Vista de la calle Mossèn Rausell de Campanar, con una vivienda reformada a mano derecha
24/04/2018 -
VALÈNCIA. "Es un sitio muy especial, quien ha tenido alguna relación con él quiere vivir aquí, y también se contagian de esta magia muchos vecinos de alrededor y quieren venir". Son palabras de Jordi Torrijos, arquitecto de Estudio Campanar y vecino del casco antiguo de este 'pueblo' engullido -pero respetado- por València.
"Lo que pasa es que aquí los vecinos no quieren vender, no necesitan el dinero. Muchas familias ganaron buenas cantidades en su momento con las expropiaciones de la huerta de alrededor. Y además es que saben que tienen un tesoro, quieren seguir viviendo aquí, en un pueblo tranquilo con todas las ventajas de estar en la ciudad. Valoran mucho su patrimonio", relata Torrijos.
Su despacho, también oriundo del barrio, se ha convertido en un referente para las reformas en el casco antiguo y también para las pocas transacciones que tienen lugar. "Hay mucha más demanda que oferta, nosotros tenemos una lista de espera de alrededor de 40 personas que quieren que les avisemos si sale alguna cosa", asegura.
No obstante, la recuperación del sector inmobiliario ha propiciado algunos movimientos, pero por cantidades no aptas para cualquiera. "En los últimos cinco años, más bien en los últimos tres, sí ha habido algo de mercado de compraventa. Hemos vendido, por ejemplo, tres inmuebles de alrededor de 400.000 euros. Son para gente de alto poder adquisitivo, que además van a afrontar reformas de alrededor de 200.000 euros", cuenta el arquitecto.
Se trata de viviendas compuestas por bajo más primera planta, espaciosas y con patio. "El 70% tiene la fachada protegida, lo que supone una complejidad pero a su vez dota a las viviendas de mucho encanto", agrega.
Las operaciones más económicas que ha cerrado Torrijos para el acceso a la vivienda en el casco antiguo de Campanar rondan los 230.000 euros. "Ha sido posible gracias a la compra entre siete personas -sin relación entre sí- de un gran inmueble de 800 metros cuadrados. Una vez tengan licencia harán el reparto de la propiedad horizontal. Con esta solución hemos podido llegar a más bolsillos. Cada uno obtendrá una vivienda de 140 metros cuadrados entre planta baja, patio y primera planta con desván", detalla.
Vivienda de fachada protegida rehabilitada por Torrijos
Entre las operaciones de reforma y compraventa en las que ha intervenido Estudio Campanar se encuentran cinco viviendas en la calle Mossèn Rausell, dos en Grabador Enguídanos, otro en la calle Villar del Arzobispo y uno más en la calle Macastre. Tres de las operaciones de compraventa se materializaron entre 2017 y principios del presente ejercicio por un valor conjunto de 1,28 millones de euros, según el despacho.
Vista de la calle Mossèn Rausell de Campanar, con una vivienda reformada a mano derecha
