VALÈNCIA. La Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri) nombraba presidente a Oriol Pinya el pasado 8 de abril en sustitución de Aquilino Peña. Un relevo esperado por parte del hasta entonces vicepresidente y también cofundador y consejero delegado de Abac Capital. Un mes más tarde, la patronal española de capital privado cambiaba su nombre a SpainCap. Lo hizo bajo un proceso dirigido por el equipo directivo de la asociación y BrandFord, compañía madrileña líder en consultoría estratégica y ‘branding’.
¿Por qué dicho cambio de nombre? “El sector ha crecido mucho en los últimos 20 años con 75.000 millones de euros en no pocas operaciones llevadas a cabo. Pensamos en relanzar la asociación para seguir invirtiendo capital, pero teniendo en cuenta la sostenibilidad. Vamos hacia un futuro sostenible y es lo que intentamos transmitir con este ‘rebranding’. Además, buscamos un nombre más corto viendo las asociaciones de otros países y SpainCap, que aúna España y capital nos gustó”. Son palabras del propio Oriol Pinya en la entrevista que concedió hace unas fechas a este diario. El mismo que reconoce compaginar con "dificultad" la presidencia de la patronal y de su firma Abac Capital. "Tengo la fortuna de tener dos equipos muy buenos que me lo hacen más llevadero" (sonríe).
El nuevo presidente explicó que el sector del ‘venture capital’ y el ‘private equity’ en España “goza de buena salud donde está aprovechando la inercia de los pasados años. Hay capital tanto de fondos nacionales como mucho atractivo de gestoras extranjeras, que cada vez más están invirtiendo en nuestro país tanto en euros como en volumen de operaciones. Hay capital público y privado como también talento”. En este sentido destacó la labor educativa de SpainCap, visitando universidades, escuelas de negocio… “Es un proceso progresivo que está aflorando talento en la base y, además, algo tan español como es perder el miedo al fracaso por unas nuevas generaciones que vienen fuertes. Sin riesgo no hay innovación”.
"Mucho tienen que torcerse las cosas para que este año no sea otro ejercicio de récord"
A lo largo de la primera parte de 2022, el 'venture capital' superaba todos los récords en España al alcanzar los 850 millones de euros invertidos a través de 298 operaciones. O lo que es lo mismo: un 18% más que en el primer semestre de 2021. "Mucho tienen que torcerse las cosas para que este año no sea otro ejercicio de récord", señala. Por su parte, el volumen de inversión de capital privado en su conjunto totalizó los 5.165 millones en 390 inversiones, lo que representa un 170% más en el importe y un 5% menos en el número de operaciones.
Pinya incidió en la necesidad de que las pymes españolas se vayan internacionalizando para crecer y hacerse más grandes. Y ahí está “el papel del capital privado para apoyar ese crecimiento porque hay capital, hay talento y hay oportunidades. Como también un marco legal y tributario más estable en España”. Todo ello con el apoyo de SpainCap, que tiene un equipo por debajo de la junta que hace muy bien las cosas. El mérito es del equipo”, mientras destaca el papel de su antecesor Aquilino Peña. “Me ha dejado el listón altísimo y voy a seguir una línea continuista” (sonríe).
¿Qué hoja de ruta se ha marcado durante su presidencia de aquí a 2024? “La resumo en tres palabras: liderar, influir y servir. Como sector tenemos una presencia en la economía muy importante con 3.000 participadas y 500.000 empleos. Eso es una gran capacidad para influir y nuestra obligación es que haya un marco estable tributario que fomente la generación de riqueza. Los patronales y las administraciones públicas nos tienen en cuenta y tenemos capacidad para liderar la transformación del país. Además, trabajamos en dar más información para que la gente nos conozca más y ser todavía más transparentes. El 'venture capital' se está democratizando y el dinero que invierte tiene un impacto positivo".
Asimismo reseña la importancia de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para construir un futuro más justo y sostenible. "Hay que trabajar en ese sentido para convencer a participadas y empleados de lo importante que es, al igual que también la digitalización. Somos un sector que invierte en una economía que nos ha recibido con los brazos abiertos. Tenemos mucho talento y lo tenemos que poner a disposición de la sociedad civil como ONG, patronatos, voluntariado... En dos palabras: causas justas porque estamos comprometidos con los problemas".
"Una cosa es la tendencia y otra el ciclo económico por lo que hay que contar con planes de contingencia de cara a una posible desaceleración económica"
En ese sentido recuerda la importancia también de las inversiones que siguen criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo). "Para nada es una moda sino una tendencia que ha llegado para quedarse porque como sociedad nos hemos dado cuenta que planeta solo hay uno. Dentro de diez años todas las empresas tendrán incorporados esos criterios; tenemos que trabajar por un futuro sostenible".
