VALÈNCIA. El Hospital General de València sigue sin nombrar al jefe de la unidad de Fiscalización que la Sindicatura le exige desde 2016. Así se constataba este miércoles en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, donde se publicaba que el puesto ha quedado desierto tras sacar las plazas a convocatoria pública por libre designación el pasado noviembre.
El informe de fiscalización de la Sindicatura de Comptes sobre las cuentas del consorcio en 2016 alertaba de las "importantes debilidades de control interno e incumplimientos" detectadas durante su análisis. En concreto, se refería al compromiso incumplido por parte de la gerencia para crear una unidad de fiscalización y control interno y otra de auditoría e información.
Dos años después continúan sin tener al jefe o jefa de servicio que dirija esa unidad. No obstante, desde el General aseguran que hay gente trabajando en esas áreas pero sin un responsable directo, por lo que dependen del director Económico Financiero.
Cabe destacar la importancia que cobra el área de fiscalización en el General si se tienen en cuenta los últimos "toques" que Sindicatura e Intervención General han dado a la dirección del centro. Por ejemplo, el informe de la Intervención de 2017 señalaba fraccionamientos de contratos por un importe de 22,9 millones tras analizar 42 facturas de compra de material sanitario, suministro que tendría que haber salido a concurso.
En esta ocasión, no solo la jefatura de servicio de Fiscalización ha sido la que ha quedado desierta, también la jefatura de servicio de Contratación y la plaza de subdirector económico de Contratación. En 2017, la dirección tuvo que abonar 619.000 euros –incluido un recargo del 20% que asciende a 103.000 euros–tras un acta de la Inspección de Trabajo de octubre de 2016 que halló irregularidades en las contrataciones por interinidad entre abril de 2012 y marzo de 2016 al incumplirse el Estatuto de los Trabajadores en lo relativo a la duración de los contratos.