Carlos Faubel: "A veces toca sacrificarse para que Ford mantenga su apuesta por València"
Carlos Faubel: "A veces toca sacrificarse para que Ford mantenga su apuesta por València"
VALÈNCIA. UGT y Ford Almussafes han llegado a un acuerdo este jueves para la aplicación de un ERE temporal en la planta de motores de la factoría. El ERTE, que deberá ser ratificado este viernes por el comité de empresa, afectará a 270 personas y se prolongará desde el presente mes de marzo hasta el mes de abril de 2018. El ajuste laboral, revelado el pasado 7 de marzo por Valencia Plaza, responde a la pérdida de carga de trabajo que supondrá dejar de fabricar para el Grupo Jaguar-Land Rover.
El expediente comenzará el próximo 31 de febrero con un primer día de paro, según concreta el secretario general de UGT-Ford, Carlos Faubel. En el mes de abril se producirán 3 paros más, otros 4 en mayo y 6 más en el mes de junio. Y la ultima semana de ese mes la actividad en la planta se verá reducida a un solo turno de fabricación. El turno suspendido no se recuperará hasta abril de 2018, cuando se espera que la fabricación del nuevo motor encargada a la factoría vuelva a dotar a la planta de carga de trabajo.
La fórmula irá acompañada de un suplemento salarial para los empleados. En concreto, el acuerdo contempla "el complemento al 80% del salario bruto –incluidos todos los complementos salariales-, además del 100% de pagas, vacaciones y antigüedad", según UGT. "La empresa deberá garantizar la gestión de documentación y adelanto de los pagos, para ello se constituirá una comisión de seguimiento con el fin de resolver cualquier incidencia de manera inmediata", explica el sindicato, que agrega que el acuerdo garantizará que los empleados "sigan perteneciendo a la Planta de Motores al final del ERTE".
"Hay que tener en cuenta que muchos trabajadores han llegado a la planta de motores por motivos médicos, porque no podían continuar operando en la planta de vehículos, que en algunas funciones es mucho más exigente a nivel físico. Otros llevan muchos años en esta la planta de motores y prefieren no desplazarse, porque por convenio a los seis meses el traslado se transforma en indefinido", explica al respecto Faubel.
Por otra parte, el acuerdo recoge que los seis días no trabajados que los empleados deben a la firma "no podrán exceder de tres jornadas recuperables con el pago del correspondiente plus de turnos especiales para sábados, y con fecha tope 31 de octubre de 2018". "El resto correrán a cargo de la empresa, y a partir de esa fecha, de ser necesaria mayor producción por motivo del lanzamiento, se programarán sábados de horas extras", agregan.
La propuesta inicial de la multinacional fue la "recolocación" de 140 empleados de motores en la planta de vehículos, tal y como explicó el propio director de la factoría, Dionisio Campos, en una carta dirigida a la plantilla. Pero la iniciativa no tuvo el éxito esperado. El proceso se llegó a poner en marcha con el intento de reubicación de 40 trabajadores para, ya en el mes de abril, proceder al traslado de otras 90 personas. Pero no hubo voluntarios, según UGT.
Esta fórmula, sin embargo, era la preferida por los sindicatos minoritarios, que abogaban por que los trabajadores pasaran a la planta de vehículos para menguar la carga de trabajo con los compromisos firmes por parte de la empresa de que, pasado el valle productivo, los trabajadores desplazados regresarían a motores -por un lado- y de que se mantendrían los puestos de trabajo eventuales. En consecuencia, Intersindical, CCOO y CGT se opusieron desde el principio a la propuesta del ERTE.
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