VALÈNCIA. Después de ser castigada con dureza por la pandemia, de mandarla al confinamiento más tiempo que a otros sectores, la educación ha vuelto al epicentro de las decisiones políticas, pero de aquella manera.
Tras asegurar que se combinaría la docencia presencial con la 'online', ahora el Gobierno, de la mano de la ministra de Educación, Isabel Celaá, decide que todos vuelvan a las aulas. Lo harán bajo unas medidas de dudoso cumplimiento, teniendo en cuenta las características y recursos con los que cuentan los centros en este país.
A eso se le une la sensación de que no existe un plan B en caso de rebrote o segunda ola de contagios que obliguen a retornar a la casilla de salida del confinamiento. Sobre todo por la falta de competencia digital que ha quedado demostrada durante estos meses de ausencia educativa.
Analizamos esta situación con José Ramón Navarro y Pablo Rovira.