VALÈNCIA (EP). La Conselleria de Agricultura ha publicado una orden de bases de nuevas ayudas urgentes a agricultores y ganaderos de los sectores especialmente afectados como consecuencia de la guerra de Ucrania. Se trata de un segundo paquete especial por valor de 5,5 millones de euros, con un máximo de 15.000 euros para cada persona física o entidad solicitante.
Está destinado a explotaciones del sector frutícola, especialmente del cultivo de caqui, níspero, frutales de hueso (melocotonero, ciruelo, albaricoque, nectarino y cerezo) y uva de mesa.
Estas ayudas se suman a otras que la Conselleria destinó en 2022 a citricultores y parte del sector ganadero por valor de 25 millones de euros, en el marco de un conflicto que ha afectado al conjunto del sector agrario.
"Conscientes de las circunstancias provocadas por la guerra y de la sensibilidad que tenemos hacia uno de nuestros sectores productivos más importantes como es la agricultura, ponemos en marcha más recursos económicos para paliar estos problemas y reforzar e impulsar a nuestros agricultores y ganaderos. Invertimos así 30 millones de euros en ayudas para compensar los efectos de la guerra y proteger la actividad del campo", resalta en un comunicado la titular del departamento, Isaura Navarro.
La agricultura se ha visto gravemente perjudicada por el incremento del precio de los insumos, por tratarse de un sector intensivo en el uso de energía, fertilizantes y fitosanitarios. Además, el aumento del precio de la energía eléctrica afecta a las comunidades de regantes, que necesitan la energía eléctrica para bombear las aguas subterráneas, conducirlas hasta las explotaciones agrarias y distribuirlas dentro de cada parcela.
También se ha visto afectada una de sus principales vías de exportación, Ucrania y Bielorrusia, con lo que ha surgido la necesidad de buscar mercados alternativos. Esto ha provocado la saturación de estos, lo que ha dado lugar a incurrir en pérdidas.
A su vez, las 177 explotaciones de pavos de engorde que tiene la Comunitat Valenciana se han visto sometidas a las mismas dificultades que el sector de la cría de pollos 'broilers'.
Por último, el incremento de los costes de la apicultura, tanto para la hibernada como para la trashumancia, hacen necesario que las explotaciones apícolas cuenten con una ayuda excepcional para poder mantener su viabilidad.