ALICANTE. El conseller Manuel Alcaraz también aborda, con Valencia Plaza, otras cuestiones de la actualidad política autonómica y de su ciudad, Alicante, donde gobierna un tripartito de izquierdas, con PSPV, Compromís y Guanyar (Esquerra Unida y Podemos), del que él fue uno de los negociadores.
[Lea la primera parte de la entrevista Manuel Alcaraz: Este Gobierno se siente cómodo con escenarios de crispación con las autonomías]
-¿Los fallos del TSJ sobre el decreto de plurilingüismo han rebajado la tensión política?
-Pues no lo sé. Quiero pensar que sí. Yo creo que el plurilingüismo, jurídicamente, y hablo como jurista, y experto en derecho fundamentales y en derechos de las lenguas, me parece que no era ilegal. Y se puede estar de acuerdo o no políticamente. Solo se cuestiona una aspecto muy pequeño, y me parece desproporcionado que se suspenda justo en el momento en el que va a comenzar el curso escolar, y sólo por una cuestión pequeña, insisto. Acatamos la sentencia, pero hay que recordar que en nuestro esquema constitucional, están también para ser criticadas. La Constitución exige que se motiven y, por eso, que nadie nos diga que si cuando la criticamos no la acatamos; la acatamos y la criticamos, esta sentencia, un auto y cualquier resolución judicial.
"En nuestro sistema constitucional, la sentencias están para ser acatadas y criticadas"
-Le parece extralimitada la reacción del Partido Popular en este asunto?
-Lo que no puede hacer el PP es sobreactuar. ¿Se ha levantado el armas el Constitucional? No. ¿Es esto la Transición? No, donde sí había conflictos callejeros animados desde la derecha. Debemos recuperar el buen juicio y darle a Marzà la organización de nuestra mala educación, como está haciendo el conseller con un trabajo impagable a la sociedad valenciana para que se normalice ésta catástrofe, como fue la gestión de la educación del PP. Debe haber un debate normal porque con la crispación no va a salir nada y esperemos que el PP se modere.
-¿Hay preocupación en el seno del Consell por la reacción de algunas comarcas castellanohablantes de Alicante? ¿Cree que el PP está detrás de todo esto?
-Esas comarcas de Alicante eran críticas, y durante mucho más tiempo, con la corrupción del PP. A mi que el PP se envuelva en las banderas de las comarcas del sur... Que no me cuenten películas, que me conozco el terreno. Me inquieta poco. ¿Me preocupan? Claro que me preocupan. Mira, las comarcas que más valencianas se sienten son la Vega Baja y el Rincón de Ademuz. Tienen una voluntad clara de ser valencianas y hablan en castellano: son las circunstancias de España. No me gusta que haya gente que se enfada. ¿Cómo me va a gustar? Preocupa cualquier elemento que pueda generar crispación o fractura social. Me preocupa que haya políticos tan mezquinos que quieran abusar de eso. Cínicos seríamos si nuestra política, lingüística, o de cualquier otra cosa, se redujera a gobernar con calculadora. Eso lo hacía el PP cuando paralizó la desaladora más grande de Europa, que está en Torrevieja, mientras alentaba los debates de los trasvases. Ahora ha descubierto que hace falta, pues alabado sea el señor.
"Preocupa cualquier elemento que pueda generar crispación o fractura social"
-¿Entiende la polémica generada sobre la Agencia Valenciana de la Innovación? Compromís fue algo crítico...
-Entiendo que las cosas no se han explicado bien y que haya personas que se enfaden... Pero creo que hay que hacer un acto de confianza. Si se ha dicho que la oficina va a estar en Alicante, pues habrá que esperar a que se cree. Si algún día no se hacen suficientes cosas en Alicante, veré normal que se critique...Lo que me gusta es que se está creando un polo de innovación, como lo que está haciendo el ex rector de la UA, Andrés Pedreño, o lo que está haciendo el Ayuntamiento de Alicante, con el antiguo matadero, que será un centro de emprendedores, o lo que se hace en el Parque Empresarial de Elche. O que las universidades de Alicante y de Elche se coordinen en esta materia. Hay una vitalidad enorme entorno al tema de la innovación y las empresas tecnológicas, y eso es lo importante.
-¿Ve correcto que determinadas organizaciones empresariales hagan críticas sin tener razón moral para ello por su reciente pasado?
-Aquí puede criticar todo el mundo. Artículo de 20 de la Constitución, libertad de expresión. Y a veces critican con fundamento. No hay por qué pensar que las cosas se están haciendo bien al 100%. Nadie. Es verdad que hay algunas organizaciones empresariales que sí lo pensaban en la etapa del PP. Y muchas de las cosas de las que se quejan son la herencia de lo que el PP hizo o no hizo. ¿Tienen un problema de coherencia? Qué le vamos a hacer. En cuanto al modelo de organización empresarial, lo que ellos quieran. El Consell no ha dicho 'este es el modelo a seguir'. El conseller Rafa Climent ha dicho hasta la saciedad: queremos interlocutores fuertes con la fórmula organizativa que consideren más valiosa. Mi opinión personal: se lo dicho a Coepa y a la Cámara de Comercio: vamos a un modelo más flexible de organización empresarial. Si la visión es sólo provincias o solo Comunitat, vamos equivocados. El tipo de mundo al que vamos, y que muchas veces se olvida, es la globalización, el funcionamiento en red, el funcionamiento de empresas ligadas a criterios tecnológicos, que generan una cultura que no es tan dependiente del territorio físico.
"Vamos a un modelo más flexible de organización empresarial. Si la visión es sólo provincias o solo Comunitat, vamos equivocados"
Qué más da en qué provincia o comarca esté un empresa, lo importante es que esté aquí. ¿Un empresario que diseña se va a pelear de verdad por los intereses puramente territoriales? Eso es pensar con categorías del pasado. Va a ver organizaciones de Comunitat, que espero que sean fuertes porque la interlocución es importante, y habrá otras provinciales en algunas materias, y comarcales porque es un ámbito más reducido. Y habrá otro fenómeno de organizaciones intercomarcales, que agrupan varias comarcas. Tenemos que tener una flexibilidad enorme. No podemos seguir en la construcción residencial y de concesión de obras públicas, tampoco hay que demonizarlas, pero están surgiendo nuevas fórmulas.
-De su discurso detecto que considera que las fronteras provinciales han caido. El PP se empeña en defenderlas, sobre todo las provincias...
-El drama no es pelearse por lo que es provincial o autonómico, el drama es que tardemos tanto en ir en tren desde Alicante a València, y a Barcelona también, y a Murcia. El PP defiende la provincia cuando está en la oposición. Siempre. Lo recuerdo desde que tengo uso de razón. El PP es un partido que tiene un componente fuertemente provinciano; es decir, de contentar a sectores sociales que residencian su ideología en el conservadurismo; a lo que menos se ha movido. Y la provincia es la institución española que menos se ha movido en 150 años. No me extraña. La estructura de los ayuntamientos y autonómica ha cambiado. Lo que no cambia es fósil. Las diputaciones son fósiles. Es un fósil que tiene instrumentos interesantes, desde luego. En Alicante, ahí está en Museo Arqueológico (Marq) y el Auditorio. No lo niego. La diputación es una institución que genera conflictos para ver a quién se le dan las grandes subvenciones y con unas bolsas de clientelismo muy importantes. Deberían renunciar a determinadas competencias que ya asumen los ayuntamientos y la Generalitat porque duplican servicios y gastos.
"Las diputaciones deberían renunciar a determinadas competencias porque duplican servicios y gastos"
-Por último, ¿cómo ve el pacto de la ciudad de Alicante?
-Es un pacto complicado. Estuve en su gestación y ya vi que iba a ser muy difícil. Estuvimos muchos días y muchas horas sentados. ¿Por qué? Porque veníamos de una ciudad destrozada, sin futuro económico, destrozado en lo urbanístico, y destrozada en su dignidad. Había asumido el meninfotismo, que todo sale mal... Una ciudad que veía la alcaldesa en los peores programas de televisión provocando situación de ridículo. Que veía a su principal empresario en una situación de indignidad insoportable; con muchos concejales del PP imputados y procesados. A la ciudad le constará recuperarse, y mucho. ¿Me gusta todo lo que se hace? No. Creo que hay que perseverar, que se están poniendo las bases de algunas cosas; en otras, seguramente, no se ha acertado tanto como nos gustaría.