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La coalición inicia los contactos con otras fuerzas para conformar una candidatura para 2027

Compromís se mira en Bildu para unificar una alternativa a la izquierda del PSOE 

Foto: EVA MÁÑEZ
17/06/2024 - 

VALÈNCIA. Compromís se encuentra en un importante debate interno sobre su futuro en el que ya ha empezado a hacer movimientos. La coalición, que normalmente deja todas las alianzas para el último momento, cree que ha aprendido la lección. Consciente de que en cada convocatoria electoral sigue perdiendo apoyos, cada vez es más unánime la posición de que ha de haber una gran alianza de fuerzas para disputar el espacio de izquierdas en las próximas elecciones autonómicas de 2027. Y en ello andan ya. 

En este punto, aparecen dos objetivos inmediatos: uno, comenzar oficialmente los contactos con otras fuerzas, algo que según fuentes de la coalición ya está ocurriendo; y dos, articularlo con una fórmula en la que todos estén de acuerdo. Aquí será donde, seguramente, venga el problema y existan divergencias de opiniones. Si no, no serían Compromís. Por el momento, aparece un modelo de partido en el que algunos aspiran a mirarse a nivel organizativo: Bildu. Si esta opción será la que triunfe parece aventurado asegurarlo todavía.

Comencemos por el contexto. La coalición ha salvado los muebles en las elecciones europeas –Vicent Marzà, número tres de la candidatura con Sumar, será eurodiputado– y ha aportado a la marca que hasta ahora lideraba Yolanda Díaz un número importante de votos. Pero no remonta y, aunque cuente con una base de apoyos en la Comunitat Valenciana, el riesgo de que siga cayendo es alto.  


Con las alarmas disparadas a la interna, cada pata que conforma Compromís intenta definir su postura. El pasado marzo, Iniciativa –formación a la que pertenece la expresidenta de la Generalitat Mónica Oltra– aprobó en su asamblea la conversión en una federación de partidos para ser "la solución a toda la izquierda transformadora". Fue el primer acto orgánico en el que Oltra reapareció tras dos años, por lo que todo tuvo un significado adicional. 

Por su parte, Més (el antiguo Bloc) tiene su congreso fijado para el próximo octubre. Tras la salida de la exvicepresidenta del Consell, se trata de la pata de Compromís que acapara actualmente los cargos institucionales más importantes, por lo que la cita de otoño resulta de especial importancia. Máxime teniendo en cuenta que en ella las opiniones no suelen ser ni mucho menos unánimes en nada. 

Foto: EVA MÁÑEZ   

Del congreso ha de salir una propuesta. Y aquí es donde asoma la de un modelo organizativo como el de Bildu. Lo llaman un partido de partidos y consistiría en que Compromís se configurara como un partido único en el que integrar a todos los que quisieran entrar en él. No sólo Més, Iniciativa y Els Verds; sino aquellos con los que luego se concurriría a las elecciones. Ya sean otras formaciones de izquierdas (Esquerra Unida, Podem), sus restos, plataformas municipales, etc. 

Esto permitiría una doble militancia. Una en el partido de origen y otra en el partido 'madre', que sería Compromís. Dirigentes como Vicent Marzà y el exalcalde de València Joan Ribó trabajan en esa línea, señalan fuentes de la formación. 

Esa fórmula permitiría que Compromís no se diluyera como marca sino que se mantuviera como la gran marca aglutinadora, que es lo que algunos miembros de Més quieren. La duda es si a los partidos a los que se les invite a integrarse les convencerá. En todo caso, es lo que ya están intentando. 

Mientras dan este paso, en lo que trabajan desde la misma noche de las elecciones europeas es en una confluencia amplia para 2027. Aunque no hay fecha de reunión prevista, desde Compromís ya se han puesto en contacto con la líder de Esquerra Unida, Rosa Pérez, quien siempre se ha mostrado partidaria de este tipo de pactos. Lo mismo quieren hacer con lo que queda de Podem y con otras formaciones municipales, a la vez que atraer a los simpatizantes de Sumar –dado que no existe estructura pese a que desde la formación de Díaz dijeron que querían montarla en la Comunitat–. 

