Quédate con su nombre, porque es la próxima revolución. Y en Altea ya hay un obrador urbano que lo elabora de forma artesanal: Ké Water Drinks.
“No es kombucha ni agua de sabores ni kéfir de leche: es kéfir de agua”. La última campaña que acaba de lanzar esta marca alteana, “Somos kéfir de agua”, pretende que este producto fermentado tenga el reconocimiento que merece. Para los que ya lo conocen, es una bebida probiótica, pero también una alternativa saludable a los refrescos. Y para ti, quizá, un mundo aún desconocido. Pero ya no hay excusa, porque lo tenemos muy cerca: Carla Bernabeu, una de las pioneras en la elaboración y comercialización del kéfir de agua, es de Altea. Y allí, en este bello pueblecito alicantino, es donde ha creado el primer obrador urbano de este producto en España: Ké Water Drinks.
Si ya con saber esto te han entrado ganas de beberlo, puedes hacerlo en una veintena de locales (de Guakame en Valencia, a Plant Shack en Altea, pasando por Bocarriba Cocina en Pilar de la Horadada o Woody´s en Jávea), pero también comprarlo a través de su recién estrenada página web, desde la que envían a toda España. Si prefieres ir a Altea, puedes encontrarla los martes en su obrador, donde vende también a granel (recuerda llevar tu propia botella), algunos domingos en el Mercat del Riurau (Jesús Pobre) y regularmente en otros saraos en la zona, como el Mercat del Convent de Altea o la feria Alicante Gastronómica. En junio viajará también al festival vegano VegFest, en Barcelona. Carla no para, porque lleva la motivación en las venas.
Todo comenzó con sus tatarabuelos, que ya se las ingeniaron para ser emprendedores en su época. Y ella ha vivido el ejemplo de sus padres, que fueron vendedores de frutos secos de mercado en mercado, tuvieron una hamburguesería, el primer “Todo a 100” de Altea y hasta un food truck dentro de una discoteca cuando no era nada habitual, hace cuatro décadas. “Son las personas más luchadoras que conozco”, nos confiesa. Ahora Carla ha tomado el relevo con un producto que le resulta muy familiar, ya que el kéfir de agua entró en su casa hace veinte años, cuando su padre tuvo un accidente de tráfico. Una amiga de la familia les donó los gránulos para que lo tomara y mejorar así su delicado estado de salud. “Mis hermanos y yo crecimos con una cocina en la que eran habituales los fermentados que elaboraba mi madre en casa de forma artesanal”, explica a Guía Hedonista.
Años más tarde, estudió Nutrición y Dietética en Valencia. Y haciendo las prácticas, decidió proponer a algunos de sus pacientes, previa validación de la directora del centro, que tomaran kéfir de agua, ya que es una bebida apta para intolerantes a la lactosa, al gluten o veganos. “Empezamos a donar los gránulos para que la gente fuera fermentando en sus casas y así ayudarles con sus digestiones y sistema inmunitario”, nos explica. Lo de ayudar a los demás también le sale solo. En ese momento es cuando se le ocurrió hacer una segunda fermentación para aportarle algún sabor tras ver algunos vídeos en Youtube. “La primera prueba fue con manzana y lo dejé fermentar dos semanas. Cuando lo abrimos sabía a sidra”, recuerda. Aquel experimento no cayó en saco roto, porque un par de años después, afincada en Leeds (Reino Unido), donde trabajaba como dietista, surgió el germen de Ké Water Drinks gracias a una charla del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández. Desarrolló el plan de empresa desde allí, mientras su madre se encargaba, en Altea, de hacer pruebas en casa. “De un bote conseguimos obtener 20 kilos de nódulos”. Cuando ganó un concurso de startups organizado por la misma universidad, al que su hermano le animó a presentarse, decidió volver a su querida terreta para hacer realidad lo que llevaba meses pergeñando. Era junio de 2021.
Entretanto, se topó con Agua de Madre, una marca británica de kéfir de agua. Visitó su brewery y allí vio que aquello era posible. A nivel nacional no tenía referentes, puesto que aquello aún no existía en nuestro país. Aunque como modelo a seguir, confiesa que le inspira Komvida, la kombucha que le motivó a seguir con su corazonada. Y ella siguió su propio camino hasta crear Ké Water, como alternativa a los refrescos que tienen azúcares o edulcorantes y que además proporciona beneficios por las enzimas y bacterias probióticas que contiene. “Se liberan vitaminas, minerales y ácidos orgánicos, enzimas digestivas y bacterias probióticas como lactobacillus y bifidobacterium”, recalca.
¿Su proceso de elaboración? “Usamos una simbiosis de bacterias y levaduras propias del kéfir de agua y una disolución de agua con azúcar de caña sin refinar ecológica. Realizamos una primera fermentación de entre 24 y 48 horas, le damos una segunda fermentación para saborizarlo. ¡Y lo tratamos con cariño!”. Dos dudas muy frecuentes es si el kéfir de agua contiene azúcar o alcohol. La respuesta a la primera pregunta es que sí que se emplea azúcar, porque es necesaria para activar la fermentación y alimentar a las bacterias, pero el producto final es bajo en azúcares (2 gramos por cada 100 mililitros), puesto que se van reduciendo en la fermentación. En cuanto al alcohol, tiene menos de un 1%. Como la fermentación es muy corta (24-48 horas), no llega a generarse una gran cantidad, sino algo similar a lo que contiene una cerveza sin alcohol. Por eso su fecha de consumo preferente (que no de caducidad) es de seis meses: porque a partir de entonces, puede aumentar su graduación alcohólica.
Desde septiembre de 2022, comercializa tres kéfir de agua diferentes: Ké Original, Ké fresa y lima y Ké limón e hibisco. Aunque puntualmente lanza ediciones limitadas de otros sabores, como naranja, granada o níspero, en función de la temporada y solo disponibles en su obrador. Lo próximo serán sus Mocktails (cócteles sin alcohol), en los que lleva meses trabajando. Ké Tropical o Ké Mojito prometen ser refrescantes tragos estivales.
Con su madre como cómplice, que siempre está para fermentar o echarle una mano en los mercados, Carla continúa pertinaz en la a veces ardua tarea de dar a conocer su producto. Agradece haberse cruzado con Sofía Ostoic, la diseñadora gráfica que ha creado toda la identidad visual de Ké Water Drinks. Y hace poco se ha subido al barco otra colaboradora que le ayudará a afrontar la labor de distribución y ventas en Valencia. Carla habla claro, porque no todo es tan luminoso como lo que publica en Instagram. “En España no es fácil emprender y el sistema no está preparado para ello, pero hay que probarlo, intentarlo y hacer lo que a uno le apasiona. Solamente vivimos una vez”.