VALÈNCIA. "Ros està on toca". La frase, con el apellido del exalcalde torrentino en cuerpo de letra superlativo, destaca en la cartelería del acto organizado por la agrupación del PSPV con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En esa posición preeminente sirve de fondo de una imagen más cercana, la que muestra a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y vicesecretaria general socialista en la autonomía, Pilar Bernabé, sentada en la sede local de su partido en Torrent junto al citado Jesús Ros y al secretario general de su partido en la populosa comarca de l´Horta Sud, el también diputado provincial y alcalde de Silla Vicent Zaragozá.
Esa foto se capta en la visita de Bernabé este martes a una agrupación del PSPV con un importante peso específico y en una época de posicionamiento de su partido, cuando las miradas se centran en los candidatos mejor situados para relevar al expresident de la Generalitat y actual secretario general socialista en la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
El socialismo de Torrent se caracteriza por una inclinación -no excesiva aunque sí palpable- hacia el denominado ´ximismo´ y por la nutrida militancia que tiene. Con alrededor de 300 afiliados, encabeza el censo de l´Horta Sud casi a la par que Mislata, la localidad que comanda el secretario general del PSPV en la provincia, Carlos Fernández Bielsa, otro dirigente al que esperan muchos de sus conmilitones ver en la arena del coliseo en el que se dirima la futura dirección autonómica socialista.
Bernabé, en su intervención, no escatimó elogios ni a Puig ni al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Todo ello lo aderezó con defensa del socialismo ante los ataques a algunas sedes propios y como partido que abandera la lucha hacia cualquier tipo de violencia contra la mujer. Lo hacía ante la atenta mirada de Zaragozá, de Andrés Campos, portavoz consistorial; de Ximo Planells, secretario general local, y del resto de asistentes, que la aplaudían a la mínima ocasión.
El acto, convocado a las 20,30 horas, no terminó con las palabras en público, ante un auditorio entregado, de Bernabé. Después llegó el coloquio con la ejecutiva local alrededor de una mesa en la que compartieron cacaos y papas y degustaron bocadillos de blanco y negro (longaniza y morcilla). Todo ello en un ambiente de armonía con Zaragozá, fiel al 3.0 de su padrino político, Bartolomé Nofuentes, aunque con marca propia, y la agrupación torrentina, bastante más cercana a Puig y Bernabé que a Bielsa o que incluso a la ministra Morant.
Esta cena de Bernabé con la afiliación socialista de la localidad más poblada de la provincia tras Valencia se produjo el día posterior a la celebración, el pasado lunes, de otra por parte del equipo de Bielsa en el restaurante de un conocido hotel del distrito Marítimo de València. En ella participaron diputados, asesores y alrededor de una decena de secretarios generales comarcales (bastantes son o diputados o asesores).
En este ágape, según explican desde el partido, se centraron en organizar la jornada titulada La Fuerza del Municipalismo, que tendrá lugar en Valencia el 2 de diciembre y en la que participará el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. También cerraron detalles del desplazamiento al acto de apoyo a Pedro Sánchez en el recinto ferial de Madrid que tendrá lugar el 26 de noviembre y que llenará diez autobuses de militantes de la provincia.
Aunque no fuera en sí un acto de reafirmación de Bielsa, fuentes socialistas no dejan de llamar la atención por la coincidencia, en apenas 24 horas, de una cena -que no reunión formal de ejecutiva- en un hotel en la que ejercía como principal figura el secretario general provincial y de una charla, con bocadillo posterior, en la que la delegada del Gobierno era la protagonista. Pilar Bernabé y Carlos Fernández son dos de los líderes que despuntan más abiertamente en la sucesión de Ximo Puig.