El ejecutivo valenciano pide que abandonen las causas emprendidas al considerar prioritario garantizar la estabilidad jurídica en el sector
VALENCIA. El Consell apuesta con fuerza para lograr su objetivo de reordenar en la Comunitat la apertura comercial en festivo. La conselleria competente en la materia, la de Economía Sostenible, se inclina abiertamente por restringir la actividad los domingos, si bien parece más dispuesta que el anterior ejecutivo a alcanzar un acuerdo entre el gran y el pequeño comercio.
Según trasladan a Valencia Plaza fuentes del sector, pese a que las competencias en Valencia son del Ayuntamiento, el foco parece puesto en recortar la apertura en festivo en la ciudad, donde el anterior ejecutivo estableció una práctica liberalización total. Pero para ejecutar este plan la administración quiere estar bien segura de que su decisión no acabará enquistada en los tribunales.
Por ello el Consell pretende contar con el visto bueno de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribució (Anged), que fue precisamente la entidad que quedó al margen de la restricción a la apertura en domingo aplicada por el anterior conseller de Economía, Máximo Buch, y que en un principio había sido apartada por el actual ejecutivo en el Observatorio del Comercio de la Generalitat., que se reunirá por primera vez el próximo 3 de noviembre.
El actual equipo, liderado por Rafael Climent, contempla incrementar el número de festivos anuales con apertura -que en la actualidad son un total de 10- a cambio de reducir las zonas liberalizadas. Pero además añade una exigencia: que la multinacional Ikea y los centros comerciales Gran Turia y MN4 retiren los recursos interpuestos contra la restricción horaria del anterior ejecutivo. "Queremos paz social", confirman a este diario fuentes de la Generalitat preguntadas sobre este posible pacto.
Fuentes del sector añaden que lograr atajar los recursos interpuestos sería -para los partidarios de restringir la apertura en domingo- un hito tan importante como recortar la libertad horaria en la capital, independientemente de dónde quedaran delimitadas las zonas liberalizadas de Valencia y de cuántos fueran finalmente los festivos de apertura en la Comunitat.
El escenario surgido de este pacto, pese a que supondría una cesión hacia las grandes firmas, estaría blindado ante los cambios que ahora sí sobrevuelan el comercio de la ciudad, con recursos de Gran Turia y MN4 en manos de la Audiencia Nacional con el apoyo de Competencia y otra disputa entre Ikea y la Generalitat por el fallo del Consell a favor del Ayuntamiento de Alfafar, que tras prometer que la multinacional abriría todos los domingos cambió de opinión y desató el conflicto.
Las ventajas de este posible acuerdo, sin embargo, se antojan insuficientes para contar con el apoyo de la influyente Asociación de Supermercados de la Comunitat Valenciana (Asucova), que se opone frontalmente a incrementar el número de festivos anuales con actividad comercial.
