VALÈNCIA. Organizado un año más por el colectivo Lambda, el festival de cine Mostra la Ploma alcanza su cuarta edición con el deseo de consolidarse como una cita de referencia en el panorama cinematográfico nacional e internacional. Pero su objetivo supone además alcanzar una mayor dimensión social al liberar la idea del cine LGTBI de los ambientes urbanos a los que se le suele atribuir, mostrándose así como una realidad más. "La normalidad que buscamos también pasa por entender que no todas las películas tratan la diversidad en su pleno esplendor, también confluye de forma implícita junto a otros temas más cotidianos, o incluso con la inmigración". Con estas palabras se refería el coordinador de proyectos de Lambda, Luis Noguerol, a una IV convocatoria que mostrará la vida de personas LGTBI en el ámbito rural, ampliando sus miras acorde con los cambios que ha producido la irrupción de los medios digitales en las costumbres y tradiciones. Junto con Noguerol dieron el pistoletazo de salida la concejala de Igualdad y Políticas Inclusivas, Isabel Lozano; y el director adjunto de Audiovisuales y Cinematografía del IVC, José Luis Moreno.
En una doble vertiente de acercar miradas a las realidades de la comunidad LGTBI, a la par que satisfacer a un público interesado en producciones recientes; Mostra la Ploma proyectará durante casi un mes -del 31 de mayo al 23 de junio- 30 películas que serán estrenos en la Comunitat Valenciana, y 11 de ellas estrenos en España. Una cartelera que pasará por las tres secciones tradicionales del festival; a mejor largometraje documental, mejor corto documental y mejor corto de ficción (las dos últimas dotadas con 900 euros y la primera con un galardón de 1.500 euros), junto con la sección no competitiva del festival- Panorama- con la que se dará la bienvenida a la ficción. Pero además, como novedad, este año los espectadores también pueden escoger su producción ganadora con el Premio del Público al mejor largometraje documental (dotado con 500 euros). Una condecoración especial que se suma al Premio del cortometraje con mejor perspectiva educativa, patrocinado por la empresa Culturama (300 euros).
Todas estas propuestas comprenden de alguna forma la diversidad de género, sexual y familiar. No obstante, este año el festival se distingue por hacer especial alusión a la transexualidad a través del lema "Conquerir la igualtat, transformar la societat". Estas son las proyecciones de la IV Mostra la Ploma, según las diferentes vertientes que cubre:
-El choque entre culturas milenarias y los efectos de la globalización-
Los dos títulos que mejor representan la tensión entre culturas milenarias y los procesos de globalización son The Silk and the Flame (Jordan Schiele, EUA, 2018), presentada en la pasada edición de la Berlinale, que aborda la presión heteronormativa en entornos familiares de la China profunda frente a la modernidad que se vive en la capital, y The Next Guardian (Arun Bhattarai, Dorottya Zurbó, Bhutan, Hungría, 2017), la historia de una familia que durante generaciones ha sido responsable de un templo en Bután, y que se enfrenta a la siguiente generación sin una certeza de continuidad entre sus hijos, uno de ellos un niño trans a quien nadie parece asumir como candidato viable.
-El empoderamiento de otras identidades-
La propuesta brasileña Bixa Travesty (Claudia Priscilla, Kiko Goifman, Brasil, 2018) centra su historia en la conocida cantante Linn da Quebrada, quien se define como terrorista de género y ejerce su proyección artística para cuestionar de manera directa y radical los esquemas tradicionales de la diferenciación sexual. También se presenta como 'revolucionaría' la Señorita María: la falda de la montaña (Rubén Mendoza, Colombia, 2017) donde, desde la supervivencia en un medio hostil, se narra la historia de una mujer que lucha por poder ser ella misma construyendo su mundo a base de perseverancia, pequeños apoyos y una fe inquebrantable en ella misma.
-Desde los orígenes-
A veces hay que retroceder en la historia para entender cómo se construyen las identidades que ahora conocemos como tales. Esta función la cumple de alguna manera el largometraje My Wonderful West Berlin (Jochen Hick, Alemanya, 2017,) la cual traza un recorrido por el Berlín Oeste, desde la aparición del muro hasta nuestros días, indagándo con ello en los factores que condicionaron la construcción de una identidad homosexual.