Baldoví y Marzà se abrazan en Les Corts. Foto: CORTS/José Cuéllar   

Los partidarios de esta propuesta en Més hablan de transversalidad, pero no mucha. Quieren mantenerse ideológicamente en la izquierda. Lo que se llama a la izquierda del PSOE. A aquellas formaciones municipales que han llegado a pactos con el PP no las ven con muy buenos ojos. 

La estrategia es destacada por muchos motivos. Primero, por la prontitud, algo que no suele caracterizar a Compromís. Saben que la conformación de este tipo de opción política llevará tiempo. Tras los congresos de Iniciativa y Més, la dirección de Compromís tendrá que empezar a sentarse a hablar ya con las cartas sobre la mesa. Eso conllevará un proceso de debate interno y de toma de decisiones. Habrá que redefinir a continuación cuestiones tan relevantes como el ideario programático, los liderazgos o el encaje del resto de formaciones. 

Y aquí es donde viene el segundo punto más llamativo de la estrategia. Todo el mundo espera la determinación de Mónica Oltra sobre su regreso. Ella sigue guardando silencio como posición política, aunque las reapariciones públicas tras el archivo de su causa judicial significa que se está dejando ver. Pero la interlocución de la cúpula de Compromís con ella es nula. La Audiencia de Valencia ha fijado para el 16 de julio la deliberación y fallo sobre los recursos contra el sobreseimiento. Si lo ratifica, supondrá que el archivo es definitivo para la exvicepresidenta de la Generalitat. Hay quien espera que a partir de ahí dé pistas sobre su futuro. Aunque lo que haga y cuándo lo decidirá ella y sólo ella.

Algunos miembros de Iniciativa –también los hay en Més, aunque lo comentan en privado– ya se han pronunciado de manera favorable a que sea ella la que lidere una plataforma de diversas marcas. Un paraguas en el que se desdibujarían las siglas de Compromís –esto es lo que choca con lo que piensan otros en Més– y que aglutine a todos los descolgados de opciones políticas en la izquierda pero que dé cabida a otras opciones, como puedan ser municipales. Sería, dicen, algo que no se ha creado antes en el territorio. 

Rosa Pérez, Mónica Oltra y Jorge Rodríguez.   

Aquellos que hablan de esta macroplataforma como manera de reconstruir el espacio añaden el componente de la transversalidad, pero en sentido más amplio de aquel al que aluden en Més. Así, no consideran que se deba circunscribir ni al nacionalismo ni al concepto "a la izquierda del PSOE". Cuando se les pregunta si sería posible incorporar, por ejemplo, a partidos independientes a nivel municipal, como ese proyecto que está conformando el expresidente de la Diputación de Valencia Jorge Rodríguez (quien se ve con Oltra asiduamente), no lo niegan. "Es posible porque ya hay estructura. Posible sí, fácil no. Pero todo lo que sea abrir espacios que conecten con el ciudadano, que no sean sectarios, que hablen de las preocupaciones sociales y que supongan una alternativa a la hegemonía del PSOE y del PP, referenciándonos a nosotros mismos, se puede hacer", afirman. 

Esta idea de llegar a algún tipo de alianza con Rodríguez no la comparten otros en Més, al considerar que tras su pacto con los populares en la Diputación de Valencia se aleja de esa intención de circunscribir el espacio a la izquierda. 

Los mismos que, en lo referente a Oltra, simplemente se encogen de hombros. Sus movimientos de empezar ya los contactos con otras formaciones para que la opción política de 2027 se construya sobre la marca de Compromís supone no sólo no esperar a la decisión que tome la exvicepresidenta del Consell, sino una clara intención de adelantarse a lo que pueda hacer ella. Así, apuntan a que su retorno sería perfectamente compatible con su candidatura en el Ayuntamiento de València. Un lugar en el que el círculo más cercano a Oltra nunca ha querido ubicarla. 


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