Foto: FRANK RUMPENHORST/dpaBRUSELAS. Mientras los estudiantes ya recurren al ChatGPT para hacer sus deberes con la herramienta de Inteligencia Artificial (IA) que emula el procesamiento del lenguaje natural, la Unión Europea (UE) está en fase de aprobación de una nueva regulación sensible con el respeto a los derechos humanos y la privacidad de sus ciudadanos. La aprobación de la nueva norma está prevista para este año y se espera que entre en vigor en 2024. En este momento, ya son tres los países que han reclamado un control más exhaustivo, como España, Francia e Italia.
El 21 de abril de 2021 se aprobó la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establecen normas armonizadas en materia de Inteligencia Artificial, conocida como la Ley de Inteligencia Artificial. Pero con ChatGPT, el chat de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI, ya ha quedado desfasada incluso antes de su entrada en vigor. Ya hay medios de comunicación que, por ejemplo, están estudiando utilizar esta herramienta para escribir artículos. El siguiente paso sería utilizarlo en la educación online a todos los niveles académicos.
El pasado mes de diciembre el Consejo pidió una IA segura que respete los derechos fundamentales y adoptó una “posición común” sobre este Reglamento para garantizar que los sistemas de inteligencia artificial (IA) introducidos en el mercado de la UE y sean seguros y respeten la legislación vigente en materia de derechos fundamentales, así como los valores de la Unión.
Por ello, introduce la noción de prácticas de IA prohibidas y prácticas de riesgo. El texto amplía a los agentes privados la prohibición de utilizar la IA con fines de monitoreo a los ciudadanos. Además, la disposición por la que se prohíbe el uso de sistemas de IA que explotan las vulnerabilidades de grupos específicos de personas ahora incluye también a las personas vulnerables por su situación social o económica.
Por lo que respecta a la prohibición relativa al uso de sistemas de identificación biométrica remota “en tiempo real” en espacios de acceso público por parte de las autoridades encargadas de la aplicación de la ley, el texto aclara los objetivos para cuya consecución dicho uso es estrictamente necesario con fines de aplicación de la ley y a qué autoridades encargadas de la aplicación de la ley se les debe, por tanto, permitir excepcionalmente el uso de dichos sistemas.
En tanto entra en vigor la norma, la Agencia Española de Protección de Datos ha reclamado que el Comité Europeo de Protección de Datos evalúe los problemas de privacidad en torno a ChatGPT. Se une con ello, a Francia e Italia, aunque este último país lo acaba de bloquear. Por ello, piden que el ChatGPT se incluya en el próximo Comité Europeo de Protección de Datos con objeto de revisar su introducción en Europa.
Frank Schwarz, gestor de carteras en MainFirst Asset Management, comenta las ventajas y los posibles peligros del uso masivo de modelos de procesamiento del lenguaje natural , que es en lo que consiste el ChatGPT. Desde el punto de vista tecnológico, es probable que los bots basados en texto sean una de las primeras áreas de aplicación de la inteligencia artificial, que promete beneficiar al público en general y goza de gran aceptación.
Sin embargo, las posibles implicaciones para la sociedad no están exentas de polémica. Los analistas han empezado a mencionar el potencial de los chatbots del futuro para sustituir campos enteros dentro del mercado laboral. “Por ejemplo, el periódico Daily Mirror, fundado en 1920, está estudiando hasta qué punto sus empleados pueden utilizar chatbots para redactar noticias breves y automatizar así el periodismo tradicional”, añade Schwarz.
El analista explica cómo funciona esta herramienta de IA para mostrar el alcance de los cambios que podrían provocar los modelos de aprendizaje automático, a través de una búsqueda en Internet. “Hasta ahora, las búsquedas de determinados términos se hacían mediante algoritmos, que remitían a los contenidos de determinadas páginas web. Por ejemplo, si se realizaba una búsqueda sobre un asunto jurídico, se obtenía un enlace a un texto legislativo o un enlace a comentarios sobre dicho texto. En cambio, un bot basado en la inteligencia artificial podría proporcionarle la base correcta de la demanda, así como una interpretación jurídica del asunto”.
Además, los usuarios pueden hacer un seguimiento de las respuestas proporcionadas y afinar los resultados interactuando con el bot. De este modo, los chatbots podrían actuar como una especie de asistente para diversas búsquedas sin que tengamos que investigar nosotros mismos. Aumentar la productividad con la ayuda de chatbots parece posible en muchos ámbitos laborales.
“No es de extrañar que las inscripciones a Open.AI, el operador de ChatGPT, se hayan disparado y, últimamente, los registros hayan superado incluso los de la aplicación de más éxito hasta ahora, TikTok”, indica Schwarz. Aunque la herramienta se diseñó principalmente para preguntas basadas en texto, millones de usuarios están poniendo a prueba las capacidades de la inteligencia artificial.
Según este analista, aún no está claro cómo se monetizarán los chatbots, ya que Open.AI Inc. se fundó como organización sin ánimo de lucro. Uno de los inversores iniciales fue Elon Musk, que promovía la libre colaboración con el público y la puesta a disposición de los resultados de la investigación sobre una base de código abierto. Sin embargo, Microsoft ha anunciado recientemente una inversión de 10.000 millones de dólares y es probable que espere una amortización.
Para Schwarz, la inversión de Microsoft marca efectivamente el inicio de la batalla por la supremacía en el Procesamiento del Lenguaje Natural. Los actores habituales que cuentan con operaciones de inteligencia artificial, como Alphabet, no tardaron en lanzar su propia versión de un chatbot. En el caso de la matriz de Google, también estaba en juego su posición dominante en el negocio de los motores de búsqueda. “Si Microsoft logra integrar ChatGPT en su motor de búsqueda BING, algunos de los lucrativos ingresos publicitarios de Google estarían en peligro”, alerta.
Schwarz ha hecho su propio experimento ha preguntado a ChatGPT quiénes son los beneficiarios del creciente uso de chatbots. La respuesta de este chat ha sido: “El uso generalizado de ChatGPT probablemente sería beneficioso para muchas empresas de diversos sectores”, como “las empresas que desarrollan y ofrecen soluciones de chatbor”.
Los fabricantes de semiconductores, las empresas de computación en la nube como Amazon Web Services, Google Cloud y Microsoft Azure también podrían beneficiarse de una mayor demanda de estas aplicaciones. Las empresas especializadas en inteligencia artificial y aprendizaje automático y, por último, las empresas que utilizan soluciones de chatbot para interactuar con sus clientes. No obstante, es necesaria una potencia informática suficiente y, para ello, es esencial un nuevo aumento del gasto en IT. “Por otro lado, es probable que las cuestiones de seguridad de los datos y derechos de autor adquieran cada vez más importancia”, finaliza Schwarz.
