La licencia está condicionada al cumplimiento de la Declaración de Interés Comunitario
VALÈNCIA. Tras años de controversia alrededor del conocido como Circuito dela Ribera, ubicado en la localidad de Guadassuar, su reapertura podría estar cada vez más cerca. El Ayuntamiento de la localidad ha acordado, por unanimidad, conceder la licencia ambiental a la empresa promotora del circuito, Car Track Events, S. L., para llevar a cabo la actividad recreativa en sus instalaciones. El circuito empezó a hacer rugir motores en julio de 2017, sin embargo, desde mayo del pasado año permanecía con el cerrojo echado después de que el consistorio dictaminara su cierre.
Pese a la polémica que ha suscitado el cierre de las instalaciones deportivas, a principio de año, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) avaló la legalidad del Circuito de la Ribera tras la demanda que presentaron algunos vecinos, según explicó Levante-EMV. Los juzgados determinaron que las instalaciones cumplían con el suministro de agua potable, con los límites acústicos permitidos por la ley y con la validez de su ubicación. El alcalde de la localidad, Salvador Montaña, alude a que "se debería haber solicitado una licencia Ambiental desde el principio, en lugar de intentar hacerlo a través de una declaración responsable basándose en la ley de Espectáculos. Finalmente, se dictaminó que el promotor debía pedir la licencia ambiental, así lo hizo y se la hemos concedido".
La nueva licencia otorgada, sin embargo, está condicionada al cumplimiento por parte del promotor de la Declaración de Interés Comunitario y del informe emitido por el Servicio de Infraestructura Verde y Paisaje de julio de 2016. Concretamente, la empresa dispone de un plazo máximo de dos meses, y antes del inicio de las obras, para presentar un Proyecto de Construcción Refundido que cumpla estos condicionantes que afectan al proyecto de construcción y a la ejecución de las obras, ambientales y de seguridad de la actividad.
Cabe destacar que, según la ley de prevención, calidad y control ambiental de actividades en la Comunitat Valenciana, el inicio de la actividad se podrá producir una vez el promotor haya finalizado la construcción de las instalaciones y obras y haya presentado ante el Ayuntamiento la correspondiente comunicación de puesta en funcionamiento, momento a partir del cual los técnicos municipales podrán inspeccionar las obras y comprobar que las mismas se han ejecutado de conformidad con los proyectos aprobados y respetando, en todo caso, los condicionantes ambientales y de seguridad de la actividad que exige la normativa sectorial vigente.
"Ahora, la empresa promotora cuenta con una Declaración de Interés Comunitario y una licencia Ambiental que le permite abrir el Circuito de la Ribera, eso sí, cumpliendo unas condiciones. Por nuestra parte no hay ninguna reticencia, nuestro único papel es garantizar que se cumpla lo establecido", ha apuntado Montaña. Algunas de las obras que se le exigían a la empresa promotora ya se han llevado a cabo, es el caso de una línea de media tensión que se encontraba dentro de las instalaciones y que en septiembre de 2019 se desvió por fuera.
Además de las complicaciones surgidas a lo largo de todo el proceso, la pandemia ocasionada por la Covid-19 ha alargado, aún más, estos trámites. “El proceso podría haber sido mucho más rápido”, asegura Salvador Montaña, “pero se ha retrasado alrededor de tres meses debido al coronavirus y a la paralización de las administraciones, ya que se debería haber aprobado pocos días después de que se decretara el estado de alarma”.
“Desde el ayuntamiento consideramos que se trata de unas instalaciones que pueden ser muy atractivas para los visitantes, en un territorio con una gran afición al motor, por eso nunca hemos estado en contra de su funcionamiento. Pero siempre cumpliendo lo que exige la ley, y desde el ayuntamiento debemos garantizar que así sea”, advierte el primer edil de la localidad.