La recuperación podría ser efímera ante las nuevas formas de proteccionismo a juicio de los expertos de Solunion, firma experta en seguros de crédito
VALÈNCIA. Solunion, compañía experta en seguros de crédito controlada al 50% por Mapfre y Euler Hermes, analiza el informe de comercio mundial 'Game of Trade: unbowed, unbent y unbroken?' publicado precisamente por Euler, que incluye además análisis detallados sobre el comercio exterior de 8 países clave: Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, México y Reino Unido.
Dicho informe recoge que después de dos ejercicios complicados, fruto de los últimos coletazos de la crisis, el comercio mundial debería repuntar este año para alcanzar solo la mitad de la media registrada antes de la crisis. En volumen, se prevé un aumento del 4,3% en 2017 y del 3,9% en 2018 frente a una media de subida del 8% en el periodo 2003-2007.
Por su parte, y en lo que a valor se refiere, las estimaciones apuntan hacia una mejora del 7,5% a lo largo del presente ejercicio, que se reducirá hasta el 6,3% en 2018, muy por debajo en ambos casos de la subida del 16% de media entre los años 2003 y 2007. El creciente proteccionismo financiero y comercial, la subida de los tipos de interés y el incierto contexto geopolítico, conducirán a un aumento del coste de financiación del comercio.
El proteccionismo, la financiación y las tensiones geopolíticas dificultan la aceleración del comercio mundial. En primer lugar, el número de medidas proteccionistas es elevado y continúa subiendo: para este año, se esperan más de 400 nuevas medidas (algunas menos que en 2016). Algunos países, como Estados Unidos, comenzaron a aumentar rápidamente el número de barreras: hasta lo que va de año se han registrado un total de 87 nuevas medidas, lo que supone superar a la cifra de 2016 (84) y de 2015 (86).
Tales medidas estuvieron dirigidas principalmente a dos economías: China (20%) y Canadá (18%), desde 10% y 12%, respectivamente, en 2016. Esta tendencia es particularmente importante si se considera la importancia de Estados Unidos como consumidor de productos finales, puesto que no hay que olvidar que representa el 30% del consumo privado mundial.
Tal y como se recoge en el informe de Euler Hermes, el segundo obstáculo para el crecimiento del comercio mundial está relacionado con la persistente dificultad de acceder a la financiación derivada de una continuada balcanización de los flujos financieros. Los préstamos bancarios transfronterizos han disminuido un en dos décimas en tasa interanual en el segundo trimestre de 2017 debido a una regulación financiera asimétrica. La intolerancia al riesgo y la delimitación de los grandes bancos en Estados Unidos, combinadas con una regulación financiera asimétrica (requerimientos de capital) y controles de capital (en mercados emergentes), explican la decepcionante previsión de crecimiento del volumen comercial. Euler Hermes encontró una brecha de financiación comercial de aproximadamente 1.500 millones de dólares, en línea con las recientes estimaciones del Banco Asiático de Desarrollo. Las políticas de deslocalización en las economías avanzadas (las llamadas guerras fiscales) también podrían desviar capital de los mercados emergentes.
En tercer lugar figuran las preocupaciones geopolíticas, que siguen siendo una pieza determinante en la reorganización del comercio. En Europa se mantienen las tensiones con Rusia y la dificultad de alcanzar un acuerdo de transición respecto al Brexit supone un serio riesgo al panorama comercial. En Oriente Medio, las tensiones siguen aumentando en una situación regional ya de por sí compleja. Por último, el creciente riesgo en la península coreana sitúa a los líderes del comercio como protagonistas clave (China, Corea de Sur, Japón y Estados Unidos).
“El proteccionismo financiero es el mayor peligro para el comercio mundial”, indica Ludovic Subran, economista Jjfe de Euler Hermes. El apoyo de los gobiernos para las inversiones a largo plazo, la revolución digital y una gran cantidad de efectivo disponible en los balances de las empresas, podría no ser suficiente para contrarrestar esta preocupante tendencia. En este contexto, la esperada normalización de la política monetaria de los bancos centrales podría afectar a la disponibilidad de divisas y, por lo tanto, aumentar los costes de la financiación del comercio a nivel mundial.
El comercio mundial ha perdido cerca de 3.000 millones de dólares entre 2014 y 2016 aunque se espera que la tendencia se invierta en 2017. Para 2018, los expertos prevén que se debería recuperar esa cifra, pero solo si se aborda el proteccionismo con suficiente profundidad.