Bravo logra sentarse con una hora de diferencia en el Consell y en la Mesa de Les Corts

VALÈNCIA. "Es más difícil abandonar el barco en la derrota que en la victoria". Así se pronunció la ya exconsellera de Justicia Gabriela Bravo hace unos días tras conocer los resultados de las elecciones autonómicas del 28 de mayo que dieron la victoria al PP de Carlos Mazón, que gobernará la Generalitat Valenciana con Vox.  

Un lema que, a juzgar por los tiempos con los que ha decidido dejar el cargo que ostentaba en el Botànic II, ha querido llevar por bandera hasta el último minuto. Literalmente hablando. Tanto es así que incluso acudió este mismo viernes a su último pleno del Consell, celebrado minutos antes de su cese y apenas una hora antes de que tuviera que asumir su nueva responsabilidad en la segunda institución más importante de la Generalitat. 

Su asistencia, de hecho, generó estupor en sus socios de gobierno, Compromís, pero también en el partido al que representa, el PSPV. Todos dieron por hecho este jueves que Bravo dimitiría ese mismo día para que su cese fuera publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el viernes y entrara en vigor, dado que debía asistir a la reunión de la Mesa de Les Corts para que ninguna sombra de incompatibilidad sobrevolara sobre la representante de los socialistas. 

El hecho de que ayer viernes no tuviera ningún punto en el orden del día del pleno del Consell reforzaba esta teoría. Sin embargo, Bravo quiso mantener sus competencias hasta el último minuto, por lo que pudiera pasar. Aseguró la semana pasada que no dejaba la cartera por "responsabilidad", porque tenía las competencias de Emergencias y la Comunitat se encontraba en plena ola de calor. 

Con este telón de fondo, decidió dejó de ser consellera de Justicia a las 10:30 de la mañana y hubo que publicar en el DOGV un número "bis" para hacer efectivo su cese. Apenas media hora más tarde del pleno del Consell ya estaba sentada en otra silla: la de la Mesa de Les Corts, donde le esperan otros quehaceres. 

La escena provocó comentarios jocosos en Compromís. El exjefe de Gabinete de Mónica Oltra, dejó caer en sus redes sociales la "importancia" de saberse "retirar", mientras otros miembros de la coalición bromearon con el hecho de que no se hubiera "apartado" hasta el fin de su gestión.