VALÈNCIA. De la empresa privada y la docencia a ser alcaldesa y presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). De ejercer de maestra en un municipio cercano a asumir la vara de mando y un escaño en Les Corts. De dirigir una campaña electoral local a hablar como director general de Diversidad. De responsable de comunicación de una entidad comarcal a ser la directora del comercio a escala autonómica.
El acceso al gobierno del Partido Popular ha conllevado un cambio político que ha tenido una repercusión personal en numerosos afiliados suyos. Muchos se incorporan por primera vez a la vida pública; bastantes otros lo hacen en una segunda etapa tras el inciso de los dos mandatos del Botànic, y para algunos supone un salto de la gestión local a la regional que, con apuros y estrechez de tiempo, tratan de compaginar. O de sacarle partido.
En esta circunstancia se halla, por ejemplo, Stephane Soriano, director de campaña electoral del reelegido alcalde de Benaguasil, Ximo Segarra. En el nuevo ejecutivo municipal ha asumido, además de la portavocía, las delegaciones de Urbanizaciones, Gobierno Abierto y Proyectos Europeos. El nuevo Consell lo nombró el pasado mes de julio director general de Diversidad.
¿Puede abarcarlo todo? “Intento dosificarme, aunque es cierto que la gestión autonómica absorbe la mayor parte de mi tiempo. En mis delegaciones locales ayuda mucho la coordinación con las brigadas municipales y con representantes de cada zona. Saben que intento atender a cualquier hora que me contacten”, explica Soriano.
¿Y aporta la experiencia local a la nueva etapa regional? “A nivel autonómico haber estado casi 18 años en la gestión municipal ayuda mucho, sobre todo por saber la especial sensibilidad que hay que tener con el municipalismo. Es fundamental escuchar, atender y ser próximo para mejorar situaciones que muchas veces requieren principalmente de voluntad”, responde.
En ese aspecto de aportar insiste la nueva presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Rocío Cortés. Ha pasado de ocupar su tiempo laboral en tareas empresariales –fue distinguida como mujer emprendedora- y docentes –daba clase en dos universidades-, a participar por primera vez en una intensa campaña electoral en la que trasladó sus conocimientos de mercadotecnia por ejemplo a la vestimenta, ya que el amarillo se convirtió en su seña de identidad, en su marca personal.
Sacó ocho concejales, pactó con el Partido de Requena y Aldeas -que obtuvo tres -e izó la vara de mando de Requena, localidad cuyo topónimo pronuncia a la mínima que tenga ocasión allá donde converse. Lo liga a la superficie de 800 kilómetros que lo distinguen como el más extenso de la provincia. O a sus más de una veintena de aldeas, “algunas con un número superior de habitantes al de muchos municipios”.
Por si acaso la política local no le reportara suficientes emociones, el pasado tres de octubre el PP, su partido, la anunció como presidenta de la FVMP. “Estoy tratando de adaptarme al cargo y de asumirlo con todas sus vertientes y responsabilidades”, apunta Cortés, que insiste en que al final de lo que se trata es de “aportar”. En su caso, lo ve como una ocasión para que su Requena natal despunte en la Comunidad Valenciana.
No obstante, como sabe que la misión no resultará fácil, rápidamente contactó con antecesores suyos en el cargo local y con la única persona que plenamente le puede comprender porque también compaginó ambos puestos, los de alcaldesa de Requena y presidenta de la FVMP, Emma Iranzo. “Me dijo que le preguntara todo lo que necesite y así lo haré”, comenta sin explayarse en detalles. Tiempo y ocasiones tendrá para preguntar, pues el mandato de la FVMP acaba de empezar.
Contará con la ayuda de Miguel Bailach, concejal de Turismo en Massamagrell y secretario general de la Federación –con un perfil más de ´fontanería´ de partido-, y del más empático Modesto Martínez, portavoz popular en Alboraya y vicesecretario general de esta entidad que agrupa a todos los municipios de la Comunidad Valenciana.
