La inauguración ha tenido un sorteo solidario a favor de Pequeño Deseo
VALÈNCIA. Alexandra Izquierdo y Juan Carlos Lluch trabajaban en hostelería para terceros durante más de 10 años así que al cumplir los 30 decidieron emprender y en plena crisis crearon Salsia Catering. En tan sólo 4 años cuentan con 18 empleados y dan trabajo a más de un centenar desde su oficina de Náquera. Y esta semana inauguran Los Naranjos de San Isidro, un espacio en mitad de la huerta valenciana y junto a la pedanía de San Isidro de Benagéber, el pueblo blanco a descubrir por los valencianos.
Izquierdo se dedica a la decoración y la parte comercial. Lluch dirige la cocina que se distingue por la sofisticación de los platos más tradicionales con las recetas originales que han descubierto en sus viajes gastronómicos de investigación. Así, acudir a un evento hecho por Salsia es probar el Cevimartini de Cartagena de Indias, una deconstrucción de caldo de pollo calentito para empezar este tiempo o la mini ensalada payesa de las Baleares; todo ello sin olvidar los guiños a la tierra, como el buñuelo de bacalao con alioli de miel.
En la inauguración de este singular espaciose ha sorteado entre los asistentes una camiseta del Levante UD firmada por los jugadores, un bono para 2 de un circuito de spa en el hotel las arenas, una camiseta de Valencia Basket firmada por los jugadores y una alfombra de Gandia Blasco, para recoger fondos para la Fundación Pequeño Deseo. La Fundación Pequeño Deseo trabaja desde el año 2000 para hacer realidad los deseos de niños y niñas con enfermedades crónicas o de mal pronóstico con el fin de apoyarles anímicamente.