VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València no solo se saltó la ley al pagar a ocho concejales con dedicación parcial el 100% del sueldo como si tuvieran dedicación exclusiva, entre 2015 y 2019, sino que hizo caso omiso de la guía titulada Nota explicativa de la refoma local que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas envió a los ayuntamientos para aclara los términos de una reforma ciertamente farragosa.
Como viene publicando Valencia Plaza, ocho concejales del equipo de gobierno de Joan Ribó que tenían dedicación parcial percibieron durante los cuatro años de la legislatura pasada un complemento que igualaba su sueldo al que habrían tenido con dedicación completa. Este sobresueldo, aprobado en julio de 2015 y al que la Intervención General dio su conformidad, vulnera la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013, que fijaba unos límites a los sueldos de los ayuntamientos.
Además del articulado de la ley, la Nota explicativa de la reforma local publicada en 2014 por el departamento que dirigía Cristóbal Montoro decía textualmente: "En el caso de municipios con población igual o superior a 1.000 habitantes, habrá que entender que el límite máximo total que pueden percibir por todos los conceptos retributivos quienes desempeñen su cargo en régimen de dedicación parcial viene determinado por la aplicación del porcentaje de dedicación parcial -75%, 50%, 25%- que corresponda a la cuantía máxima de referencia por tramos de población prevista en el párrafo primero de la citada Disposición adicional de la LPGE 2014".
En el caso de los ediles valencianos, su dedicación parcial era del 75%, por lo que deberían haber cobrado el 75% de la cantidad acordada por los grupos políticos, que era el 90% de la percibida por el alcalde. En euros, 55.757 brutos anuales y no los 74.342,65 que percibieron. Es cierto que esta última cantidad queda por debajo del 75% de la cuantía máxima de referencia, que era 100.000 euros, pero se entiende que esta cuantía es la que correspondería, en su caso, al alcalde.
Con esta limitación a los sueldos del Gobierno de Rajoy, el Ayuntamiento de València debería haber ahorrado durante la legislatura pasada casi 600.000 euros. Pero no lo hizo porque el consistorio presidido por Ribó buscó en 2015 un subterfugio para burlar esta limitación. El truco consistía en que los ocho concejales con dedicación parcial, todos ellos del equipo de gobierno, tendrían una dedicación del 75% y un sueldo equivalente, pero con un "complemento de especial responsabilidad" que ascendía al 25% restante, de manera que cobraron lo mismo que si tuviesen dedicación exclusiva.
En esta legislatura no se ha repetido la fórmula, sino que Ribó, apoyado por la mayoría con la que cuenta en el pleno junto a PSPV, ha impuesto que sean ocho concejales de la oposición los que tengan dedicación parcial. El motivo, según afirmó el portavoz de Compromís, Pere Fuset, en un principio, es que el interventor se habría manifestado en contra de esta treta al considerarla un fraude de ley.
Por ello, tanto Ciudadanos como el PP reclamaron que se hiciera público ese informe contrario a la fórmula utilizada en la legislatura pasada. El equipo de gobierno cambió su versión y afirmó que no existe tal informe, pero el grupo que dirige María José Català ha pedido que se le facilite cualquier informe de habilitados nacionales -interventor o secretario- relativo a esta cuestión. De momento, no le ha sido entregado ninguno.
Por su parte, Ciudadanos quiere que, si no existe el informe, el Consistorio encargue uno al interventor municipal, para lo cual necesita el apoyo del PP, que se ha mostrado dispuesto a dárselo.