VALÈNCIA (EP). La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) calcula que el gasto en pensiones superaría el año que viene los 188.500 millones de euros, hasta alcanzar el 14% del PIB, con la revalorización de las pensiones conforme al IPC y en un contexto marcado por la escalada de precios.
Según se desprende del informe elaborado por Miguel Ángel García (URJC), que ha tomado como referencia una inflación media del 6% para el cálculo, este gasto en pensiones supondría un aumento de 1,7 puntos del PIB sobre el nivel existente en 2019, momento en el que estaba situado en la media de los países de la zona euro.
No obstante, advierte de que una inflación superior al 6% empeoraría la situación, dado que cada punto adicional de IPC, aumentaría el gasto total en pensiones en torno a 1.700 millones de euros, 0,12 puntos del PIB.
La reciente Ley 20/2021 incluye, entre otras medidas, la garantía del poder adquisitivo de las pensiones mediante su actualización anual con la tasa media del Índice de Precios al Consumo (IPC) y se toma como referencia el mes de noviembre. Según las previsiones del Banco de España, la tasa media del IPC este año podría situarse en el 7,5%.
Esta decisión, no obstante, implica un incremento importante del gasto público en pensiones que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha estimado en torno a 2,7 puntos de PIB en 2050, bajo una hipótesis de estabilidad de precios y crecimiento sostenido del PIB.
El aumento del gasto calculado por Fedea de cara a 2023 se añadiría a una posición de partida ya desequilibrada de las cuentas de la Seguridad Social, que presentan un déficit del 1,2% del PIB pese a las elevadas transferencias estatales destinadas a cubrir una serie "muy discutible de supuestos gastos impropios del sistema", según indica el organismo.
El déficit del componente contributivo de la Seguridad Social en 2023 se situaría en el 1,2% del PIB en 2023 (-15.200 millones de euros), después de inyectar 18.396 millones de euros desde la Administración General del Estado en concepto de gastos impropios.
Si se excluye este concepto, el saldo negativo del sistema aumentaría hasta el 2,6% del PIB (-33.600 millones de euros). De cumplirse este escenario, el sistema de pensiones mostraría un fuerte desequilibrio justo antes de iniciarse la entrada en edad de jubilación de la generación del 'baby boom', con el consiguiente aumento del ritmo de crecimiento del gasto.