VALÈNCIA. El director de activos singulares de Haya Real Estate, Augusto Monte, analiza el momento en el que se encuentra el sector inmobiliario valenciano, del que destaca la escasez de solares urbanizables disponibles en la ciudad de València. Por ello aboga por "desarrollar el suelo en gestión y centrarse mucho en la rehabilitación de edificios en la capital".
¿Qué consideran activos singulares?
Cuando hablamos de activos singulares nos referimos a todo aquello que no sea un único activo residencial. Es decir, desde proyectos residenciales completos, a naves, locales oficinas, y hasta suelos en distintas fases de desarrollo: rústicos, urbanizables y solares...
¿Cuál es el perfil del comprador interesado en este tipo de productos?
Encontramos interés tanto por parte de particulares, como principalmente de grandes inversores institucionales, entre otros perfiles, como las socimis, que continúan teniendo bastante peso. Los fondos internacionales, por su parte, siguen teniendo gran protagonismo en las operaciones que se cruzan en la actualidad. A nivel nacional, también cabe mencionar los family offices. Se trata de un tipo de activo que despierta mucho interés en la actualidad.
¿Qué peso tiene el comprador extranjero?
Los inversores institucionales, y especialmente con un perfil internacional, están teniendo mucho protagonismo en mercados como Madrid, Barcelona y Levante, muy centrados en grandes operaciones corporativas. Están desarrollando en nuestro país estructuras sólidas de análisis y desarrollo de negocios inmobiliarios, por lo que la percepción es que han venido para quedarse y ven un potencial muy interesante en los activos domésticos. De cualquier forma, el inversor nacional más tradicional, y los nuevos actores en la promoción inmobiliaria que surgieron a raíz de la anterior crisis, no se quedan atrás con respecto al extranjero y también siguen jugando un papel muy relevante en lo que a análisis de operaciones se refiere.
¿Es verdad que existe falta de suelo? ¿Qué interés despierta Valencia en este sentido?
A nivel nacional, Madrid y Barcelona están muy tensionadas en precio sobre todo en solares y suelos en el ámbito residencial. Ahora mismo hay más demanda que oferta y a corto plazo vemos pocas opciones de que cambie esta situación. En Madrid, principalmente en la capital y en la primera corona metropolitana, apenas hay suelos edificables. En Barcelona ha pasado lo mismo pero a otra velocidad. Eso ha provocado que el inversor más institucional esté mirando a otras localizaciones ahora interesantes y con buenas perspectivas como por ejemplo Sevilla, Málaga y Valencia.
En concreto, en la Comunidad Valenciana el repunte comenzó por Alicante, donde la vivienda de obra nueva se coloca muy bien tanto entre inversores locales como nacionales e internacionales. En este sentido, en promociones de inmuebles van por delante del resto de las provincias levantinas.
Por su parte, Valencia se situaría en segundo lugar, donde las grandes promotoras inmobiliarias y una serie de cooperativas han ido adquiriendo suelo desde 2017. Actualmente apenas quedan solares, lo que se ha traducido en una nueva inclinación por zonas que hasta ahora no habían despertado interés. Para el próximo año el foco debería estar en desarrollar el suelo en gestión y centrarse mucho en la rehabilitación de edificios en la capital.
En el caso de Castellón comenzamos a ver un repunte, ya que algunos de los grandes planeamientos que se quedaron estancados en la crisis se están reactivando en la actualidad, aunque los procesos han ido más lentos si se comparan con Alicante y Valencia. Para 2019 se esperan importantes operaciones tanto en la capital y zonas próximas como Benicasim.
¿Qué ocurrirá con el mercado interior? ¿Terminará de reactivarse en 2019?
A nivel de mercado interior, el comprador de esos suelos será un perfil distinto, la demanda tendrá que surgir de los promotores más locales, que esperamos que se active en 2019 aunque de forma gradual. Para ello será clave la financiación.
¿Cómo ve el sector logístico?
Está muy boyante a causa del gran crecimiento del e-commerce, un negocio que necesita grandes superficies de almacenaje y de consumo y que mantienen el apetito en el sector logístico. Estamos viendo un gran interés en el mercado por este tipo de activos, algo que pensamos se mantendrá en los próximos meses. En este sentido, es muy relevante tanto la ubicación como la buena comunicación. En general, los inversores suelen ser internacionales, aunque se empieza a ver un mayor interés por parte de actores locales. Se prevé que los mercados secundarios sigan siendo un foco de atracción para los inversores debido a la falta de oferta tanto en Madrid como en Barcelona.
¿Y el mercado de oficinas?
La actividad en el mercado de oficinas en este 2018 ha superado las cifras registradas en 2017. De nuevo, y como es lógico, Madrid y Barcelona son las dos ciudades con mayores niveles de ocupación y más demanda de espacios. En el caso de Valencia también hemos visto un repunte recientemente. Actualmente no hay una oferta potente de oficinas de última generación por lo que sobre todo prima la localización, aunque sí podemos señalar que ya se empiezan a ver nuevos desarrollos en la periferia de las principales ciudades, debido a la falta de disponibilidad en zonas céntricas, que cada vez cobran más peso.
¿Cómo esperan que evolucione este segmento en 2019?
Tras un periodo turbulento, el sector ha vivido una reactivación lenta pero constante y continuamos en un contexto favorable de cara al año que viene, gracias, entre otras cosas, al interés por los activos singulares. La escasez de producto en Madrid y Barcelona para atender a la demanda actual seguirá provocando la distorsión entre la oferta y la demanda de activos que provocará tensiones al alza en los precios y la búsqueda de zonas alternativas de inversión. En este sentido, veremos que la reactivación de este tipo de actividad continuará en otras zonas como el País Vasco, Valencia, Zaragoza, Sevilla y Málaga, que se han convertido en los mercados alternativos a Madrid y Barcelona para los inversores.