¿Por qué momento atraviesa el sector actualmente? "Goza de muy buena salud y ahí están los datos del primer semestre, pero eso no quita que tengamos retos. Hasta junio pasado las participadas iban bien pero con la incertidumbre actual, una inflación disparada, el encarecimiento de las materias primas... veremos qué pasa a partir de septiembre. La tendencia de España es de crecimiento positivo respecto al resto de países europeos, pero una cosa es la tendencia y otra el ciclo económico por lo que hay que contar con planes de contingencia de cara a una posible desaceleración", recomienda.
El presidente de SpainCap advierte también sobre otro reto: el de la captación de recursos. "A nivel global España todavía no es importante. El volumen invertido aquí es de 8.000 millones y la mayoría de gestoras no están instaladas en territorio nacional, Tenemos que mejorar como país la captación de ahorro público y privado para tener una base sólida de inversores. ¿Cómo? Siendo más transparentes. Somos gente profesional y trabajadora que estamos hiperregulados como la banca. Eso me parece perfecto para que las cosas se hagan bien porque gestionamos dinero de terceros donde llevamos muchos años generando buenas rentabilidades".
A su juicio sería importante incidir en la necesidad de potenciar los planes de empleo en España "porque hay pocos y de tamaño reducido y son los que deberían invertir en capital privado. Para democratizar más el sector habría que bajar del umbral de los 10.000 euros, sobre todo desde el lado de la banca privada y así tener una base local de inversor privado con un flujo constante".
"En la Comunitat Valenciana hay muchas compañías de diferentes sectores proclives a la consolidación, a la generación de riqueza, de empleo..."
Por cierto, ¿a qué achaca que la Comunitat Valenciana se esté convirtiendo en una de las regiones españolas con más movimiento en este sector? "Son varios aspectos. Por ejemplo, el marco institucional es bastante probusiness; luego hablamos de una autonomía con un carácter muy emprendedor que nunca ha tenido miedo a exportar e internacionalizarse; y cuenta con mucho empresario en pleno relevo generacional. Hay muchas compañías de diferentes sectores proclives a la consolidación, a la generación de riqueza, de empleo... Ahí están los ejemplos de las azulejeras y los cítricos con varias operaciones espectaculares. Hay mucho talento en los fundadores como también en los equipos gestores. Por citar dos diré el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) e Igenomix. Dos firmas punteras de sus respectivos sectores, cuyas marchas son espectaculares".
¿Por qué todavía hay mucho empresario reacio a la entrada del capital privado en su compañía? ¿Falta de cultura financiera? "Todavía la hay pero mucho menos. Yo empecé hace más de 20 años y cuando me reunía con gente de alguna cotizada del Ibex 35 les tenía que explicar lo que era el capital riesgo. Bromas aparte diré que hay que buscar el socio adecuado, no mordemos (sonríe) y somos gente normal; nos va razonablemente bien y también nos equivocamos como todos. Pero en líneas generales damos rentabilidades a doble dígito y si generas rentabilidad también más ventas, beneficio, empleo e innovación".
En otro orden de cosas Pinya ofrece al sector como canalizador de los fondos europeos Next Generation. ¿Llegarán a España? "Depende de nosotros. Si somos capaces como país de organizarnos bien vendrán; el dinero está comprometido pero hay que mejorar la eficiencia a la hora de canalizar esos fondos. Nosotros somos buenos asignando capital a recursos rentables, por lo que estamos a disposición de una colaboración público-privado para ayudar porque al fin y al cabo de lo que se trata es de crear empleo".
Preguntado por el impacto de las subidas de tipos en el capital privado no duda en señalar que "ya está afectando porque bajan las valoraciones de las compañías por los flujos de caja. Los euros del futuro valen menos (sonríe). Además, si tienes una empresa apalancada también te afecta por el encarecimiento del precio del dinero, que te obliga a llevar a cabo proyectos más rentables".
"Se van a corregir los excesos porque el capitalismo siempre se mueve con los ciclos económicos"
El índice tecnológico americano Nasdaq 100 se deja en lo que va de 2022 casi un 30%, ¿hasta qué punto está pasando factura en las valoraciones de las 'start-ups' a esta parte del charco donde el capital riesgo suele invertir en ellas? "Se van a corregir los excesos porque el capitalismo siempre se mueve con los ciclos económicos. Teníamos valoraciones altas con tipos de intereses muy bajos. Todo ha cambiado sin duda.
Por cierto, ¿qué le diría a todo aquel emprendedor/a que piense que piense que montar una 'start-up' es sinónimo de pegar un 'pelotazo'? "Cuando se levanta por la mañana ha dormido en un colchón de Flex, se va a desayunar a un restaurante de Santa Gloria, luego a un aeropuerto y coge un vuelo de Vueling o Volotea, que hizo la reserva en Edreams con una conexión de Jazztel contratado a través de Viajar.com, y cuando llega a su destino se va a comer unas verduras o naranjas de Cítricos... y así podría seguir sin detenerme. Al final somos parte del ecosistema".