-Un retrato de la realidad-
Aunque casi todos los films buscan acercarse de la forma más pura a los relatos y memorias de quienes han luchado por la diversidad, la aceptación y la igualdad, no todos logran hacerlo de la forma más fiel posible, añadiendo los tintes ficticios que el mundo del cine permite. En ese trabajo por una historial fiel, destaca la cinta catalana Ver a una mujer (Mònica Rovira, Espanya, 2017), una película en forma de diario íntimo sobre el fracaso de una pareja lésbica. También lo logran la sensual Corpo elétrico (Marcelo Caetano, Brasil, 2017), a través de un retrato generacional que presenta de manera desproblematizada la diversidad de la sociedad brasileira; I am Truly a Drop of Sun on Earth (Elene Naveriani, Geòrgia, Suïssa, 2017), con personajes desplazados en la Europa del Este, o Hoy partido a las tres, que retrata la cotidianeidad de un equipo de fútbol femenino argentino. Completa la programación el estreno en España de Cuatro días, cuatro noches, una historia de amor en tiempos de la aplicación gay Grindr.
-Género fantástico o de ciencia ficción-
Dentro del propósito de llevar las historias LGTBI más allá de escenarios metropolitanos, también hay cabida a tratar la diversidad sexual a través de géneros fantásticos o de ciencia ficción. Desde la sección de 'Panorama' destacan As boas maneiras (Juliana Rojas, Marco Dutra, Brasil, 2017), una reflexión sobre la animalidad, la monstruosidad y la diversidad. Una película que se alzó con el Leopardo de plata en el Festival de Locarno. O la sugerente Les Garçons sauvages (Bertrand Mandico, França, 2016), una fábula queer donde el género de aventuras se desdibuja y se mezcla con la estética de Guy Maddin o Fassbinder.
-Vínculos amorosos-
Desde la sección de cortos, Mostra la Ploma centra sus propuestas a partir de cuatro bloques; entre ellos 'Vínculos amorosos', donde se narran historias con construcciones afectivas de todo tipo, vínculos amorosos que se construyen y deconstruyen y personajes que muestran sus dificultades para continuar con sus vidas una vez estos se debilitan o se rompen. La noche al sol (Pablo Bochard, Argentina, 2018), Loris sta bene (Simone Bozzelli, Itàlia, 2017), J’aime les filles (Diane Obomsawin, Canadà, 2016), Cachorro (Gustavo Vinagre, Brasil, 2017) y Momo (Yun Joo Chang, Corea del Sud, 2016).
-Desvelar los silencios-
Igualmente, el festival de cine quiere recordar a través de su programa el sufrimiento que padecen todas aquellas personas que no pueden ser libres, porque cada vez que tratan de serlo se topan con sistemas que no aceptan otros modos de sexualidad o identidad. Buen reflejo son Pria (Yudho Aditya, Indonèsia, EUA, 2017), Harding and His Camera (Rob Eagle, Regne Unit, 2017), L’albero rosso (Paul Rowley, Itàlia, 2018) y Marguerite (Marianne Ferley, Canadà, 2017).
-Relatos en tránsito-
También hay espacio para cuatro cortos que aportan una visión muy personal y diversa sobre cómo enseñar sobre la transexualidad o el transgenerismo, sin dejar de lado la realidad de la marginación social, que muestra The World in Your Window (Zoe McIntosh, Nova Zelanda, 2016), o situaciones específicas como la del embarazo de hombres transexuales, que aborda Get The Life (Ozzy Villazòn, EUA, 2016).
Igualmente, el programa da cabida a estilos de vida militantes y activistas, y personajes empoderados que muestran la necesidad de seguir visibilizando las realidades trans en nuestras sociedades con I am Sheriff (Teboho Edkins, Sud-Àfrica, 2017) o Soy Álex (Itzuri Sánchez, Joss Manz, Espanya, Mèxic, 2017, 16).
-Del deseo y la identidad-
La sección de cortometrajes concluye con una selección de producciones que exponen lo importante que es el deseo sexual en la construcción de identidades colectivas y los "desajustes" que se forman cuando los deseos y las identidades no se corresponden: Batería (Damián Sainz, Cuba, 2017), Natalie.D (Angèle Béraud, França, 2017), Rouge amoureuse (Laura García, Franca, 2017), Pre-Drink (Marc-Antoine Lemire, Canadà, 2017) y Solitaire (Anna Maria Staiano, Espanya, 2017) componen esta sesión.
Mostra la Ploma completa su propuesta transgresora con un encuentro entre los escritores Anna Boluda, Eley Grey i Encarna Sant-Celoni, quienes profundizarán en la diversidad. También se inaugurará la exposición Museari Art&Queer. The World Famous LGTB Museum, con una selección de obras de diferentes artistas que han expuesto en el museo durante el pasado año. Se presentará el proyecto pictórico de Julio de Gracia, en una denuncia a los discursos de LTGBIfobia y se abrirá un taller performativo, junto con recitales poéticos y fiestas, tanto para todos los públicos como para las familias.