VALÈNCIA. La pandemia ha obligado a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) a reducir el personal que trabaja en los talleres de conservación de los trenes que diariamente circulan por la red de Metrovalencia. Aunque también el servicio disminuyó su actividad durante algunos meses, actualmente el 100% de la flota está operativa, pero, sin embargo, no se ha recuperado la plantilla al completo. Una situación que dificulta las labores de mantenimiento de los convoyes y que ha provocado ya la supresión de algunos servicios porque los trenes están en revisión.
Con la temporada estival encima y las necesidades de mantener las medidas sanitarias de aforos y distancias de seguridad, la empresa ha tenido que contratar por la vía de emergencia a la compañía Stadler para acometer esas labores de mantenimiento que la falta de personal impide acometer. Así consta en la Plataforma de Contrataciones del Estado en el que la empresa pública, dependiente de la Conselleria de Movilidad, justifica la contratación por emergencia en la urgencia de acometer estas tareas para no mermar la calidad del servicio.
"La acumulación de revisiones pendientes ya ha empezado a afectar a la disponibilidad diaria de trenes necesarios para la explotación. Así, se ha tenido que suprimir ya numerosos servicios de tren, mermando la capacidad de transporte y propiciando que los usuarios de metro dispongan de menos espacio interpersonal tanto en los propios vehículos como en las estaciones", explican.
De hecho, FGV advierte de que en estos momentos la falta de convoyes va en aumento hasta el punto de que la reducción de material móvil disponible es tal que "debería pasarse a servicio reducido de verano, como el que se presta en el mes de agosto". "Esta reducción drástica del servicio no puede producirse bajo ningún concepto para garantizar las condiciones de seguridad y, para ello, deben tomarse medidas extraordinarias de forma inmediata con el fin de minimizar el impacto sobre los usuarios", subraya la empresa que dirige Anaïs Menguzzato.
Según exponen, con la pandemia, la empresa pública tuvo que adoptar una serie de medidas excepcionales tanto para proteger la seguridad de los trabajadores como para continuar prestando el servicio de transporte para los ciudadanos. Unas decisiones que han supuesto una reducción del 59% de la plantilla del taller de València Sud, mientras que el servicio en las líneas que dependen de este centro de revisión, la 1 y 2, solamente ha bajado un 33%.
Asimismo, ha habido un ajuste del 57% en el taller de Machado frente a una reducción del 25% del servicio en líneas 3, 5, 7 y 9. "La descompensación fue enorme y no es proporcionada la reducción del servicio ofertado con el personal en situación de trabajo", admiten. No obstante, la situación es ahora más preocupante ya que actualmente la flota en circulación es del 100% de su capacidad, pero la plantilla de mantenimiento no trabaja al completo, lo que ha provocado un fuerte desajuste.
Pero, además, la empresa pública puntualiza que el desajuste es de tal magnitud que "ni siquiera el personal llevando al máximo legal las horas extraordinarias anuales puede asumir las revisiones pendientes". Tampoco es posible adoptar medidas organizativas para conseguir disponibilidad en el corto plazo puesto que, para ello, "se debe incorporar personal adicional y modificar sustancialmente las condiciones de trabajo del personal existente", insisten.
Por ello, aseguran que la única medida efectiva constatada es la contratación de una compañía externa que pueda acometer las revisiones pendientes con recursos propios. Y lo hacen por la vía rápida porque, según explican, de lo contrario, los tiempos serían más dilatados y la necesidad es urgente. "Se han estudiado multitud de opciones de reorganización del personal, incluso de modificación sustancial de las condiciones de trabajo, pero todas estas han sido descartadas por no ser ni inmediatas ni eficaces en ningún caso", recalca FGV.
Por eso, recurren a Stadler que es la empresa "fabricante de los trenes a mantener, presta ya servicios similares en los talleres de FGV en Alicante y dispone de medios humanos y materiales suficientes para incorporar de forma inmediata", explican.