Los Lladró impulsan un polígono de 145.000 metros cuadrados junto a la fábrica de porcelana

VALÈNCIA. La familia Lladró, principalmente las Lladró Sala (herederas de Juan Lladró) prepara el lanzamiento de una importante pastilla de suelo entre las localidades de València, Tavernes Blanques y Alboraia. La superficie que van a poner en el mercado asciende a 145.000 metros cuadrados e integra dos tercios de las parcelas del tradicional perímetro de la fábrica de porcelana decorativa, donde los nuevos dueños de la compañía, la enseña PHI Industrial, solo hacen uso de una tercera parte.

Así lo confirman a Valencia Plaza fuentes conocedoras del desarrollo urbanístico que ultima la familia, que tras dejar atrás la gestión de la histórica firma valenciana se centra ahora en sacar el máximo partido a su patrimonio inmobiliario. En este caso se trata de la gran superficie de terreno industrial terciario que se muestra en la imagen que encabeza este artículo.

Los 145.000 metros cuadrados se encuentran en un gran rectángulo proyectado hacia el norte y el sur de la conocida como la Ciudad de la Porcelana, extensiones que fueron adquiridas en exclusiva por Juan Lladró y que ahora pertenecen a sus herederas. La parte central abarcará la superficie en desuso del actual perímetro, la única zona que pertenece a la sociedad Sodigei -donde las herederas de Juan Ladró poseen el 70% y el 30% restante se lo reparten las familias de José y Vicente Lladró.

PHI concentró su actividad en los edificios ubicados al oeste del complejo -donde se encuentra el museo de la firma-. Para ello firmó un contrato de alquiler de 10 años con la familia prorrogable a otros diez. La superficie que ocupa es de alrededor de 42.000 metros cuadrados.

Los nuevos propietarios, por contra, dejaron libre tanto la zona central -donde se encuentran la piscina y el edificio de la pirámide- y los centros de producción del ala este, que ya no se utilizaban cuando llegaron. No obstante, hasta finalizar la construcción de sus nuevos accesos, PHI también está alquilando la parte central (la zona de la piscina). Los contratos son de seis meses renovables hasta un máximo de dos años, de modo que se prevé que liberen el espacio a medio plazo. 

Más allá de la zona en desuso de la Ciudad de la Porcelana y del aparcamiento ubicado frente a la misma, el desarrollo urbanístico de la familia incorporará los terrenos que se prolongan tanto al norte como al sur del perímetro de la fábrica, así como también algunos del este. Las parcelas de alrededor de la industria representan la porción mayoritaria de la actuación y fueron adquiridas por Juan Lladró, de modo que pertenecen en exclusiva a la familia Lladró Sala.

El desarrollo del espacio, además de estar a la espera de que PHI libere la zona de la piscina, aguarda el resultado de un estudio de demanda encargado por los Lladró para decidir el perfil del polígono. Se trata de terreno industrial terciario, de modo que podría configurarse indistintamente como un espacio empresarial, industrial, logístico o comercial.

Tanto es así que a la familia ya le han mostrado su interés por el lugar compañías de perfiles tan diversos como una gran superficie comercial, una entidad educativa y una firma sanitaria. En caso de decantarse por un parque de medianas superficies comerciales los nuevos establecimientos convivirían con el Consum presente en el lugar.

Lo más probable es que el desarrollo que prepara la familia suponga el derribo de los edificios fabriles que no se utilizan, si bien tal decisión dependerá exclusivamente de quienes vayan a arrendar el espacio. En caso de que que les aprovecharan las actuales estructuras serían conservadas.