VALÈNCIA. El megafondo soberano noruego despidió el pasado año con 72 cotizadas españolas en su cartera de inversión en renta variable, según lo ha constatado este diario de su último informe completo al cierre de 2022. Y, entre las cuales, solo había dos domiciliadas en la Comunitat Valenciana: Banco Sabadell de la que tenía el 1,39% del capital; y CaixaBank con el 0,64%. Nada más. Ni rastro en las otras ocho cotizadas repartidas por Alicante (FacePhi e Intercity), Castellón (Cuatroochenta) y Valencia (Endurance Motive, Libertas 7, Substrate AI, Umbrella Solar y Veracruz Properties).
Hablar del megafondo soberano noruego -Government Pension Fund of Norway o GPF como se le conoce por sus siglas- es hacerlo del mayor fondo soberano del planeta. Sin ir más lejos al cierre del primer trimestre del año gestionaba activos por valor de 1,22 billones de euros al cambio. O lo que es lo mismo: ligeramente por encima del Producto Interior Bruto (PIB) de España. Palabras mayores.
Dicho megafondo fue creado en 1996 para invertir en el exterior los ingresos procedentes del gas y el petróleo; mientras que es gestionado por Norges Bank Investment Management (NBIM), entidad adscrita al banco central noruego, que vela por los intereses de este gigante de la inversión.
Fue en 1998 cuando se estableció como entidad independiente, con un capital inicial de 11.090 millones de euros. La rentabilidad anualizada del GPF alcanza el 5,89% desde 1998, mientras que es del 6,74% en los últimos diez años, según se presenta en su web corporativa consultada por este diario.
A cargo de este gigante de la inversión está el nórdico Nicolai Tangen, fundador del hedge fund Ako Capital, que fue elegido en marzo de 2020 por el consejo ejecutivo del Norges Bank para tomar el relevo de el entonces CEO Yngve Slyngstad. Fue en septiembre de ese año cuando Tangen cogió las riendas como consejero delegado de este megafondo, que fue uno de los accionistas en votar en la histórica junta de Ferrovial por cambiar el domicilio social a los Países Bajos.
A lo largo de los tres primeros meses del año en curso, el GPF se anotó un retorno del 5,9%, lo que equivalía a unos 76.686 millones de euros al cambio, según la nota emitida al supervisor nórdico la semana pasada. En el primer trimestre de 2023, el rendimiento de las inversiones en acciones del fondo fue del 7,4% y el de la exposición a renta fija reportó una rentabilidad del 2,7%.
Retornos anualizados del GPF. Fuente: NBIM
Por su parte, los bienes inmuebles no cotizados arrojaron un retorno del -1% y la infraestructura de energía renovable no cotizada retornó un -3,8%. De este modo, la rentabilidad del fondo se situó 0,06 puntos porcentuales por debajo de la rentabilidad del índice de referencia.
"El auge del mercado de valores fue impulsado en gran medida por el sector de la tecnología y el consumo discrecional", reconocía en dicha nota Trond Grande, viceconsejero delegado de Norges Bank Investment Managemen. El vehículo inversor tenía un valor de 1,22 billones de euros a 31 de marzo de 2023.
A esa fecha, el 70,1% del fondo estaba invertido en acciones, el 27,3% en renta fija, el 2,4% en bienes raíces no cotizados y el 0,1% en infraestructura de energía renovable no cotizada. Dicho vehículo financiero se vio favorecido por la depreciación de la corona noruega en el primer trimestre frente a varias de las principales monedas, lo que contribuyó a un aumento considerable en el valor del fondo de 64.835 millones de euros.