VALÈNCIA. Aumenta la presión en los hospitales valencianos. La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública autorizó este sábado al Hospital La Fe de València a trasladar pacientes adultos sin coronavirus a centros sanitarios privados "ante el riesgo de colapso". Así lo confirmaron a Valencia Plaza fuentes del departamento que dirige Ana Barceló, desde donde explican que fue el propio centro hospitalario el que realizó la petición para evitar su saturación.
La petición de la dirección del hospital más grande de la Comunitat Valenciana vino motivada por el aumento de la presión asistencial a causa del descontrol de la pandemia en territorio valenciano. De hecho, la evolución del coronavirus en la Comunitat continúa empeorando día tras día y este sábado volvió a arrojar nuevos récords de contagios y hospitalizaciones. En concreto, se registraron 6.240 nuevos positivos, mientras que el número de personas ingresadas se sitúa ya en 2.337, con 352 en unidades de cuidados intensivos (UCI).
Por el momento, y según fuentes de la Conselleria de Sanidad, La Fe es el único hospital que ha solicitado trasladar pacientes a centros privados. Allí, los propios sanitarios del centro reconocen la falta de plazas disponibles, lo que ha llevado a que algunos pacientes tengan que ingresar en sala sin cama. Mientras, en otros centros, como el General de Castelló, se ha planteado que varias personas enfermas de covid-19 puedan permanecer en la misma habitación.
Como ya informó este periódico, las derivaciones de enfermos críticos no covid se realizarán a los hospitales privados preferentemente, de acuerdo con la proximidad geográfica al domicilio del paciente. También se han empezado a preparar los tres hospitales de campaña -uno de ellos, situado junto a La Fe, para recibir pacientes en caso de que la cobertura de los hospitales privados no sea suficiente. Respecto a pacientes oncológicos, estos se derivarán prioritariamente al IVO y, si no es posible, a hospitales privados. En este sentido, Sanidad deja la posibilidad de autorizar por parte de la dirección general de Asistencia Sanitaria la actividad quirúrgica en un centro privado a personal del departamento.
La autorización para desatascar el hospital La Fe se produce justo en uno de los momentos más delicados de la pandemia, ya que el número de sanitarios que se encuentran en fuera de juego por la covid-19 se ha incrementado un 52,3% desde Navidad, hasta los los 2.334- 1.294 en cuarentena y 1.040 de baja por covid-. Una situación preocupante que llevó a Sanidad a ordenar este mismo viernes la suspensión de la actividad quirúrgica no urgente y las consultas externas en los departamentos de salud.
La medida se enmarcaba en un conjunto de directrices entre las que también se incluía la suspensión de las pruebas diagnósticas no preferentes y los ingresos programados, a excepción de aquellos programas implicados en diagnóstico rápido de cáncer, que se considerarían prioritarios o no demorables, aunque su actividad podría modificarse en función de la situación epidemiológica.
En el caso de las consultas externas presenciales, Sanidad también trasladó que se debían limitar a las no demorables y agruparse en el hospital. Mientras, los seguimientos se realizarían por vía telefónica.
Estas modificaciones, no obstante, llegaban cuando ya eran varios los hospitales que empezaban a estar al borde de la saturación por la fuerte subida de contagios tras las fiestas navideñas. El temor a que los positivos se disparasen a raíz de los encuentros festivos se ha hecho realidad y las medidas adoptadas por el Consell este jueves -cierre de la hostelería a las 17:00 horas, toque de queda a las 22:00 y confinamiento de 29 municipios- para tratar de frenar el virus no han llegado a tiempo.
Mención aparte merece la vacunación contra la covid-19. Tras la primera jornada de vacunación en centros de mayores, el lunes pasado un problema logístico de la farmacéutica Pfizer retrasaba la entrega prevista de 31.000 dosis, que llegaron el martes y permitieron continuar con los pinchazos. Más tarde, el proceso se paralizó durante tres días por el puente de inicio de año a pesar de que las cifras baten récords jornada tras jornada.
Con todo, tras este abrupto comienzo, este viernes se inició en la Comunitat Valenciana el proceso de vacunación del personal sanitario de primera línea mientras que, en paralelo, se continúa la vacunación de usuarios y trabajadores de residencias. Un proceso que se prolongará durante todo el fin de semana.
El personal considerado de primera línea es aquel que tiene mayor riesgo de exposición por llevar a cabo actividades en la atención directa de pacientes covid (contacto estrecho y con mayor tiempo de exposición), así como por tener mayor probabilidad de tener contacto con una persona con infección.