Fusión
No suelo frecuentar mejicanos. Soy demasiado especialito con el picante y mi cilantrofobia genética me hace reconocer como detergente un buen guacamole. Quizá por eso podría vivir en una mesa de Apapacho, porque lo de Óscar y Ana es un pedazo de restaurante de producto con un envoltorio azteca. Poderosas las croquetas de huitlacoche. Locura, la empanada de maíz con el relleno de cangrejo, veracruzana y mayo de habanero fermentado o su pulpo. Y me cuesta hablar en València de un foie casero como el de ellos. Solo a entrante limpio tienes la diversión asegurada.
En confianza: Con los segundos déjate llevar por Ana; la pieza que te aconseje se clavará a fuego en tu memoria gustativa.
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Steak tartar