VALÈNCIA (EP). Aimplas ha logrado el sello Calculo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para los años 2019 y 2020 gracias a la inscripción de su huella de carbono en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2, correspondiente a los alcances 1 y 2, relativos a sus emisiones directas e indirectas (por compra de electricidad).
Según ha informado el instituto en un comunicado, la obtención de este sello es voluntaria y va respaldada por un plan para la reducción de las emisiones de CO2 que contempla desde potenciar instalaciones solares de autoconsumo al fomento de la movilidad sostenible.
Desde 2008 se han inscrito en este registro cerca de 2.200 organizaciones, que han registrado más de 5.200 huellas de carbono, entre ellas Aimplas, como parte de su compromiso con los ODS de las Naciones Unidas.
La inscripción de la huella de carbono de Aimplas en el registro del Ministerio va a acompañada de un plan para su reducción que, entre otras cosas, incluye duplicar la actual capacidad instalada de energía fotovoltaica y primar la presencia de las energías renovables en la compra de electricidad.
En relación con la eficiencia energética, uno de los objetivos pasa por seguir reduciendo el consumo de combustibles fósiles mediante el fomento de la conducción eficiente y el coche compartido, mejorando la calificación energética de la flota de vehículos de empresa y electrificándolos, acompañado de un aumento del número de cargadores para vehículos eléctricos disponibles en sus instalaciones.
La eficiencia energética y la reducción de emisiones son criterios que han acompañado el crecimiento de Aimplas también en lo que se refiere a instalaciones. Así, en 2020 entró en funcionamiento una nueva nave de 1.500 metros cuadrados destinada a laboratorios y planta piloto que se concibió, desde el primer momento, con criterios de sostenibilidad medioambiental y se ha convertido en el primer edificio de laboratorios español en contar con el certificado Breeam.
Además, Aimplas dedica una parte importante de sus proyectos de I+D+i a investigar nuevos métodos de captura y uso de CO2 y nuevos materiales para sistemas de almacenamiento de energía para contribuir a la descarbonización de la economía.
El objetivo es desarrollar sistemas de captura y separación eficientes para posteriormente emplear el dióxido de carbono recuperado como un recurso en la producción de nuevos plásticos y en el caso de la energía almacenarla y usarla de modo eficiente.