Carlet delega en la Mancomunidad de la Ribera Alta la gestión de la tasa de basuras 

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Carlet ha acordado delegar las competencias municipales sobre la gestión de la nueva tasa de basuras en favor de la Mancomunidad de la Ribera Alta. Así lo aprobó el consistorio en la sesión plenaria del pasado 26 de septiembre; una decisión que pasa por la adhesión del municipio al servicio de tramitación tributaria de la Mancomunidad en materia de residuos sólidos urbanos. 

El anuncio se ha publicado este lunes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), en el que se recuerda que la imposición de la tasa, de carácter obligatorio, debe ser "específica, diferenciada y no deficitaria, y tiende a establecer de forma progresiva sistemas de pago por generación de residuos". De esta manera, el gravamen persigue el objetivo de reducirlos y separarlos correctamente. 

En esa misma línea, la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que entró en vigor en abril de 2022 y que desarrolla una directiva europea, insta a las entidades locales al "establecimiento de una tasa de recogida y transporte de residuos sólidos urbanos", así como a su regulación mediante una ordenanza fiscal propia. 

Si el Ayuntamiento de Carlet gestionase de forma individual la nueva tasa de basuras, debería elaborar un padrón con más de 9.000 objetos tributarios, lo que comportaría notificar a cada uno de ellos su alta, sin olvidar la domiciliación bancaria de los recibos y el mantenimiento del padrón. Todo ello supondría un enorme esfuerzo para el consistorio en términos humanos, de los que reconoce que existe una "evidente escasez".

Por ese motivo, el consistorio ha optado por delegar la gestión tributaria en otro ente supramunicipal: la Mancomunidad de la Ribera Alta, que el pasado mes de mayo habilitó un servicio para facilitar a los ayuntamientos mancomunados la gestión y la tramitación tributaria de esta tasa. 

Los gastos de adhesión al servicio conllevan 72.000 euros

Según expone el documento del DOGV, la Mancomunidad de la Ribera Alta percibirá la cantidad resultante de la aplicación del impuesto, en función del importe determinado en los presupuestos elaborados por la entidad local para cada ejercicio.   

En el caso de Carlet, el consistorio ha previsto unos ingresos de aproximadamente 370.000 euros con la implantación de la nueva tasa de basuras. En ese sentido y, de acuerdo al estudio económico de la tasa, los gastos de adhesión al servicio mancomunado se estiman en casi 72.000 euros. 

Unos gastos sobre los que el texto hace una puntualización: "Se pagarán a través de la compensación con las cantidades recaudadas por la Mancomunidad a liquidar en el Ayuntamiento de Carlet". El cobro se iniciará a partir del 1 de enero de 2025, coincidiendo con la entrada en vigor de la imposición y exacción de la nueva tasa. 

Así funciona el servicio mancomunado de gestión de la tasa

El servicio de la Mancomunidad de la Ribera Alta está planteado para gestionar la tasa de recogida de residuos sólidos urbanos en los municipios que aprueban su ordenanza propia. Además, también pretende apoyar en el asesoramiento técnico para la valoración de la ordenanza.

En ese sentido, comporta la elaboración, mantenimiento y aprobación del padrón, altas, bajas y cambios de situación del obligado tributario. Asimismo, implica la publicación de los edictos de aprobación y exposición pública de los padrones correspondientes; la aplicación de bonificaciones y exenciones fiscales según sus ordenanzas y toda competencia para resolver procedimientos en materia tributaria.

En esta gestión, la Mancomunidad de la Ribera Alta prevé la colaboración de la Diputación de Valencia en la fase de recaudación y pretende también dar una atención al ciudadano a través de la oficina de tramitación y gestión tributaria, como también la defensa jurídica de los posibles recursos que puedan interponerse.

La oficina de gestión tributaria estará conformada por personal especializado que podrá atender a la ciudadanía de manera presencial o a través de la sede electrónica, al mismo tiempo que se crea una nueva unidad de negociación con personal administrativo, técnicos y equipos de procesos informáticos para poder llevar a cabo la tarea de gestión tributaria.