VALÈNCIA (EP). Hosteleros de la zona de Honduras y Blasco Ibáñez en València han vuelto a protestar este miércoles contra el "recorte" de terrazas aprobado por el Ayuntamiento con una jornada de cierre de esta parte de los establecimientos, a la que se han ido adhiriendo locales afectados por esta medida.
De esta manera, han querido "visibilizar" el impacto económico y social en los 72 locales a los que afecta esta decisión, que tachan de "injusta y arbitraria" y anuncian que llevarán al Juzgado, según han informado en un comunicado.
Los hosteleros afectados por la medida han pedido al alcalde de València, Joan Ribó, y a la edil de Espacio Público, Lucía Beamud, que "paralicen" los recortes y han subrayado que los establecimientos "difícilmente podrán hacer frente a las pérdidas económicas si se les recortan las terrazas". Según sus cálculos, estas pérdidas ascienden a casi 200 euros al día euros y conllevarán reducción de plantilla y cierres definitivos.
De la misma forma, les han reclamado que pongan en marcha una mesa de trabajo "para abordar los problemas de ruido e inseguridad a los que se enfrenta el barrio". Al respecto, han apuntado que los hosteleros, junto con vecinos del barrio, han presentado oficialmente una batería de propuestas concretas para ello y una petición de reunión.
Sin embargo, han asegurado que no han tenido ninguna respuesta "más allá de lo que responden a través de los medios de comunicación". En esta línea, afirman no entender esta actitud ya que consideran que "un caso de graves y drásticas consecuencias como este, debe ser tratado personalmente con los afectados".
Los hosteleros critican que el Ayuntamiento "sigue cerrado en banda y poniendo el foco de los problemas del barrio en las terrazas porque le resulta la vía más fácil". Por ello, subrayan que la actividad, mayoritariamente diurna, de las terrazas y el perfil de sus usuarios, que también es mayoritariamente residente en el barrio, "evidencia que no son el principal foco del ruido".
Según afirman, los propios datos del Ayuntamiento muestran que "apenas un 3% de las denuncias por ruido van vinculadas a la actividad de las terrazas". Un ejemplo es la reciente fiesta de Halloween que recalcan que "no ha provocado molestias y graves problemas en el barrio porque, al caer en puente, los estudiantes se han ido mayoritariamente a sus casas y las terrazas han trabajado y funcionado con normalidad".