El giro drástico que ha experimentado la vida de Rocío Cortés podría asimilarse al de su conmilitona de Xirivella Paqui Bartual. Quizás con el leve matiz de que esta última ya sabía con algo más de margen lo que podía ocurrir a escala local. Fue anticipada como candidata en septiembre de 2022, en la cena que organiza el PP en las fiestas de su población, y logró cumplir el objetivo tras pactar con Vox.
Y también antes que Cortés se enteró de que el reto iba a ser doble. En marzo del pasado año, mientras andaba sumida de lleno en la precampaña electoral, el presidente regional de su formación, Carlos Mazón, le propuso ir en la lista a Les Corts por la provincia de Valencia en un puesto de salida. Aceptó y ahora se halla zambullida en la vorágine de ser alcaldesa y diputada autonómica.
“Es un sobreesfuerzo mucho mayor”, reconoce Bartual, quien, no obstante, recalca que “agradezco la confianza que ha depositado mi partido en mí y trato de estar a la altura en ambas instituciones”. Para ello aplica un plus de autoexigencia y un sentimiento teñido de localismo y comarcalismo sobre la base de que las reivindicaciones de Xirivella y de l´Horta Sud se escucharán en la cámara autonómica.
A José Vicente Anaya, alcalde de Ayora, término municipal enclavado en la comarca de interior que luce ese topónimo a continuación de la especificidad orográfica de valle, ganar unas elecciones o dirigir un municipio no le resulta novedoso. Lo viene haciendo en el suyo desde 2011. De hecho, anduvo durante meses cavilando si este 2023 volvía a presentarse o no.
Al final se lanzó de nuevo, volvió a vencer holgado y apenas unas semanas después le llegó un nombramiento autonómico, el de director general del Sistema Sociosanitario y del Instituto Valenciano de Formación, Investigación y Calidad de los Servicios Sociales. Al igual que en el caso de Stephane Soriano, depende de la Vicepresidencia Segunda de Igualdad. A su duplicidad, como en el de la alcaldesa de Requena, población relativamente cercana a Ayora, añade el extra de dificultad de la distancia, bastante mayor respecto a Valencia que la de Benaguasil o Xirivella.
Y también que la de Sagunt, municipio donde ejerce como portavoz de la oposición local del PP la periodista Maribel Sáez. Se presentó por primera vez como alcaldable el pasado mes de mayo con un lema centrado en una palabra de connotaciones más que afables que no se cansa en repetir: cariño.
No ganó. Se quedó en concejal rasa durante unas semanas hasta que fue nombrada directora general de Comercio, Artesanía y Consumo de la Generalitat. Antes de esta metamorfosis de su vida gestionaba la comunicación de una entidad comarcal.
"Lógicamente el trabajo a realizar es el doble y la responsabilidad también se duplica", apunta Sáez, quien especifica que "en mi caso siempre he desempeñado dos trabajos al tiempo, ya era directora de Comunicación en un asociación de empresarios referente en la Comunidad Valenciana y concejal, y eso desde hace casi 20 años. Por lo tanto estoy mas que acostumbrada y capacitada para llevar ambas cosas, además de contar en los dos casos con grandes equipos".
Respecto a si su perspectiva amplia de saguntina y edil supone un plus, recalca que "me aporta una visión única para poder solucionar las necesidades del municipalismo desde mi función como directora y desde mi sensibilidad adquirida como concejal durante tantos años"
Este elenco de cargos polifacéticos, con vida pública local y autonómica, podría expandirse, por ejemplo, a Ernesto Fernández, director general de la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVHA) y primer teniente de alcalde de Camporrobles -localidad también próxima en ubicación a Requena-, en cuyo ayuntamiento dirige Hacienda o Desarrollo Rural.
El mandato apenas acaba de empezar. El tiempo dirá si la capacidad de esfuerzo de estos altos cargos les permite afrontar su doble vida local y autonómica durante los próximos cuatro años. Y si su visión municipal ha podido ser fructífera en su gestión regional.