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asciende a 5 millones de euros anuales y vence EN Enero de 2018

El Hospital General comunica a Eresa la no renovación del contrato de resonancias

Foto: GUILLERMO LUCAS
30/12/2016 - 

VALENCIA. El Hospital General de Valencia ha puesto fecha de caducidad al chollo que la empresa Exploraciones Radiológicas Especiales (Eresa) tiene desde 1992 con las resonancias magnéticas. La dirección del Consorcio que gestiona el centro hospitalario comunicó este miércoles a la empresa controlada por la familia Saus la denuncia del contrato que vence el 8 de enero de 2018. 

Lo hizo el mismo día aunque el escrito del director gerente, Enrique Ortega, lleva fecha del 27– que la Sindicatura de Comptes hacía público su informe anual en el que desvelaba que va a llevar al Tribunal de Cuentas los tres contratos de Eresa con el Hospital General al apreciar indicios de responsabilidad contable, como publicó Valencia Plaza.

El Consorcio del Hospital General tiene previsto pagar 4,99 millones de euros a Eresa en 2016 por este contrato, uno de los tres que tiene suscritos con la compañía. Los otros dos son el de medicina nuclear, con un presupuesto de 3,47 millones, y el de TAC, presupuestado en 3,96 millones en 2016. En total, 12,42 millones de euros.

Los tres contratos fueron renovados en 2009 por el entonces director gerente del Consorcio, Sergio Blasco, con unas condiciones que, según la Sindicatura de Comptes, perjudicaban al Hospital General y beneficiaban a la empresa prestataria del servicio. 

Carmen Montón, consellera de Sanidad Universal. Foto: MARGA FERRER

Según el informe del Síndic, las modificaciones contractuales firmadas de forma irregular costaron al Consorcio unas pérdidas de al menos 1,18 millones de euros sólo en 2015, sin contar los descuentos por frecuentación que no se hicieron y que no se han podido calcular. Teniendo en cuenta que el contrato está vigente desde 2009 y presumiendo que en los años anteriores no se hizo mejor, el perjuicio para el Hospital General superaría los 7 millones de euros.

Renovación automática

Los contratos, inicialmente de cinco años renovables por períodos de tres hasta un máximo de 50 años, se firmaron sin concurso público a pesar de que su importe trienal supera los 40 millones de euros. Cada uno de ellos contenía una cláusula por el que se renueva automáticamente por períodos de tres años "si no se denuncia con un año de antelación", según el texto literal. 

Este plazo de un año fue señalado como inusual por el auditor de Eresa y es el que permitió la última renovación, que entró en vigor en 2015, a pesar de que Sergio Blasco dimitió como director gerente el 27 de noviembre de 2014 tras ser denunciado por la Fiscalía Anticorrupción y abrirse una investigación judicial por presuntas contrataciones irregulares en el hospital. Cuando Blasco se marchó no habían vencido los contratos, pero él había dejado pasar las fechas  en las que debían denunciarse para que no entrase en vigor la prórroga en 2015. Estas fechas son el 8 de enero (resonancias magnéticas), el 10 de junio (medicina nuclear) y el 24 de julio (TAC). 

De hecho, la nueva dirección del Consorcio comunicó a los radiólogos antes del verano de 2015 que el hospital se iba a hacer cargo de informar de los TAC los informes los hace personal de Eresa, dado que se acababa el contrato, pero los Saus amenazaron con demandar al centro y la dirección tuvo que admitir la prórroga aceptada tácitamente un año antes por Blasco. 

En ese momento, julio de 2015, ya ocupaba la cartera de Sanidad Universal Carmen Montón, quien se ha puesto las pilas para evitar las prórrogas no sólo de los contratos del General, sino de todos los conciertos de resonancias magnéticas en hospitales públicos que tiene hasta 2018 Erescanner Salud, una UTE controlada por Eresa.

Un negocio sin oponentes

Desde 1989, la empresa que controla Vicente Saus nunca ha tenido que disputarse estos lucrativos negocios en un concurso público. Ese año, el hospital perteneciente a la Diputación de Valencia ahora lo gestiona un consorcio formado por la Diputación y la Conselleria de Sanidad, firmó su primer contrato con Eresa. Un contrato por el que el hospital cedía un local a Eresa, que paga un alquiler. Allí colocó la empresa un TAC y empezó a prestar el servicio que luego fue ampliando.

Contratos entre el Hospital General y Eresa. Fuente: Sindicatura de Comptes.

Presidía la Diputación Provincial el socialista Francisco Blasco, padre de Sergio Blasco y hermano de Rafael Blasco, actualmente en prisión por el caso Cooperación, quien fue conseller con distintas carteras, incluida la de Sanidad entre 2006 y 2007.

El contrato de 1989 se fue prorrogando y en 2001 se firmó el actual acuerdo, que consta de los tres contratos citados, con los mismos precios por prueba que los que paga la Conselleria de Sanidad para sus hospitales a la UTE Erescanner Salud, controlada por Eresa. 

La firma de los contratos, cuando era director Sergio Blasco, se produce poco antes de que la Conselleria de Sanidad entrase en la gestión del hospital al constituirse el 1 de enero de 2002 el actual Consorcio, del que Blasco fue designado director gerente. El sobrino de Rafael Blasco era entonces, y al menos hasta 2003, socio de Vicente Saus a través de la empresa Centro Computerizado de Levante, en la que tenía una pequeña participación y que años después fue absorbida por Iberdiagnosis, firma de la familia Saus que controla la mayoría accionarial de Eresa.

En 2009 se firmó la renovación de los tres contratos con las ventajas para Eresa ahora cuestionadas por la Sindicatura de Comptes.

Eresa se parte en dos

El grupo Eresa ha decidido dividirse en dos mitades con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2016. Así lo aprobó la junta general de accionistas el pasado 19 de diciembre con el voto favorable del 99,97% del capital que controlan Vicente Saus y sus hijas Marta y Lorena

Lorena Saus, presidenta de Eresa. Foto: EVA MÁÑEZ

En virtud de este acuerdo, la compañía que preside Lorena Saus se escinde con la creación de otra empresa, Cetir Diagnóstico, a la que cede participaciones en otras sociedades. La reducción de capital a que da lugar esta escisión es de justo a la mitad, de manera que el capital social de Eresa queda reducido en 1,73 millones de euros mediante la disminución del valor nominal de las acciones de 6,01 a 3 euros.

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