VALÈNCIA. Las gasolineras se ahogan. Obligadas a permanecer abiertas como servicio esencial, confiaban en que el Gobierno estableciera algún tipo de servicio mínimo para poder cerrar de forma escalonada dada la caída de la demanda. Pero no ha sido así. Es más, la mitad de ellas debe atender en el mismo horario que antes de la declaración del estado de alarma. Y todo ello, pese a la drástica caída de la demanda que sitúan en un 90%. Una situación límite que aboca a muchos negocios a la quiebra. Muchas se quedarán por el camino, advierten. Y es que la merma de ingresos hace inviable mantener la persiana levantada todos los días.
El Ejecutivo emitió una orden el 9 de abril estableciendo unos servicios mínimos "desproporcionados y excesivos" para las gasolineras. Una medida que buscaba aliviar al sector, pero que, sin embargo, ha complicado su situación obligando a muchos a tener que abrir, pese a no recibir clientes. Por ejemplo, en la Comunitat Valenciana se fijaron esos mínimos en el 50%, cuando en una convocatoria de huelga, en una situación económica normal, son del 20%. Además, en aquel momento se había decretado un parón total de la industria y apenas había desplazamientos. "Es excesivo teniendo en cuenta que el propio Ministerio de Movilidad y Transportes reconocía un descenso del 89% en el tráfico rodado", señalan desde la Federación Mediterránea de Empresarios de Estaciones de Servicio (FEDMES).
Ante este desplome de los viajes, y antes de que se publicara esta orden del Ministerio de Transportes, muchas estaciones de servicio redujeron sus horarios para tratar de ajustar su oferta a la escasísima demanda de carburante. Hicieron Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con los que trataron de amortiguar el impacto que la crisis estaba teniendo en sus cuentas de explotación y evitar contagios entre sus trabajadores. Y todo ello, "sin que hubiera problemas de suministro".
"Entendemos que somos imprescindibles, pero necesitamos soluciones por parte del Gobierno porque no podemos seguir así. Nosotros hemos dado el callo, pero no tiene sentido que tantas permanezcan abiertas con los mismos turnos que antes de esta crisis. Se nos ha expuesto sin necesidad y muchos se van a quedar por el camino", advierte Juan José Sánchez, presidente de FEDMES.
En concreto, la norma fijaba que 461 estaciones en la Comunitat, un 40% del total, abrieran de forma obligatoria con el mismo horario previo al estado de alarma. Mientras que 116 gasolineras, el 10% del total, debía abrir un mínimo de 5 horas al día, de lunes a sábado, es decir, 30 horas semanales. Por tanto, al amparo del decreto del Gobierno, un total de 578 establecimientos estaban obligados a levantar la persiana en la Comunitat, el 50% del total.
"Resulta desolador comprobar que esa norma evidencia un absoluto desconocimiento del sector, pues establece limitaciones absurdas, como el hecho de obligar a miles de estaciones de servicio a mantener los horarios de apertura que tenían antes de la declaración del estado de alarma. Esa exigencia es tan injusta como desproporcionada", señala la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees), que pide más flexibilidad para los empresarios del sector.
Y es que el desplome medio en ventas ha sido del 80%, una drástica caída para un un sector fuertemente golpeado por esta situación. Muchas gasolineras son pymes y autónomos, que pueden tener estaciones abanderadas -aquellas que utilizan la marca de una de las grandes redes de distribuidores, como Repsol, Cepsa o BP- o que operan con marca propia. Pero, en cualquier caso, son negocios familiares que emplean a unos cuantos trabajadores, explican desde la federación valenciana. Además, sus restaurantes y zonas de ocio permanecen cerradas, lo que también ha provocado una afectación económica muy importante.
Una "sobreexposición innecesaria" que les aboca "a la quiebra económica" y todo ello "sin ningún tipo de contrapartida", critican desde FEDMES. "Los políticos tienen la obligación moral de darnos un complemento por Seguridad Social y sueldos a aquellos que hemos estado abiertos a pérdidas. Es lo mínimo porque no hacía falta tantas estaciones abiertas para garantizar un consumo que se había reducido a un 10% del habitual", subraya Sánchez.
A modo de ejemplo, desde FEDMES señalan que se han dado casos como el de una estación de servicio ubicada en una autovía y abierta las 24 horas que ha registrado "un descenso de un 85,3% en la venta de carburante y del 91,2% en productos de tienda durante los días de Semana Santa respecto al mismo periodo del pasado año".
A ello se suma la caída del precio del combustible, por lo que desde la federación valenciana ya advierten de que "en función de cómo se recupere el consumo, habrá pymes y autónomos que correrán peligro de cerrar". "Cuanto más se alargue el estado de alarma y se obligue a mantener los horarios será peor", advierten. Pese a todo, confían en que la situación, tanto sanitaria como económica, mejore y "el máximo de estaciones de servicio pueda subsistir este año".