El pueblo contra Xxxxxxxxx

VALENCIA. Estos últimos cuatro días se ha vuelto a representar en Valencia 12 razones para no comprar en Xxxxxxxxx, algo más que un ejercicio surgido de un taller teatral para actores de Paco Zarzoso. El dramaturgo, entre los referentes valencianos del oficio, dirigió entonces (se estrenó en la Sala Ultramar) y ahora (en la Sala Off) esta obra en la que un solo sustantivo, un tótem de la cotidianidad enmascarado por unas equis, explora como nadie la libertad que solo cabe en el teatro alternativo.

El ejercicio de reflexión colectiva, con Lucía Sáez como ayudante de dirección, trata de mover algunas inquietudes latentes entre el pueblo: ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Por qué vivimos exactamente de esta manera y desde hace cuánto? ¿Qué nos condiciona? ¿Cuál es nuestro margen libertad? ¿Somos dueños de ser libres? ¿Quiénes son nuestros dueños? ¿Qué nos coarta, qué nos limita, qué se espera de nosotros y qué esperamos nosotros de los demás? ¿Somos rematadamente pobres y sencillamente ricos (de vida)? ¿Qué es la vida y por qué la vivimos así?.

El case study es Mercadona y la materia prima de la que ha surgido el texto parte de los testimonios (de compradores, de vendedores, de trabajadores, de "los corbatas", etcétera) publicados en un foro online del sindicato CNT, tal y como señala una portavoz del colectivo Las Frescas que actúa en la obra. La razón de no elevar el nombre de la empresa hasta el título, destripada desde la ficción dramatizada en una de las escenas de la obra, es puramente legal: "nos informamos con un abogado, antes de estrenar, y vimos que la cosa no era enfrentarse a una posible multa, sino a delitos penales".

Por eso, no pareciendo su objetivo primario, la gran revelación de esta imprescindible obra del teatro off (por el momento, sin fecha de reposición) es la propia llamada de atención a la creación escénica. Con guiños sublimes de su dramaturgia, refrescante por la fórmula coral y por esas idas y venidas entre los discursos oníricos y los relatos más mundanos, 12 razones para no comprar en Xxxxxxxxx aborda un conflicto social de alcance directo. No acude al tópico del pobre de kilómetro cero, de la familia devastada por la crisis, del excluido social por un sistema complejo y difícil de entender. 

En un contexto de escena veraniega interrumpida, pura inducción al estado más natural de las relaciones humanas, todos los elementos para la reflexión conectan al público con el referente de lo cotidiano, en busca de saquear su actitud sin paliativos. ¿Por qué compramos más comida de la que consumimos y cuáles son sus consecuencias? ¿De verdad es mala el agua del grifo para beber? ¿Quién nos ha convertido en potómanos? ¿Qué es la 'calidad total'? ¿Por qué los trabajadores son felices? ¿Lo son? ¿Lo somos? ¿Qué es la felicidad y cómo depende del consumo? ¿En qué deriva el consumo y, en concreto, el consumo que se deriva de estos lineales?.

La pregunta alternativa podría ser por qué Mercadona, pero sus creadores -los actores implicados, Zarzoso y Sáez, que desarrollaron el proyecto en Patraix-, lo resumen con naturalidad: "es el tipo de historias que nos rodeaban, investigamos y encontramos mucho más". Sin desmontar la obra, que en este momento busca nuevos escenarios para su representación, transmite desde su propia catarsis el caos relacional del que habla. Hay conflictos laborales, personales, sociales, industriales y no solo el lado más turbio que desde la ficción se aborda en el asunto; ellos mismos incluyen testimonios de contraposición, defensores justo de aquello que parecen denunciar y en los que se genera un equilibrio mucho más interesante que si la obra se hubiera enconado en una crítica panfletera. 

Con todo, a la espera de nuevas fechas para que el bocaoreja destape la polémica que parece contenerse en las posibilidades de su texto, destacan las interpretaciones de Gloria Román, Pilar Suay, Rafa Segura o Wanda Bellanza.