VALÈNCIA (EP). Las exportaciones de la Comunitat Valenciana caerán este año un 13,4 por ciento en el escenario "más optimista", según el análisis realizado por Francisco Alcalá y Juan Carlos Robledo en el último informe IvieExpress a raíz del coronavirus.
Las exportaciones españolas mostraron un empuje "muy destacado" a partir de la crisis de 2008. Entre 2011 y 2019 las ventas al exterior crecieron "de manera estable" a un ritmo medio anual del 3,8%, sin que se apreciara el estancamiento del comercio internacional global registrado a partir de 2018.
En la Comunitat Valenciana, el crecimiento anual se situó por encima de la media en este periodo, con un notable 5,5%. Sin embargo, la llegada de la pandemia y las restricciones a la actividad comercial han roto esa favorable evolución, según refleja el estudio, del que ha informado el Ivie en un comunicado.
Las exportaciones españolas se redujeron ya un 14,5% en marzo respecto al mismo mes del año anterior --a pesar que el estado de alarma se decretó a mediados de mes-- y se hundieron un 39,3% en abril. De acuerdo con el estudio, en el mejor de los escenarios, esta caída de las exportaciones españolas para el conjunto de 2020 será del 12,7%, mientras que en el más pesimista caerán un 32%.
En el caso de la Comunitat Valenciana las previsiones son algo "más negativas" que la media española. Así, en el escenario más positivo, la caída prevista es del 13,4%, pero en el que contempla la situación más grave, se eleva hasta un 34,1%, es decir, un descenso dos puntos porcentuales por encima de la media nacional.
El escenario optimista se corresponde con una situación en la que la pandemia es controlada durante los próximos meses y los mecanismos de amplificación económica de la crisis son neutralizados gracias a la cooperación internacional y la implementación de políticas económicas nacionales contundentes, mientras que el más pesimista contempla una situación en la que la pandemia tiene sucesivos rebrotes, la cooperación internacional es deficiente y las políticas nacionales exiguas.
Según estos escenarios, planteados por la OMC (Organización Mundial del Comercio), para el conjunto del comercio internacional la previsión oscila entre una caída del 12,9% y el 31,9%. Pese a las previsiones desfavorables, las exportaciones españolas y valencianas cuentan con la ventaja de un notable sesgo en favor de los destinos europeos, en detrimento de los destinos asiático y norteamericano.
Europa se sitúa en esta crisis entre los mercados en los que menos caerán las importaciones ( -10,3% en 2020, frente a -14,5% de América del Norte o -22,2% de América central y del Sur en el escenario optimista y con diferencias similares entre estos continentes en el pesimista), lo que beneficiará las ventas españolas.
Ahora bien, según destacan, aunque la composición de los destinos atenuará la caída de las exportaciones, la composición en términos de actividades productivas tendrá un efecto negativo, especialmente en la Comunitat Valenciana.
Una de las actividades con peores perspectivas en el escenario negativo es la de vehículos de motor, cuyas exportaciones cayeron a la mitad en marzo y abril con respecto al año anterior. Precisamente este sector tiene en la región un peso sobre las exportaciones 15,9 puntos porcentuales mayor que respecto a la media del comercio mundial.
Además, la actividad que agrupa a otras manufacturas y que reúne los peores pronósticos comerciales representa en la Comunitat Valenciana 10,3 puntos más que a nivel mundial.
Con todo, las exportaciones del sector agroalimentario han sido capaces de crecer cerca del 20% en marzo y abril con respecto al año anterior, aunque su peso no ha sido suficiente para compensar los efectos negativos de los otros sectores.
Ante estas perspectivas, los autores del informe inciden "en la necesidad de mantener vivas las relaciones entre empresas exportadoras y clientes extranjeros y apoyar con especiales garantías a sus protagonistas".
Destacan que, a pesar de las previsiones, las exportaciones "podrían erigirse en un elemento esencial de la futura recuperación económica, como ya ocurrió en la crisis de 2008". Además, recuerdan que "una importante palanca de la estrategia para recuperar el dinamismo competitivo y exportador será el aprovechamiento de los fondos de la Unión Europea, cuyos borradores priorizan la digitalización y la sostenibilidad medioambiental del crecimiento".