VALÈNCIA (VP). El próximo domingo 4 de diciembre se celebra el Maratón Valencia Trinidad Alfonso, una prueba que ya se ha consolidado entre las grandes citas mundiales para miles de corredores. Sin embargo, por muy atractiva que sea la idea, plantearse correr una maratón no es algo que podamos tomarnos a la ligera. “Son carreras muy exigentes que requieren una muy buena preparación, de ahí que sea conveniente planificarla sin prisas e ir de menos a más”, apunta el doctor Pepo García, responsable, junto con el doctor Joan Part, de la nueva Unidad de Rodilla de Vithas Valencia 9 de Octubre. Vithas es patrocinador de la prueba y preparador de la formación RCP del voluntariado del Maratón Valencia Trinidad Alfonso.
El doctor García da una serie de consejos a aquellos corredores que quieren participar en esta carrera. “Lo primero es ponerse en manos de profesionales, entrenadores y preparadores titulados, que te puedan ayudar a afrontar bien la carrera. También es fundamental llevar un entrenamiento progresivo, no enfrentarte a una maratón sin haber corrido antes medias maratones y carreras de media distancia. Y por último la alimentación durante la carrera también hay que entrenarla. Desde qué alimentos, suplementos y bebidas necesitas a cómo ir administrándolo durante toda la carrera para mantener un rendimiento continuo y al alto nivel que exige la maratón”.
El objetivo es evitar lesiones que hagan que el sueño de correr una maratón se convierta en una pesadilla. Y es que la rodilla, junto con el tobillo y la cadera es una de las grandes perjudicadas en este deporte. Un dato: los 42 kilómetros de un maratón suponen más de 45.000 impactos repetitivos que repercuten en tobillo, rodilla, y cadera. “Por muy bien preparados que estemos, ese impacto continuado y repetitivo sobre la articulación puede derivar en un futuro en un desgaste del cartílago (conocido como condromalacia rotuliana) y en enfermedades degenerativas”, asegura el responsable de la nueva Unidad de Rodilla de Vithas Valencia 9 de Octubre.
Entre las lesiones más típicas de los corredores destaca el síndrome de la cintilla iliotibial, conocido también como rodilla del corredor. Ocurre cuando el tendón largo del músculo tensor de la fascia lata roza de manera repetida con la parte exterior de la articulación de la rodilla, concretamente con el cóndilo femoral externo. Ese roce causa dolor en la cara externa de la rodilla e inflamación.
Otra de las lesiones más habituales entre los runners son la periostitis tibial, inflamación de la membrana que envuelve a los huesos; las tendinopatias en el tendón de Aquiles, que son muy frecuentes cuando no se realizan estiramientos; y las fascitis plantares, debido a una sobrecarga por una mala adaptación al calzado y en sintonía con los problemas en el tendón de Aquiles. De ahí que el doctor García insista “en la necesidad de una buena preparación antes de afrontar un maratón y no solo esta prueba, cualquier actividad deportiva requiere de un buen entrenamiento y constancia, para así adaptar nuestro cuerpo a las exigencias de cualquier deporte”.
Además, a la hora de practicar cualquier deporte hay que tener en cuenta un factor importante: la necesidad de que cuidar nuestras articulaciones para que se mantengan en buen estado con el paso de los años. En el caso de los corredores, el desgaste del cartílago o la artrosis pueden ser habituales por la sobrecarga muscular y articular debido a movimientos muy repetitivos y a una muy alta intensidad. Por ello “es importante realizarse revisiones médicas y seguir las recomendaciones de los especialistas para proteger su salud articular. La prevención es clave”, subraya el profesional.
Precisamente este es uno de los servicios de la nueva Unidad de Rodilla del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre. Compuesta por dos especialistas, los doctores Pepo García y Joan Part, su objetivo es desarrollar una unidad especializada en rodilla, dentro del área de traumatología, que realice un abordaje integral de las diferentes patologías de rodilla, desde la prevención hasta la cirugía. “Se ha realizado una inversión importante para poner en marcha esta unidad, que quiere ser una referencia en el tratamiento de la rodilla”.
Para ello cuentan con nuevas consultas y lo último en equipamiento y tecnología para garantizar una atención de calidad, “desde el primer momento, ya no solo a nivel profesional sino también a nivel humano, porque creemos que si el paciente tiene una experiencia buena, eso hace un refuerzo positivo para que se pueda recuperar mejor y más rápidamente”, comenta el doctor Pepo García, que añade que lo que más le atrajo a la hora de montar esta unidad fue que “era un proyecto nuevo, que encajaba con mi manera de entender cómo dar una mejor atención a los pacientes”. También destaca la confianza que le transmitieron los responsables del equipo de traumatología.
Desde la nueva unidad de rodilla se van a tratar las patologías traumáticas, que engloban tanto lesiones deportivas (de menisco, de ligamentos, tendinopatías, roturas fibrilares, roturas musculares…) como lesiones por traumatismo (fracturas por accidentes, contusiones o caídas…); y también las patologías degenerativas, donde destaca la artrosis como principal afección. “La abordamos desde el punto de vista preventivo, porque cada vez los pacientes quieren saber de qué manera pueden preservar esa articulación para que con los años no tenga que cambiarla o hacerse otro tipo de tratamiento”.
El doctor García señala que la cirugía de rodilla ha evolucionado de manera significativa en los últimos años, destacando las intervenciones mínimamente invasivas y la precisión que aporta la tecnología. A ello se une que, en el caso de patologías degenerativas se opta por la cirugía de preservación. “Antiguamente se quitaba casi todo el menisco lo que, con el paso de los años predisponía a un mayor desgaste, ya que no tenías esa amortiguación ni la estabilidad que aporta el menisco. Con la cirugía de preservación lo que hacemos es suturar el menisco y repararlo para evitar el desgaste y que la calidad de vida sea mejor”.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones