VALÈNCIA. Compromís Albaida comienza 2024 con el pie izquierdo al caer su alcaldía tras la moción de censura presentada por el PP el pasado 15 de diciembre. La crispación se ha notado en el ambiente en el pleno extraordinario celebrado en el municipio de la Vall d’Albaida este 2 de enero para desbancar al hasta ahora alcalde Alejandro Quilis.
No ha habido asientos libres en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Albaida para contemplar cómo el popular Juan Carlos Roses asumía la vara de mando tras el pleno extraordinario de este martes en el que ha salido adelante la moción de censura al hasta hoy alcalde Quilis. Una moción que no podría haberse llevado a cabo sin el apoyo de dos tránsfugas del PSPV –Cristina Vila y Pau Sempere–, dos de los propuestos para la candidatura socialista en mayo.
El PP de Albaida pidió públicamente la destitución del alcalde Alejandro Quilis y registró el pasado 15 de diciembre en el Ayuntamiento la moción de censura para destituir al actual edil y presentar a su portavoz y actual alcalde, Juan Carlos Roses, como candidato a la nueva alcaldía y así lo ha logrado. Los demandantes de esta dimisión han contextualizado la situación de Albaida como un periodo de crisis institucional que ha desencadenado la actual crisis económica que, según la organización política, impide el correcto funcionamiento del ayuntamiento.
En las elecciones de mayo, el Partido Popular ganó las elecciones; sin embargo, un pacto entre Compromís y PSPV otorgó la alcaldía a la izquierda. 126 días después del pacto de investidura, Compromís dejó de contar con el soporte del partido socialista, gobernando así con una minoría de 4 concejales sobre 13 que componen el Pleno. “Esta pérdida de apoyo gubernamental conduce a Albaida hacia cuatro años de retrocesos, de prórrogas de presupuestos por falta de consenso y de una atención municipal que la ciudadanía no merece”, ha manifestado uno de los tránsfugas del PSPV, Pau Sempere.
La oposición acusa al alcalde de “inmovilismo” y defiende que ello ha supuesto un cambio de rumbo del ayuntamiento y la “decadencia” del mismo. El exitoso candidato, Roses, ha reclamado en su escueto discurso: “Necesitamos un alcalde que tome medidas”. En declaraciones posteriores en el acto de San Vicente, Vicent Mompó ha justificado esta moción como una forma de "dar estabilidad, seguridad, dignidad y seriedad al municipio".
Por su parte, Alejandro Quilis ha hecho un recorrido por el mandato de Compromís y ha calificado este tiempo como “vertiginoso”. El portavoz del partido considera haber estado “de lado del vecindario y haberles dado prioridad ante todo”. En su discurso, se ha disculpado por aquel que así no lo haya sentido, pese a no concordar con las acusaciones de paralización y considerar haber generado un cambio a mejor en el ayuntamiento. “Nuestro objetivo era servir Albaida, no servirse de Albaida”, ha sentenciado. El exalcalde ha finalizado el discurso acompañado de un largo aplauso de los asistentes al pleno extraordinario; sin embargo, desde la mesa del pleno solo dos concejales han secundado el aplauso.
El aplauso ha precedido al tan esperado discurso de David Palací, el único concejal del PSPV que no ha apoyado la destitución de Quilis. En su alegato, se ha dirigido a los que ha designado como “ofendidos” – haciendo referencia a los votantes de izquierda que no apoyan a los dos tránsfugas– , a Compromís y al Partido Popular. A los votantes de izquierdas “que responsabilizan al partido socialista” de este cambio gubernamental les ha respondido que Sempere y Vila “actuaban de manera unilateral” y ha aclarado que ya no forman parte del partido, por lo que no es el partido socialista el que ha apoyado esta moción. Por lo que respecta a Compromís, les acusa de falta de autocrítica y de no haber cedido al pacto propuesto en un primer momento tras las elecciones. Finalmente, al Partido Popular –entre citas– le ha achacado la “herencia ruinosa que les ha dejado” y le anima a “redimir sus pecados” durante este mandato.
En una segunda intervención, el portavoz de Compromís y hasta ahora alcalde ha resumido el motivo de la moción en un dicho: “Por donde hablas, pasas”. Quilis ha señalado los proyectos que se han impulsado desde el gobierno y que espera que no queden paralizados. Asimismo, ha criticado las formas que, según él, ha tenido la oposición para ejercer presión sobre su dimisión. Recurriendo a la hemeroteca, ha expuesto las contradicciones en esta moción y ha calificado de “venganza personal” la motivación de esta actuación. A su vez, ha mostrado las “pocas esperanzas” que tiene en el cumplimiento de las promesas del PP, en especial teniendo en cuenta el contexto del ayuntamiento. Durante el pleno ha contado con el apoyo de su compañera Àgueda Micó, dirigente de Compromís y diputada de Sumar en el Congreso, quien ha formado parte de las personas asistentes.
Antes de proceder a la votación el portavoz del PP ha aclarado: “No vamos a gobernar juntos”, como respuesta al alcalde y ha recalcado que fue Palací, quien en primera instancia propuso la moción de censura por la “insostenibilidad del ayuntamiento”.
Con el aval de ambos exconcejales del PSPV el Partido Popular ha logrado un apoyo de 7 votos en la actuación política de hoy. Sin embargo, pese a dar la alcaldía a Roses, la votación no ha sido tal y como se preveía. Mª Ángeles Salom –la edil que no firmó el acuerdo de alternancia con el PSPV y con ello provocó la marcha del partido socialista del gobierno local – no se ha presentado en el pleno y, por tanto, la moción ha contado únicamente con 4 votos en contra. Con el único apoyo de un concejal del PSPV –David Palací–, la abstención de la exconcejala del PSPV Cristina Vila y el voto de Pau Sempere a favor de su destitución, Alejandro Quilis deja la alcaldía, abandonado por el que iba a ser el equipo de gobierno inicial durante este mandato. Tras ello, se ha procedido a la toma de posesión de Juan Carlos Roses con abucheos por parte de los asistentes, que han sido invitados a salir.
Ya como alcalde, Roses ha hablado de "estabilidad y cambio de rumbo". Ha apostado por el consenso y el trabajo con otras fuerzas políticas. Desde el Partido Popular se han propuesto como objetivo de mandato la mejora de la economía local y los servicios públicos. Prometen reajustar el presupuesto para “cambiar el rumbo de la ciudad” con una programación cultural de la mano del tejido asociativo, así como el fomento de las asociaciones deportivas. Para llevar a cabo su plan estratégico se reunirán con los departamentos estratégicos, los técnicos municipales y los agentes pertinentes para realizar un análisis y en una segunda fase elaborar el presupuesto municipal 2024. Todavía no han querido aclarar si los dos tránsfugas asumirán alguna de las concejalías pero en sus declaraciones el alcalde no lo ha negado.
Tras 12 años de gobierno de Compromís, en los que han sido la fuerza mayoritaria durante dos legislaturas seguidas, el PP logra la decimotercera alcaldía de la Vall.