VALÈNCIA (VP). Acacia Inversión celebró el pasado jueves un encuentro con periodistas en el contexto del 25 aniversario y el final del ejercicio 2022, en el que participaron Miguel Roqueiro, director general y de inversiones, Germán García, responsable del área de asesoramiento y Ander Arcaraz, gestor de patrimonios y responsable de renta fija.
La entidad habló de los buenos resultados de gestión de los últimos años, y de 2022 en particular. Pero sobre todo explicó de dónde vienen, resumiendo el ADN de Acacia: coinversión, independencia, enfoque patrimonialista y visión a largo plazo, mentalidad abierta e innovadora y un estilo de inversión que surge de todo ello, basado en un equipo multidisciplinar, la sistemática y la flexibilidad.
Asimismo, el director general de Acacia Inversión, Miguel Roqueiro, informó acerca de los nuevos proyectos que están encima de la mesa. Por un lado, están las iniciativas para satisfacer la demanda de nuevos inversores (institucionales y banca privada principalmente) que actualmente encuentran dificultades para acceder a los fondos por tener ISIN español, un problema de sobra conocido en el mercado nacional. En palabras de Roqueiro: “es un techo que si lo abrimos puede ser un empujón adicional al fuerte crecimiento que hemos tenido estos años”. La firma está barajando la posibilidad de lanzar sus productos más grandes en Luxemburgo, un proyecto que está todavía en fase de estudio. En este grupo destaca también la apertura de nuevas clases con el objetivo de tener presencia en las principales plataformas y redes de venta.
Por otro lado, de los propios clientes de Acacia con un perfil inversor más agresivo, surgió la idea de lanzar un Fondo de Inversión Libre (FIL) que sirva de destilado de las mejores ideas del equipo de inversiones. Este vehículo, cuyo lanzamiento en la actualidad está en fase de preparación, tendría una concentración mucho mayor y un carácter más oportunista.
Todas estas medidas van encaminadas a satisfacer la nueva demanda, tanto de los propios clientes de Acacia en el caso del FIL como de aquellos inversores que están mostrando interés dados los buenos resultados y el enfoque diferencial de las carteras de la entidad.
Un crecimiento que surge de forma orgánica, con foco en lo cualitativo y sin ningún objetivo cuantitativo: “La compañía se tiene que reforzar sin perder el ADN”, afirmó Miguel Roqueiro. Para ello, en estos momentos tiene abiertos procesos de selección para las oficinas de Bilbao y Madrid, con el objetivo de incorporar nuevo talento al proyecto, siempre con personas que compartan el ADN de Acacia.