VALÈNCIA. José María Ferrer, cofundador de la plataforma de financiación participativa valenciana debidamente registrada por la CNMV, es el invitado en esta ocasión dentro de la serie de entrevistas que este diario puso en marcha al comienzo del estado de alarma.
Ferrer atendió amablemente la llamada de Valencia Plaza para conocer sus vivencias en este histórico periodo, además de abordar otras cuestiones como su visión sobre la economía, lo que espera de la 'nueva normalidad' y el impacto de la covid-19 sobre la financiación participativa.
-¿Cómo ha llevado estos meses de confinamiento?
-Ha sido una situación muy complicada tanto sanitaria como empresarialmente. Los grandes sufridores de esta situación han sido, sin duda, los niños y las personas mayores, estar encerrados en casa ha puesto a prueba la solidaridad de los ciudadanos por un bien común y la respuesta en líneas generales ha sido excepcional.
-¿Y cómo se ha organizado para seguir al pie del cañón?
-Hemos tenido que organizarnos familiarmente con una rutina de horarios, que nos permitiera tanto a mi mujer como a mí continuar trabajando y atendiendo a nuestros hijos intentando que la monotonía de los días no venciera a nuestros ánimos. La combinación de niños y teletrabajo es complicada, ha sido bastante habitual en las videollamadas contar con apariciones espontaneas de niños.
-¿Cómo ha respondido Colectual ante la crisis sanitaria?
-Al ser una compañía donde nuestro negocio es 100% online, nuestra adaptación al teletrabajo ha sido rápida ya que contábamos con todos los medios para poder continuar con las tareas a distancia. Por otro lado, implantamos la realización de consejos y comités de forma virtual, evitando desplazamientos y manteniendo el nivel de información y gestión habitual en nuestra plataforma.
-¿Ha recibido muchas llamadas durante este tiempo sobre todo tras las primeras semanas con los desplomes de los mercados?
-Las dos primeras semanas sí recibimos muchas llamadas de inversores preocupados por la evolución de sus inversiones. Cómo ya sabemos la confianza es fundamental para la actividad económica y a mediados de marzo se rompió esa confianza, lo que provocó la gran incertidumbre en los inversores.
-¿Qué recomendaciones les ha dado?
-Nosotros entendemos que esta situación, aunque ha sido temporal ha provocado dificultades financieras en las empresas cuyos efectos serán muy distintos en función del sector y de la propia situación en la que se encontraba la compañía. Las inyecciones de liquidez que se han producido consecuencia de los avales del ICO, deben ayudar a las empresas a adaptar sus negocios a la nueva realidad.
-¿Se ha resentido la financiación participativa durante este tiempo?
-En esta crisis de la covid-19 hemos sido los grandes olvidados y perjudicados por parte del BOE, que, por cierto, seguíamos a diario esperando alguna noticia positiva. La exclusión de las plataformas de financiación participativa (PFP) de la posibilidad de utilizar los avales ICO para los proyectos que nos solicitaban financiación ha sido un duro golpe al sector. Al contrario de otros países de la UE como Francia o Alemania donde las PFP podían financiar proyectos contando con el aval del Estado. Incompresiblemente, en España nos han dejado fuera de los avales ICO perjudicando de forma notoria a todas las plataformas reguladas por CNMV. Es difícilmente justificable el dejar fuera de los avales a la economía colaborativa, cuando es un sector que quiere ser impulsado por la Unión Europea.
-¿Atisba una fuerte recuperación económica una vez pase el 'efecto coronavirus'?
-En nuestra opinión vamos a encontrarnos con una lenta recuperación, tenemos que esperar a octubre para ver el volumen de concursos de acreedores que se presentan por parte de las empresas. La recuperación hasta alcanzar niveles pre coronavirus no creemos que se vaya a producir hasta mediados de 2022. Aunque hay sectores que claramente van a salir fortalecidos de esta crisis. El termómetro de la recuperación lo marcará el último trimestre de este año.
-Por último, ¿qué nos espera en la 'nueva normalidad'?
-De momento mucha incertidumbre en el día a día. El distanciamiento social es muy complicado para los latinos, y el riesgo de posibles rebrotes va a continuar amenazante hasta que se logre comercializar la tan ansiada vacuna. Quizá a partir de ese momento volvamos a una convivencia de 'nueva vieja normalidad'. Hay que ser muy cautos en los comportamientos colectivos porque un nuevo confinamiento por rebrotes sería letal para la economía.