VALÈNCIA. Tarde. Un año tarde. La tasa de vertidos que quiere imponer la Dirección General del Agua de la Generalitat llega tarde. Eso es lo que creen en Albal donde su alcalde, el socialista Ramón Marí, explica que ya han mandado un escrito al gobierno autonómico para informar de que no van a pagar el impuesto correspondiente a 2013 por un “defecto de forma”, ya que les fue comunicado sin previa notificación.
La historia se remonta a veinte años atrás cuando el Gobierno de José María Aznar ideó la posibilidad de que las comunidades autónomas recaudarán una tasa por el vertido de aguas depuradas al mar. Fue el gobierno autonómico del PP el que desarrolló esta tasa en 2012. Pero que se creara el derecho no significa que se ejecutara.
El cobro del impuesto no ha llegado hasta hace bien poco a los 19 ayuntamientos a los que da servicio la depuradora de Pinedo. En algunos casos, como el de Mislata, ni tan siquiera ha llegado la notificación, según confirmaba el alcalde Carlos Fernández Bielsa. “No hemos abonado nada. No me consta ninguna notificación al respecto”, explicaba a Valencia Plaza.
Otros, como los de Albal o Alfafar, piensan impugnarlo. El porqué lo explica de nuevo Marí. “No tenemos problemas en pagar la tasa, pero la de los años 2014, 2015, 2016 y 2017. La de 2013 no nos corresponde”, advierte. Las razones son dos: errores formales en la notificación y el hecho de que ha superado los cuatro años, el plazo de prescripción.
Por su parte, el Ayuntamiento de València también ha alegado contra la tasa, en su caso porque consideran que “la cantidad liquidada está mal calculada”, según explicó el concejal de Desarrollo Urbano de València, Vicent Sarrià.
La depuradora de Pinedo da servicio a Albal, Alfafar, Mislata, Alcàsser, Benetusser, Beniparrell, Burjassot, Catarroja, Lloc Nou de la Corona, Massanasa, Paiporta, Paterna por el barrio de La Coma, Picanya, Picasent, Sedaví, Silla, València y Xirivella.
La intención inicial del gobierno autonómico era que la tasa la abonara directamente la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos, EMSHI. Ante esta opción se apostaba por una figura, la de la comunidad de usuarios. Este martes Sarrià, como presidente del EMSHI, se reunió con parte de los alcaldes de estos ayuntamientos. La cita tuvo lugar en la sede del ente, en la Plaza del Ayuntamiento de València, y sirvió para dar forma a la comunidad.
Esta figura es la que se usará ante la administración. Ella será la que abone la tasa de vertidos al Gobierno autonómico al tiempo que remitirá a cada uno de los consistorios la parte de tasa que les corresponde pagar. Y es que las circunstancias son muy dispares, según explicó Marí, porque algunos ayuntamientos grandes como Paterna, por ejemplo, sólo usan los servicios de la depuradora de Pinedo para dar servicio a La Coma.
En total, la depuradora de Pinedo da servicio a más de un millón de personas, incluyendo los 790.000 habitantes de la ciudad de València, y cubre poblaciones que van de los 137 vecinos de Lloc Nou a los 43.000 que se arraciman en Mislata, el pueblo español con mayor densidad de habitantes por kilómetro cuadrado.
Marí, que fue uno de los impulsores de la denuncia del caso Emarsa, explica que en el caso de los municipios de L’Horta Nord ya se ha establecido su correspondiente comunidad de usuarios. En el caso de los ayuntamientos de L’Horta Sud, está convencido de que en un par de meses todos los consistorios habrán aprobado sumarse a esta figura, una vez los respectivos plenos den el visto bueno a la medida. A través de ella pagarán su tasa de vertidos, pero no la de 2013; ésa no.