VALÈNCIA. No habrá publicidad de empresas en las carrozas de la Cabalgata de Reyes Magos de este año. El Ayuntamiento de València ha decidido vetar la propaganda de compañías privadas en la celebración de sus majestades el próximo 5 de enero, la última que organiza el consistorio para recibir a los tres reyes de Oriente antes de las próximas elecciones municipales de mayo. Lo que ha provocado que sea el primer año que no haya carrozas de empresa en el desfile.
El gobierno municipal que dirige Joan Ribó ha tomado la determinación de no permitir que firmas privadas puedan exponer sus marcas en las carrozas, según han confirmado a este diario fuentes de la concejalía de Cultura Festiva, que dirige Carlos Galiana, y tal como consta en las bases que regulan la participación de entidades en el evento.
De esta manera, la concejalía restringe la participación de este evento, uno de los más importantes del calendario navideño del Cap i Casal, a entidades sin ánimo de lucro, oenegés y clubes deportivos -aunque sean empresas en este caso, donde entrarían el Valencia CF y el Levante UD-.
Concretamente, las bases reguladoras expuestas por el departamento de Galiana en noviembre, fijan que las carrozas "no podrán incluir publicidad ni cualquier otro tipo de promoción de empresas comerciales". Un veto que no existía otros años y que ha frenado la participación de compañías conocidas en el desfile de 2023.
La convocatoria hecha por el Ayuntamiento, en ese sentido, va dirigida a "entidades culturales o personas jurídicas que tengan la condición de asociaciones cívicas, culturales o festivas, clubes deportivos (con independencia de su naturaleza jurídica, organizaciones humanitarias o instituciones".
Anteriormente, los aspirantes a participar del desfile tenían que presentar, entre la documentación obligatoria, un documento que aclarara si el vehículo iba a llevar publicidad o no. Y si la hubiera, "en qué soporte". De hecho, la tematización de la carroza y la integración o no de publicidad en el diseño general de la misma era uno de los aspectos que se valoraban en el proceso de selección.
La única restricción que se ponía hasta al momento en cuanto a los anuncios publicitarios, que el Ayuntamiento había de validar, eran aquellos "de carácter partidista" y los que incitaran al consumo de drogas, a difundir bebidas alcohólicas o tabaco, o las que tuvieran "un contenido violento, sexista, xenófobo o contra los valores democráticos". Este año, directamente no habrá.
En el Ayuntamiento defienden que la Cabalgata de los Reyes Magos "no es para hacer publicidad de marcas" y que las últimas veces antes de la pandemia ya se estaba intentando 'redirigir' el enfoque del evento a un desfile exclusivamente dirigido al entretenimiento y no tanto a la promoción de empresas privadas.