BRUSELAS. A dos meses vista de la presentación de los planes para la recepción de los fondos de recuperación de la pandemia, España corre el peligro de perder los 40.000 millones de euros iniciales que tiene derecho a recibir entre 2021 y 2022. Ésta es la concusión a que llega Luis Garicano, Vicepresidente Económico de Renew Europe y portavoz de Ciudadanos en el Parlamento Europeo. El problema, según el análisis del eurodiputado, radica en la gestión y ejecución de los fondos, "al no haber contado desde Moncloa ni con la colaboración público-privada ni con la de las Comunidades Autónomas”.
Desde que el pasado 28 de mayo, la Comisión Europea decidió coger las riendas de la crisis con una propuesta de Reglamento para establecer un Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el dinero aún tardará en llegar unos meses. En julio, el Consejo Europeo acordó la creación del Fondo de Recuperación Europeo “Next Generation EU” por 750.000 millones de euros y el martes fue ratificado sin cambios por el Pleno del Parlamento Europeo.
Una vez se vaya aprobando por los Parlamentos nacionales, el primer plazo para que los Estados presenten los planes que implican estos fondos se cumple en abril. De esta cantidad, España puede recibir una primera partida, entre 2021 y 2022, para gastar 28.000 millones de euros. “Pero España tiene problemas de ejecución. El riesgo no es que los gastes mal, sino que no los gastes” y parte de este dinero puede perderse porque “Moncloa no ha contado ni con las Comunidades autónomas ni con el sector privado, especialmente las Pymes”, explicaba el eurodiputado Luis Garicano. Y añadía, que “vamos hacer un plan, lo vamos a hacer a tiempo, pero no vamos a saber ejecutarlo porque no hay controles ni hay expertos”.
Garicano insistió en que, “además, debemos gastar estos fondos en lo que hay en la cabeza de la gente, en educación y en formación. Pero no, en este país sólo se gasta en obras y en ladrillo”. Se trata de ayudas directas que deben ser ejecutadas de acuerdo a las prioridades establecidas por la Comisión Europea, como la transición verde (37%) o la digital, educación y beneficios sociales. En total, de este mecanismo, recibirá unos 70.000 millones de euros. España es, por debajo de Italia, el segundo más beneficiado. De momento, sólo los Parlamentos de cuatro países lo han aprobado y España no está entre ellos. Se trata de Croacia, Chipre, Portugal y Eslovenia.
El eurodiputado Luis Garicano (Ciudadanos) alertaba en una rueda de prensa que, excepto los fondos ReactEU, que no están condicionados, el resto deben cumplir unos planes muy estrictos que, además pueden ser suspendidos o aplazados por la oposición de algún Estado, lo que vino a llamarse el “freno holandés”, por la oposición de este país a las subvenciones directas. “El problema para España es la reforma de las pensiones”, adelantaba Garicano, como una de las condiciones que están sobre la mesa.
En este sentido, insistió en las importantes reformas que deberá abordar, especialmente en la transición verde de las empresas y la digital, en especial, en la Administración Pública. La cohesión social y territorial, las políticas de juventud y la competitividad estaba entre los siete puntos que establece la Comisión para medir la idoneidad de los planes y su aprobación para la recepción de los fondos. Además, hay una serie de condiciones que hay que cumplir y que pasan por abordar las recomendaciones de reformas del Semestre Europeo.
A partir de aquí, la Comisión distribuye los pagos según se van cumpliendo los objetivos. por tanto, explica Garicano, “hay una condicionalidad implícita para otorgar el dinero, y es que se hayan cumplido las prioridades establecidas en el Plan”. En estos momentos, yaya 16 países que han presentado el Plan, entre ellos, España. El eurodiputado explica que hubo una reunión que se prolongó hasta las tres de la mañana en el Consejo, “porque los Estados se negaban a incluir entre los requisitos del plan una cláusula de transparencia, que implicaba la lista de beneficiarios de los fondos”.
El plan de Recuperación aprobado por Europa implica 400.000 millones de ayudas directas. “Pero el dinero no se piensa como estímulo, sino para apoyar a la economía. Debería repercutir en reformas profundas”, comentó Garicano mientras calificaba ese plan como “pequeño”, al lado de los 3,6 billones directos de los Estados Unidos para hacer frente a la crisis contra la pandemia.
Lo positivo del plan es que el 13% hay que darlo de inmediato y a España le corresponden 10.000 millones de prepago, un dinero que no llegará antes de finales de junio o primeros de julio, “si España consigue meter en marzo el Plan y entrar en el primer semestre”, añade el eurodiputado. “El riesgo frente a Europa es que este dinero no se gaste como se debe”, insistió.
Además, insistió en que ya hay sobre la mesa una exigencia clara, que es la reforma de las pensiones como condición para aprobar el plan para España. “Es un problema estructural y lo que Europa no quiere es hacer un rescate de España en 2024”, declaró Garicano, que cifró en un 40% de los fondos lo que se reparten Italia y España. Con el anterior presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en el gobierno italiano, “se supone que Italia no lo hará mal”, comenta Garicano. Y añade que “los ojos estarán puestos en España y se la va a examinar con el cuidado que requiere el plan”.