VALÈNCIA. Una de las grandes medidas del plan del Gobierno para minimizar el impacto de la guerra en los hogares españoles ha sido limitar las subidas del alquiler al 2%, de forma que la senda alcista de la inflación repercuta en menor media en la economía doméstica. Y más teniendo en cuenta que el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 3% en marzo en relación al mes anterior y elevó de golpe su tasa interanual más de dos puntos, hasta el 9,8%, su valor más alto en 37 años.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará el dato definitivo de marzo el próximo 13 de abril, que podría incluso encarecerse más y alcanzar el doble dígito. Por tanto, este tope tendrá también un importante impacto tanto en los propietarios de los inmuebles como en sus inquilinos.
De hecho, así lo refleja un informe realizado por Idealista, que cifra en unos 560 millones de euros la cantidad que dejarán de percibir los arrendadores, sean grandes o pequeños, que renueven sus contratos en los próximos tres meses. Una cantidad que sale de aplicar la diferencia entre la subida de la renta que se va a dar con la tasa de inflación adelantada de marzo del 9,8% y el tope máximo a las rentas que ha fijado el Gobierno y que se va a empezar a aplicar desde el 1 de abril hasta el 30 de junio.
Cabe recordar que este límite supone dejar de vincular al IPC las altas de las rentas, como suele hacerse, durante los tres meses que durará esta limitación. De esta forma, a partir del 1 de abril el incremento vendrá establecido en base al Índice de Garantía de Competitividad (IGC), que fija el máximo en el 2%. Por tanto, de forma temporal y hasta junio, se desvinculará el precio a las fluctuaciones del IPC para no trasladar el aumento a los inquilinos.
Eso sí, los pequeños propietarios podrán negociar con sus inquilinos alzas por encima de esta cifra, aunque en caso de no haber acuerdo, no podrán actualizar la renta más allá de ese límite del 2%. Los grandes propietarios, aquellos con más de diez inmuebles, deberán aplicar este tope de forma obligatoria.
De acuerdo con el informe del portal inmobiliario, los inquilinos que tengan la renovación anual de su contrato de alquiler este mes de marzo se enfrenten a incrementos medios en torno a 805 euros durante el próximo año con el IPC al 9,8%. Y es que el precio mediano en España de una vivienda en alquiler de dos habitaciones se cerró en 685 euros en marzo de 2021, por lo que la renta actualizada con el último IPC adelantado ahora se sitúa en 752 euros mensuales, 67 euros más al mes y una subida anual de 805 euros.
No obstante, con el límite del 2% ese incremento en el precio mediano en España se quedaría en 699 euros mensuales, y una subida anual de164 euros, lo que supone una diferencia de 641 euros con la tasa de inflación adelantada de marzo.
En el caso de la provincia de Valencia, el precio medio de un piso de dos habitaciones con la última tasa de inflación publicada del 9,8% se sitúa en los 714 euros al mes, lo que supondría una subida anual de 764 euros. Sin embargo, con el límite del 2% los alquileres se sitúan en los 663 euros mensuales, y una subida anual de 156 euros. Por tanto, los propietarios percibirán 608 euros menos al año.
Por su parte, en Alicante con la actualización del IPC se pasa a un alquiler de 549 euros al mes, pero con el tope fijado del 2% el precio se quedará en 510 euros al mes, mientras que en Castellón, de los 505 euros que abonaría un inquilino con el 9,8% de IPC pagará 469 euros con el límite al 2%.
Sin embargo, los caseros de San Sebastián, Barcelona, Madrid y Bilbao serán los más afectados por la medida de limitar la subida en la actualización de las rentas. El precio mediano en estas capitales, con la última tasa de inflación publicada, pasa a 961 euros de mensualidad en San Sebastián, 933 euros en Barcelona, 878 euros en Madrid, y 851 euros en Bilbao. Sin embargo, con el límite del 2% los alquileres se quedarían en 893 euros, 867 euros, 816 euros y 791 euros, respectivamente.
