia hace ya más de nueve meses.
Así, miembros de la coalición en el Consell propusieron que el Gobierno valenciano reclamara al Ejecutivo central -el autonómico no tiene competencias para ello- un confinamiento domiciliario de 14 días como se decretó al del inicio de la crisis sanitaria, aunque sin ser tan "duro como en marzo y abril", explican fuentes consultadas por este diario. Planteaban, por ejemplo, que en esta ocasión sí se pudieran mantener los colegios abiertos para que los niños continuaran con las clases. Un escenario que, sin embargo, los socialistas en el Consell rechazaron.
De la misma manera, Compromís también puso sobre la mesa el cierre de las grandes superficies los fines de semana. Una medida que, de hecho, ha acordado Cataluña. No obstante, la propuesta también fue rechazada en la reunión del Consell por "no ir acompañada de ningún informe técnico".
Donde sí hubo respuesta favorable por parte del PSPV y, por tanto, acuerdo fue en la reducción del número de personas permitidas por mesa: si hasta ahora el máximo era de 6 personas, a partir del 7 de enero pasará a ser de 4. Medida con la que los valencianistas se mostraban satisfechos, a pesar de que abogaban por un paquete de limitaciones más duras.
No obstante, si bien tras la Interdepartamental en Compromís sortearon cualquier tipo de confrontación con su socio en el Consell pese a guardar discrepancias respecto a si las medidas adoptadas eran suficientes o se quedaban a cortas en el contexto actual, el clima de aparente sintonía y consenso de por la mañana se disipó a media tarde. ¿El motivo? La llegada de los Reyes Magos en autobús organizada por el Ayuntamiento de València a la que acudieron cientos de personas.
"Creo que lo mejor es callar", escribía en su perfil de Twitter el síndic socialista, Manolo Mata, tras compartir la noticia de la aglomeración en la plaza del Ayuntamiento. Un mensaje al que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, contestaba minutos después con el siguiente tuit: "Pues no callamos. ¡Esto es incomprensible! No podemos callar en la situación de gravedad en la que estamos".
El ambiente se caldeaba más entre PSPV y Compromís con la reacción de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, tras ver la concurrencia de familias en la plaza el mismo día que Puig anunciaba nuevas restricciones para frenar el avance de la pandemia: "Esta imagen y sus consecuencias eran evitables si se hubieran cumplido las recomendaciones de Sanidad. Debía evitarse a toda costa la concentración de personas. Lamentable", expresaba en Twitter. El mensaje, no quedó sin respuesta por parte de Oltra, que reprochó de manera velada que el decreto aprobado esa misma mañana, permitiera la celebración de la Cabalgata entre los eventos navideños autorizados.
Por si fueran pocas las reacciones, a media noche la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, se sumaba al cruce de acusaciones y respondió a Oltra con un mensaje en el que desvelaba -sin mencionarle explícitamente- que durante las últimas horas había pedido al concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, que cancelara la llegada de los Reyes Magos en autobuses. "Lo que me quedaba por leer. Yo misma he pedido a compañeros tuyos que anularán los autobuses. Por lealtad no he aireado públicamente la discrepancia como tú continuamente haces. Pero es inasumible que encima culpabilices a la consellera de un acto organizado por un compañero tuyo", censuraba Gómez.
"Lealtad como sueles decir no es sumisión pero discrepar tampoco es hipocresía y teatro. Se asumen los errores y continuamos trabajando como gobierno conjunto", añadía la también concejala de Urbanismo. En cuestión de horas, no quedó ni rastro de la aparente sintonía y paz entre las fuerzas mayoritarias del Botànic que se quiso trasladar por la mañana.